El dueño de los Pistons da el pelotazo en España con el delfín de Florentino y Acciona

Operación de libro en el capital riesgo español, con protagonistas de alto copete tanto nacional como internacional. Compra a precio de ganga de una empresa vinculada a la construcción en pleno 'crash' del sector, quita del 60% de la banca acreedora para evitar la liquidación, inyección de capital mediante créditos participativos y despidos colectivos para ahorrar costes. Amén de una estructura fiscal en Luxemburgo para reducir al máximo el pago de impuestos. Este es el recorrido que ha vivido Terratest, una de las principales compañías españolas dedicadas a la geotecnia, que ahora se vende por tres veces lo que costó a su comprador.

Según aseguran fuentes financieras, Platinum Equity Advisor, el 'private equity' propiedad del dueño de los Detroit Pistons, el histórico equipo de baloncesto de la NBA (su último anillo fue en 2004), ha puesto a la venta Terratest, la empresa especializada en excavaciones comprada antes de entrar en concurso de acreedores en 2014 a Acciona y a Pedro López Jiménez, la mano derecha de Florentino Pérez en el consejo de ACS y de la mayoría de sus filiales.

Platinum Equity Advisor, dirigida por Tom Gores, al que 'Forbes' calcula una fortuna personal de 3.300 millones de dólares (ocupa el puesto 495º a nivel mundial), ha encargado la desinversión a Rothschild, que está preparando ya el cuaderno de venta para ofrecérsela a potenciales compradores. Según las mismas fuentes, Terrastest puede ser vendida por cerca de 150 millones de euros, lo que supondría una de las operaciones más rentables de los últimos tiempos.

Porque Platinum Equity Advisor adquirió esta compañía, rebautizada como Gtceisu Construcción, en 2014 cuando estaba en un juzgado de Bilbao para evitar su liquidación. El fondo de Gores, a través de sus vehículos de deuda ubicados en Luxemburgo, Summers Holding SARL y Haley Holding SARL, suscribió un préstamo participativo de 47 millones de euros para hacerse con el 90% del capital que se repartían a partes iguales —45% cada uno— los Entrecanales y López Jiménez, vicepresidente del Real Madrid y expresidente de Unión Fenosa.

Con esos 47 millones, Platinum canceló 27,5 millones de euros de un crédito sindicado que la banca había concedido a Terratest un año antes por 57,78 millones y al que la empresa no podía hacer frente. Por tanto, la totalidad de las entidades financieras acreedoras aceptaron una quita próxima al 60%. Los restantes 20 millones que inyectó el 'private equity' fueron para potenciar la capacidad de venta de la compañía y la compra de maquinaria.

Plusvalías en Luxemburgo

Una vez restablecido el equilibrio patrimonial de la sociedad, los nuevos gestores se enfocaron en recortar costes y en abrir mercados internacionales ante el parón de la actividad constructora en España. Para ello, ampliaron hasta 2015 un expediente temporal de regulación de empleo que la empresa ya venía aplicando desde 2013 y empezaron a licitar obras en el exterior. Hoy, Terratest tiene oficinas en Suiza, Alemania, Rumanía, Israel, Qatar, Nigeria, Costa de Marfil, Senegal, República del Congo, México, Panamá, Colombia y Brasil.

El resultado es que las ventas fuera de España suponen ya el 80% de la facturación, cuyas cifras exactas no se detallan, ya que la empresa solo ofrece los datos individuales y no los consolidados. En los años de la burbuja, Terratest llegó a contar con 1.800 empleados y una cifra de negocios de 330 millones de euros. En España, apenas quedan ahora 30 trabajadores directos.

Según distintas fuentes, Gores pide ahora cerca de 150 millones de euros por Terratest, por la que pagó 47 millones en septiembre de 2014. Todo un triple financiero que compartirá con Acciona y López Jiménez, quienes tras la modificación del acuerdo de accionistas tienen cada uno de ellos el 10%. Los dos socios que llevaron a la quiebra a la sociedad participarán ahora de la rentabilidad de la inversión. El 80% restante es de Platinum Equity Advisors, que quiere cerrar la operación en la primera parte de 2017. Pese a que la empresa tiene su sede en Madrid, las plusvalías no tributarán en España, sino en Luxemburgo al 1%.