Banco Santander USA se desploma en Wall Street tras retrasar de nuevo sus resultados

Estados Unidos se ha convertido en un calvario para Ana Botín. Tras suspender los test de estrés por tercera vez y caer en bolsa a principios de año por retrasar la publicación de los resultados de 2015, Banco Santander Consumer USA Holding (Scusa) vuelve a tropezar en la misma piedra. La filial estadounidense del grupo financiero español ha pedido más tiempo para dar a conocer las cuentas del primer semestre, lo que se ha traducido en otro fuerte desplome en la Bolsa de Nueva York.

Las acciones de la división de créditos al consumo, principalmente para coches, de Banco Santander han llegado a perder un 15% de su valor este lunes tras comunicar que no podrá anunciar los resultados de los seis primeros meses del año el próximo miércoles, como estaba previsto. La reacción ha sido inmediata: los inversores han puesto pies en polvorosa, lo que ha provocado que la cotización registre el mayor retroceso desde el pasado 27 de enero. El descenso ha sido durante casi toda la sesión de alrededor del 10%, aunque en el último momento ha conseguido paliar levemente el retroceso para cerrar con una caída del 5,95%.

Santander Consumer USA Holding ha explicado que actualmente está “en conversaciones con su actual y los anteriores auditores independientes respecto a algunos asuntos contables, principalmente relacionados con la acumulación de impagados y la metodología de las pérdidas crediticias”. El dictamen podría afectar, no solo a la presentación de los resultados del segundo trimestre, sino también a los de trimestres anteriores, lo que explica la contundencia de la caída en bolsa tras la recuperación vivida en primavera.

Las acciones de la división de créditos al consumo, principalmente para coches, de Banco Santander han llegado a perder un 15% de su valor este lunes

Se trata de la segunda vez que la filial americana de Banco Santander incumple con su obligación de anunciar a tiempo sus cuentas, un hecho bastante inusual en una compañía cotizada. El pasado El 29 de febrero, Scusa reconoció que no iba a llegar a tiempo para presentar sus resultados de 2015 en el plazo establecido. Alegó que estaba finalizando sus estados financieros para incorporar las peticiones contables de los responsables de la Comisión Nacional del Mercado de Valores estadounidense -SEC, por sus siglas en inglés-.

Tras dos prórrogas de 15 días, finalmente presentó sus resultados el 31 de marzo. Sus beneficios se limitaron a los 827 millones de dólares, por debajo de los 866 millones anunciados previamente. Este retraso provocó a su vez el de su matriz, Santander Holdings USA (SHUSA), que presentó su memoria anual de 2015 en la SEC a mediados de abril y reflejó unas pérdidas de 1.455 millones de dólares, por el impacto de la caída bursátil de Scusa, que había tocado mínimos históricos en 8,87 dólares.

Este lunes cotizaban a 10,65 dólares, un 55,65% por debajo del precio al que se estrenaron en Wall Street en enero de 2014. Una brusca pérdida de capitalización que ha llevado a varios accionistas a pedir explicaciones por la vía judicial. Seis bufetes de abogados han reunido a cientos de particulares para presentar demandas colectivas o 'class action' contra los gestores del Banco Santander por el perjuicio provocado.

Además, el pasado 29 de junio, la Reserva Federal (FED), el banco central de Estados Unidos, suspendió a la Santander USA por no alcanzar el suficiente nivel de control de riesgos, de información y de gestión, como adelantó El Confidencial a finales de febrero. La Fed sentenció que la institución española sigue “teniendo problemas materiales de supervisión sin resolver que minan críticamente su proceso de planificación de capital". En concreto, puntualiza que Santander arrastra "deficiencias" en su "marco de gestión de riesgos y funciones de monitorización así como en sus procesos de análisis en contextos de estrés, controles internos, gobierno y supervisión".

Es por ello que el banco central estadounidense considera que esta lista de problemas limita la dependencia del Santander Holdings USA en su planificación de capital y su habilidad para realizar una evaluación integral adecuada del mismo. La evaluación de la Fed es muy relevante para Santander, que seguirá sin poder pagar dividendos, además de continuar sintiendo el aliento de los inspectores americanos. El problema adicional es si la matriz de Banco Santander tendrá que hacer una provisión por el desplome de su filial, algo a lo que hasta ahora se ha resisitdo porque técnicamente no le obligan las normas europeas de contabilidad, pero si las americanas.

Scusa castiga al Santander en el Ibex

La fuerte caída con la que ha iniciado la sesión en Nueva York la filial del banco cántabro en EEUU ha tenido su eco en la cotización del Santander en el Ibex. No en vano, Banco Santander ha perdido un 2,29% este lunes, lo que supone la mayor caída de los 35 valores que componen el selectivo. Aunque la entidad presidida por Ana Botín se ha visto influida por le mal día de todo el sector financiero en España, su caída está por encima del resto de bancos cotizados, lo que explica que los inversores hayan penalizado al banco por los problemas que arrastra con su división estadounidense. Para el selectivo español la sesión ha sido más pausada, con una ligera bajada del 0,28%, en línea con el resto de índices europeos, que se han movido con mucha cautela.