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Socios a la fuga en el capital de Hispasat, otra patata caliente para el nuevo Gobierno
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La empresa de satélites ya no encaja ni en Eutelsat ni en Abertis

Socios a la fuga en el capital de Hispasat, otra patata caliente para el nuevo Gobierno

Los ministros implicados son dos: el de Economía, Luis de Guindos; porque el CDTI es el propietario del 1,85%; y el de Hacienda, Cristóbal Montoro; porque la Sepi tiene el 7,41%.

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Ayer se celebró en Madrid el consejo de administración de Hispasat. El consejo fue tranquilo, pero la procesión va por dentro. Los consejeros franceses de Eutelsat ni siquiera asistieron. Así que la situación en la empresa española de satélites sigue bloqueada. La multinacional gala Eutelsat quiere vender su 33,69% del grupo a Abertis ejerciendo una opción de venta a lo que por ahora la concesionaria de autopistas participada por La Caixa se niega. Buscar una salida a Hispasat es una de las primeras patatas calientes que le han caído sobre la mesa del nuevo Gobierno.

Las posiciones se encuentra tan distanciadas que Eutelsat ha llevado sus diferencias con Abertis a la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara Internacional de Comercio de París, donde se está dirimiendo la cuestión. Fuentes de Abertis y de Eutelsat han declinado hacer declaraciones, pero otras fuentes financieras han explicado que la participación en la empresa de satélites se ha complicado, en buena parte por la pérdida de peso específico de Hispasat en el sector mundial de satélites, que se está concentrando.

Eutelsat quiere ejercer su opción para vender y salir del capital. Pero Abertis entiende que el pacto de accionistas dejó la opción de venta en suspenso hasta junio de 2017, cuando se acordó en 2014 relanzar Hispasat haciéndolo más grande. Desde entonces, se ha intentado varias operaciones de compra pero todas se han frustrado. Este plazo acaba en junio de 2017. A partir de entonces es cuando Abertis considera que ha de ejercer la opción de compra. No antes. Incluso podría darse la paradoja que ese plazo llegase antes que la decisión del tribunal arbitral. Así de absurda es la situación en el seno del accionariado de la compañía.

Abertis, por tanto, discrepa en los tiempos y también en el precio al que se tiene que ejercer la opción. La última diferencia entre franceses y españoles es que Abertis considera que debería haber dos valoraciones independientes y no sólo una, como pretende Eutelsat.

El papel del Gobierno también es polémico. La venta de las acciones de Eutelsat sólo se puede llevarse a cabo con su autorización. Y el Gobierno, por ahora, se ha lavado las manos, alegando que estaba en funciones. Los ministros implicados son dos: el de Economía, Luis de Guindos; porque el CDTI es el propietario del 1,85%; y el de Hacienda, Cristóbal Montoro; porque la Sepi posee el otro 7,41%. Por ahora, el Gobierno ha evitado ejercer de mediador pero la situación de la empresa se va deteriorando.

Pérdida de valor

La situación es incómoda para todos. Eutelsat ve que su paquete cada vez vale menos. Hace un año Hispasat se valoraba en cerca de 800 millones. En cambio, ahora se calcula que la totalidad de la sociedad española de satélites valdría sólo unos 700 millones, una pérdida del 12%.

En el último año, las acciones de Eutelsat han pasado de rondar los 30 euros a valer poco más de 17 por título. Una depreciación en línea con lo que ha decaído el conjunto del sector en el mundo. Para colmo ha de reducir el coste de su deuda. Por ello precisa desprenderse de Hispasat.

Después de 15 años en el capital de Hispasat, los franceses de Eutelsat han inyectado 400 millones pero ni mandan ni tienen perspectivas de mandar

El entorno también afecta a Hispasat. Eutelsat ha inyectado 400 millones en Hispasat, que en esencia se han invertido en el denominado “proyecto Amazonas”, que supone el 60% de la facturación de la empresa española. Eutelsat lleva quince años en el capital de Hispasat y entre los socios franceses se detecta hastío.

Fracaso en las operaciones

Hispasat intentó comprar la empresa mexicana SatMex, pero en 2014 se la arrebató la propia Eutelsat, que hubiera querido a Hispasat como socio minoritario pero nunca dejó que la empresa española –en la que también participaba como socio– se llevase el gato al agua. Esto ya ha despertado la desconfianza de los socios españoles hacia la multinacional francesa.

También intentó Hispasat comprar la empresa de satélites israelí SpaceCom, pero de nuevo la operación se malogró, aunque esta vez no por culpa de los franceses. Abertis considera que ambos intentos demuestran el esfuerzo por crecer y que por tanto les evita ejercer la compra del paquete de Eutelsat hasta junio del año que viene.

Hispasat es una empresa pequeña. En comparación, Eutelsat es ocho veces mayor. En 2015 facturó 219,6 millones, un 8% más que en el año anterior y ganó 62,6 millones, un 37% más que en el año anterior, según su presentación de resultados anuales.

Ayer se celebró en Madrid el consejo de administración de Hispasat. El consejo fue tranquilo, pero la procesión va por dentro. Los consejeros franceses de Eutelsat ni siquiera asistieron. Así que la situación en la empresa española de satélites sigue bloqueada. La multinacional gala Eutelsat quiere vender su 33,69% del grupo a Abertis ejerciendo una opción de venta a lo que por ahora la concesionaria de autopistas participada por La Caixa se niega. Buscar una salida a Hispasat es una de las primeras patatas calientes que le han caído sobre la mesa del nuevo Gobierno.

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