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Blanco se liquida: auge y caída de uno de los grandes de la moda española
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EL DINERO SAUDÍ, INCAPAZ DE REFLOTAR LA MARCA ESPAÑOLA AL RENUNCIAR A SUS ORÍGENES

Blanco se liquida: auge y caída de uno de los grandes de la moda española

Todavía quedan en plantilla un total 835 trabajadores, según consta en la documentación concursal presentada por la empresa, y que ahora afrontan un incierto futuro laboral

Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.

La cadena de tiendas Blanco merecía otro final. No en vano había sido una de las diez marcas más importantes de la moda española. En 2012 llegó a facturar 315 millones y en el ranking de ventas se encontraba entre los joyeros Tous y los gallegos de Textil LoniaCH Carolina Herrera y Purificación García–. En lugar de eso, fue a liquidación con nocturnidad y alevosía en medio de un largo puente en unos juzgados de Toledo, lo que ha hecho que la noticia pasase casi desapercibida. Ni el dinero saudí ha servido para rescatar una empresa que ha perecido más por los bandazos de gestión que por la falta de fondos. Blanco merecía otro fin, pero cuatro años después de su momento de gloria tuvo el que tuvo. La vida y los negocios son así.

La noticia la daba el portal especializado Modaes.es, lo que supone un mazazo para los 835 trabajadores que todavía quedan en plantilla, según consta en la documentación concursal presentada por la empresa. Blanco ya no vende ni por internet. La mayor parte de sus tiendas han sido traspasadas o están en proceso de traspaso. Los empleados serán despedidos. Queda el misterio de qué pasará con la enseña. En el sector se especula con que la marca Blanco es lo más valioso y que podría ser vendida a algún grupo del sector que comenzase desde cero.

La deuda de Blanco declarada en el juzgado era de 133 millones de pasivo. De esos préstamos, 61 millones son con empresas vinculadas a su accionista. Hoy el volumen de ventas anuales apenas ronda el centenar de millones y apenas quedan 80 tiendas abiertas en España.

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En teoría, el grupo saudí AlHokair, que incluso cotiza en bolsa, eran una buena opción para Blanco: pulmón financiero y capacidad de internacionalización. AlHokair destaca por buscar socios y ubicaciones en Oriente Medio a grupos como Inditex, Mango o GAP. Era, por tanto, y sobre el papel. un buen conocedor de la moda española. La frase clave es: sobre el papel. En la práctica fuentes del sector denuncian que el talón de Aquiles de la operación fue precisamente renunciar a las señas de identidad –y por tanto de moda española– que habían hecho fuerte a Blanco hasta entonces. Ese error garrafal hizo que lo que hubieran podido ser puntos fuertes de AlHokair se tornasen en débiles y que la empresa se metiese en una ratonera de la que, a la postre, ha sido incapaz de salir.

Fallida relectura británica

En 2014 AlHokair rescata Blanco. Aporta 10 millones para que la empresa siga funcionando, asume otros 30 millones de deuda y renegocia el resto. En junio de 2015 ficha al británico Stephen Craig como consejero delegado, el cual decide hacer borrón y cuenta nueva en Blanco, despedir a los creativos españoles y convertir Blanco en un Top Shop a la española. Se llevó la dirección Dubai. Pero lo peor fue que Blanco abandonó el estilo que hasta entonces le había identificado con una clientela de joven, desenfadada y de clase media baja: el “animal print”, colores vivos y metales salpicando las creaciones. Craig venía de la marca All Saints y tras fichar como directora creativa a Amy Molyneaux apostó por los topos y por tonos oscuros como el negro y el violeta: una relectura de cómo se ve la moda española desde la City. La jugada no pudo salir peor.

En 2015 Blanco cierra el año con unas pérdidas de 21,72 millones. A las que había que sumar los 7 millones de números rojos en el año anterior. Todos estos resultados empezaron a impactar de manera muy negativa en las cuentas de AlHokair y en la cotización de sus acciones. Cuando en mayo de 2016 AlHokair despidió a Craig y lo sustituyó por otro británico, Gerry Waters, ya era tarde. El barco hacía aguas por todas partes. De hecho, no es casual que Waters ya haya dejado la empresa, justo antes de que se anunciase la liquidación.

Activo incómodo

Incapaces de darle la vuelta a la empresa, Blanco pasó este año de ser una oportunidad para AlHokair a convertirse en un activo incómodo. El pasado mes de junio el grupo saudí traspasó Blanco, supuestamente por 83 millones de euros a un fondo de Dubai, AC Modus Limited, del que es socio el propio presidente de AlHokair, Fawaz Abdulaziz Alhokair. Es decir, la operación parece más bien un traspaso para aislar contablemente a AlHokair de las pérdidas de Blanco que una compraventa real que fuese a aportar fondos a la compañía. Todo apunta a que para entonces AlHokair ya había tirado la toalla y que esta transacción era parte del control de daños aplicado por los saudíes.

La plantilla de Blanco es la que más está sufriendo los problemas de liquidez: con pagos intermitentes y parciales de las mensualidades y rebajas de salario

Todo esto lo paga la plantilla. Octubre lo han cobrado semana a semana, por la los problemas de liquidez. Y para noviembre, ya se les ha advertido desde la administración concursal que sólo cobrarán 23 días y limitando el salario al doble del salario mínimo interprofesional, según fuentes de los trabajadores. Sin más apoyo del accionista, los administradores judiciales han optado por la liquidación porque es cuestión de meses que las tiendas se queden sin género.

Desde el milagro de Inditex, Blanco es la mayor crisis que ha vivido la moda española. AC Modus lleva tres meses diciendo que buscaba un comprador pero no ha conseguido que entre dinero fresco en la compañía. Hasta este momento el sector de la moda parecía inmune a cualquier tipo de problema. Incluso vadeó con éxito la crisis de 2009. Ahora la bajada del telón en la empresa que creó Bernardo Blanco debería servir de ejemplo de que no hay actividades especialmente protegidas sino tan sólo buenos o malos gestores.

La cadena de tiendas Blanco merecía otro final. No en vano había sido una de las diez marcas más importantes de la moda española. En 2012 llegó a facturar 315 millones y en el ranking de ventas se encontraba entre los joyeros Tous y los gallegos de Textil LoniaCH Carolina Herrera y Purificación García–. En lugar de eso, fue a liquidación con nocturnidad y alevosía en medio de un largo puente en unos juzgados de Toledo, lo que ha hecho que la noticia pasase casi desapercibida. Ni el dinero saudí ha servido para rescatar una empresa que ha perecido más por los bandazos de gestión que por la falta de fondos. Blanco merecía otro fin, pero cuatro años después de su momento de gloria tuvo el que tuvo. La vida y los negocios son así.

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