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Otro lío para BBVA en Turquía: Erdogan exige que preste más barato
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además del efecto divisa, se queda sin margen

Otro lío para BBVA en Turquía: Erdogan exige que preste más barato

El sufrimiento de BBVA en Turquía se incrementa. A las fuertes pérdidas provocadas por la caída de la lira, se suma ahora la exigencia de Erdogan de que baje los tipos del crédito

Foto: El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, en una alocución en la puerta del palacio presidencial este miércoles. (Reuters)
El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, en una alocución en la puerta del palacio presidencial este miércoles. (Reuters)

La aventura del BBVA en Turquía cada vez se parece más a la de China, de donde acabó saliendo con fuertes pérdidas. Después de la crisis provocada por el intento de golpe de Estado de julio y el consiguiente desplome de la lira turca, ahora el reforzado presidente, Recep Tayyip Erdogan, le abre un nuevo frente: ha exigido una rebaja de los tipos que los bancos aplican a los préstamos hipotecarios, con la amenaza de que no hacerlo puede ser considerado "traición". Las entidades estatales y las más pequeñas aceptaron la 'sugerencia' de inmediato, y los grandes -incluido el que controla BBVA, Garanti- no tuvieron más remedio que hacerlo este jueves.

El sector financiero ha sido objeto de forma recurrente de amenazas -incluyendo la nacionalización- por parte del Gobierno islamista de Erdogan, que lo utiliza como chivo expiatorio de los problemas del país. Y ahora, tras la asonada militar, el Ejecutivo necesita lanzar mensajes que aglutinen el apoyo popular, por lo que vuelve a utilizar a la banca para este fin. En los últimos años, Erdogan había presionado al banco central para bajar los tipos oficiales, pero es la primera vez que interviene en el mercado libre: su exigencia consiste en rebajar los intereses de las hipotecas desde una media actual del 13,72% hasta el 9%.

La reticencia inicial del banco presidido por Francisco González a aceptar las imposiciones gubernamentales se basaba en el duro golpe a sus márgenes que supone esa reducción de tipos, dado que se sitúan por debajo de los costes de financiación y los márgenes entran en negativo; es decir, el banco prestará el dinero más barato de lo que le cuesta tomarlo prestado a él, o dicho de otro modo, prestará a pérdida.

El propio BBVA reconocía, en el informe de resultados del primer semestre -golpeados por la caída de divisas como la lira-, que "el coste de financiación presiona el margen de intereses del sector a la baja" en Turquía. Y eso, con los tipos en los niveles del 13,72% citados. El problema es que BBVA se encontraba entre la espada y la pared: si no relajaba sus condiciones crediticias para defender su negocio, se enfrentaría al Ejecutivo en un momento en que este ha decretado el estado de emergencia para reforzar sus poderes después de estar a punto de ser derrocado. Sólo el mayor banco del país, Isbank, se resistía hasta ayer a ceder a las presiones.

Ante las preguntas de El Confidencial sobre esta situación, un portavoz de BBVA reiteró el mensaje lanzado en sus últimos resultados semestrales de que Turquía es un país estratégico y que BBVA está comprometido con él a largo plazo.

La ruinosa aventura turca de FG

Por tanto, a partir de ahora la situación del banco español en ese país se deteriorará todavía más, lo que explica el surgimiento de los primeros rumores sobre su posible salida. BBVA tuvo que elegir en noviembre de 2014 entre salir con fuertes pérdidas de Garanti o tomar la mayoría, y decidió poner toda la carne en el asador: adquirió un 14,9% adicional, lo que le obligó a realizar una ampliación de capital de 2.000 millones, con la consiguiente dilución para sus accionistas. Además, esto le forzó a aflorar 1.500 millones de pérdidas, al valorar el 24,9% de la entidad turca adquirido en 2010 al precio de la nueva compra.

Pese a ello, FG se empeñó en proseguir la aventura turca, e incluso se planteó en diciembre adquirir otra entidad, Finansbank, que debía vender un banco griego en dificultades. La idea era fusionarlo con Garanti para lograr sinergias y tratar de rentabilizar de una vez su negocio en el país. Finalmente, se impuso en la puja un banco catarí, y la reciente inestabilidad ha acabado con cualquier idea de incrementar su apuesta. Y dada la situación, no es descartable que intente salir, algo que, en todo caso, no sería nada fácil y conllevaría enormes pérdidas: ahora mismo, muy poca gente querría entrar en el sector financiero turco y los que podrían hacerlo (sus socios en Garanti u otra entidad local) exigirían un precio de derribo para ello.

La aventura del BBVA en Turquía cada vez se parece más a la de China, de donde acabó saliendo con fuertes pérdidas. Después de la crisis provocada por el intento de golpe de Estado de julio y el consiguiente desplome de la lira turca, ahora el reforzado presidente, Recep Tayyip Erdogan, le abre un nuevo frente: ha exigido una rebaja de los tipos que los bancos aplican a los préstamos hipotecarios, con la amenaza de que no hacerlo puede ser considerado "traición". Las entidades estatales y las más pequeñas aceptaron la 'sugerencia' de inmediato, y los grandes -incluido el que controla BBVA, Garanti- no tuvieron más remedio que hacerlo este jueves.

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