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Una compra en Israel salvó los muebles de toda la banca andorrana tras el caso BPA
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GRACIAS A APORTAR 800 MILLONES SUBIERON LOS RECURSOS

Una compra en Israel salvó los muebles de toda la banca andorrana tras el caso BPA

El conjunto de los cuatro bancos andorranos acabaron 2015 con un total de fondos de terceros de 45.214 millones, un 2,8% más, gracias a esta adquisición

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Una compra en Israel fue el clavo ardiendo que permitió a la banca andorrana salvar los muebles en su peor año, 2015, en el que se tuvo que rescatar Banca Privada de Andorra (BPA). Así lo muestran las cifras de recursos de clientes gestionados, que no bajaron durante el ejercicio marcado por la intervención de BPA, sino que subieron. Pero lo hicieron gracias a que Andbank consolidó la compra de la gestora israelí Sigma. Así lo que el conjunto de los cuatro bancos andorranos acabaron 2015 con un total de fondos de terceros de 45.214 millones, es decir con un incremento del 2,8%.

Sin embargo, si se contemplan los resultados banco a banco lo que se ve es un cierto estancamiento, cuando no una caída, como es el caso de Mora Banc. La única entidad bancaria que sube sin ninguna duda en los recursos gestionados de clientes es Andbank, que incrementa esta cifra en 1.300 millones entre un año y otro. Fuentes financieras andorranas han explicado que la diferencia se debe a la consolidación de Sigma y de negocio internacional. En el primer semestre de 2015, el impacto de la crisis de BPA había sido claramente negativo.

Pero al final el conjunto de los cuatro bancos andorranos no sólo no perdió depósitos en 2015 sino que los recursos gestionados de terceros crecieron en 1.250 millones de euros. Pero de esa cantidad, 1.300 millones corresponden a Andbank, precisamente por la consolidación de Sigma, que aportó 800 millones adicionales. Es decir, sin esta operación no hubiera sido posible dar estas cifras de estabilidad por parte del conjunto del sistema financiero del país.

En 2014 ya se había comprado el negocio de banca privada de Inversis a Banca March. El banco de los hermanos Cerqueda pagó 179 millones de euros. Fue la última gran operación de la banca andorrana en España. En su memoria del 2015

Sin estas operaciones en el extranjero, el frágil sistema bancario andorrano hubiera sufrido mucho más. De hecho, el principal damnificado por la caída de BPA fue Mora Banc, que vio como la CNMV vetaba la adquisición de Tressis y cortaba de raíz su expansión internacional.

La felicidad va por barrios

En el resto, la felicidad va por barrios. Tanto Sabadell Andorra, el menor de las entidades financieras del Principado, como Crédit Andorrà –el mayor banco del país– dan señales de estancamiento. Crédit Andorrà acabó el año con 13.583 millones, casi la misma cantidad que en el ejercicio anterior. Por su parte la filial del Banco Sabadell apenas subió un 0,8% y acabó con 1.680 millones.

Mora Banc, de nuevo, sale como perdedor comparando las cifras por entidades. Acabó el particular “annus horribilis” del mundo financiero andorrano con 7.191 millones de recursos de terceros gestionados, con una caída del 1,2% respecto al año anterior.

Reguero de escándalos

Pese a que ya se ha vendido Vall Banc –los activos buenos segregados de BPA– al fondo JC Flowers y que en la práctica ha acabado el corralito, aún hay más de 2.000 clientes de todo tipo que se han quedado en un limbo legal y sin margen operativo. Además los hermanos Cierco, antiguos accionistas de BPA, están pleiteando para recuperar su banco. Entre las informaciones que han trascendido en los juzgados andorranos está que BPA entregó a la policía española datos de los Pujol, quienes luego reconocieron la existencia de cuentas sin declarar en Andorra. Esta entrega de información era ilegal y la familia Pujol quiere utilizar esa circunstancia para invalidar todo el caso que se sigue en España contra ellos. En todo caso, ruido mediático que para nada favorece al conjunto del sector en el pequeño país pirenaico.

Una compra en Israel fue el clavo ardiendo que permitió a la banca andorrana salvar los muebles en su peor año, 2015, en el que se tuvo que rescatar Banca Privada de Andorra (BPA). Así lo muestran las cifras de recursos de clientes gestionados, que no bajaron durante el ejercicio marcado por la intervención de BPA, sino que subieron. Pero lo hicieron gracias a que Andbank consolidó la compra de la gestora israelí Sigma. Así lo que el conjunto de los cuatro bancos andorranos acabaron 2015 con un total de fondos de terceros de 45.214 millones, es decir con un incremento del 2,8%.

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