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Repsol tiene crédito 14 meses después: prepara una emisión de 1.000 millones
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Repsol tiene crédito 14 meses después: prepara una emisión de 1.000 millones

La petrolera española prepara la colocación de bonos híbridos para refinanciar la deuda vinculada a la canadiense Talisman y mantener su nivel de solvencia

Foto: El presidente de Repsol, Antonio Brufau (d), y el consejero delegado, Josu Jon Imaz, durante la junta general de accionistas. (Reuters)
El presidente de Repsol, Antonio Brufau (d), y el consejero delegado, Josu Jon Imaz, durante la junta general de accionistas. (Reuters)

Tras superar hace apenas dos meses la amenaza de caer a bono basura, Repsol vuelve a tener crédito por parte de la banca y de los inversores institucionales. La compañía presidida por Antonio Brufau ha iniciado los trámites para lanzar una colocación de al menos 1.000 millones de bonos híbridos, un tipo de activo mitad deuda, mitad capital. Una operación con que la petrolera participada por CaixaBank y Sacyr quiere volver al mercado después de una sequía de 14 meses.

Según han confirmado fuentes próximas a la colocación, Repsol tiene muy avanzada la documentación con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para lanzar una emisión de bonos híbridos con la que reforzaría sus recursos propios y acomodar su balance, dos aspectos esenciales para poder mantener o mejorar su deteriorado nivel de solvencia. La compañía energética ha recibido ofertas de varios bancos internacionales para llevar a cabo la colocación, entre los que destacan Goldman Sachs, Merrill Lynch, Citi, Deutsche Bank y JP Morgan.

Repsol está analizando estas propuestas, las cuales le aseguran que podría levantar al menos 1.000 millones entre inversores institucionales. El escollo principal es el precio, porque la empresa española no quiere pagar más de lo que desembolsó en marzo de 2015, cuando emitió 2.000 millones al 3,87% -bonos híbridos- y al 4,5% la deuda perpetua. Pero los grandes fondos le están pidiendo incluso un tipo por encima de esos niveles tras la rebaja del 'rating' que sufrió el grupo petrolero a principios de año por parte de Standard & Poor's y Moody's.

Fuentes cercanas a la operación indican que la decisión final se tomará en los próximos días en función de cómo evolucione la cotización de Repsol y la del precio del petróleo en los mercados internacionales. El barril Brent está casi a 50 dólares, una cota vital para la multinacional dirigida por Josu Jon Imaz como consejero delegado, ya que es la referencia a partir de la cual la compañía podría cumplir con los objetivos de deuda y dividendos de su plan estratégico presentado en octubre de 2015.

La prueba de que los inversores vuelven a creer en Repsol es que los bonos emitidos hace justo un año se han revalorizado más de un 25% en lo que llevamos de 2016, tras caer a mínimos a principios del mes de enero. En concreto, los híbridos se cambian ahora al 83,83 de su valor facial (100), después de haberse hundido hasta los 65,59 puntos, por lo que la rentabilidad -es inversamente proporcional- ha bajado hasta el 5,62, desde el 7,15%. Por su parte, la deuda perpetua cotiza a 89,93 puntos, frente a los 72,08 de inicios de año, y su rendimiento se ha situado en el 4,3%, desde el 5,6% de hace apenas cinco meses. En su momento, fueron emitidos al 4,5 y al 3,87%, respectivamente.

Un erial

Los directivos de Repsol se han animado a testar el mercado después de que la francesa Total rompiese hace dos semanas una sequía general de cerca de siete meses. La compañía gala consiguió colocar bonos híbridos por 1.750 millones, al 3,75%, tras recibir una demanda próxima a los 5.000 millones. La multinacional tiene intención de vender hasta medio billón de euros a lo largo del año, tras superar también los problemas derivados del hundimiento del crudo.

De llevarse a cabo, esta sería la primera vez que Repsol tiene las puertas abiertas de los mercados después de la colocación de 2.000 millones que hizo en marzo de 2015. La compañía aún debe emitir 3.000 millones adicionales para refinanciar la adquisición de la canadiense Taslisman, por lo que estos primeros 1.000 millones le servirían para testar el apetito por sus títulos y el precio que debería pagar para obtener liquidez.

Pese a la grave situación en que se vio envuelta al verse amenazada por las agencias de 'rating' con perder el nivel de solvencia -bono basura-, la petrolera ha conseguido salvar el 'match ball' al convencer a Moody's y Standard & Poor's de que es capaz de generar caja para cumplir con su deuda y pagar dividendo. Una labor en la que tuvo mucho que ver Miguel Martínez, el director financiero, que les presentó un plan por el que podría incluso evitarse la venta parcial de Gas Natural que los inversores daban por ineludible.

Tras superar hace apenas dos meses la amenaza de caer a bono basura, Repsol vuelve a tener crédito por parte de la banca y de los inversores institucionales. La compañía presidida por Antonio Brufau ha iniciado los trámites para lanzar una colocación de al menos 1.000 millones de bonos híbridos, un tipo de activo mitad deuda, mitad capital. Una operación con que la petrolera participada por CaixaBank y Sacyr quiere volver al mercado después de una sequía de 14 meses.

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