Obama 1- evasores 0: Pfizer renuncia a la compra con Allergan tras la nueva ley

La Administración Obama se ha propuesto luchar con todas sus armas al alcance para evitar que sus empresas paguen impuestos fuera de Estados Unidos, las llamadas "inversiones fiscales", y esta misma semana ya ha logrado una victoria muy importante. El gigante farmacéutico Pfizer ha decidido abortar la adquisición de Allergan por 160.000 millones de dólares después de que el lunes el Departamento del Tesoro promulgara una ley más estricta de lo esperado para penalizar las inversiones de empresas que tienen como fin llevarse la sede fiscal a otro país, como era el caso.

El pasado mes de noviembre, el laboratorio propietario de Viagra acordó la compra de su homólogo irlandés, fabricante de Botox para crear la mayor compañía del sector farmacéutico con un valor de mercado superior a los 300.000 millones de dólares. Esta operación permitía a Pfizer reducir considerablemente su factura fiscal, al pasar de pagar un impuesto de sociedades contemplado entre un 15% y un 39% en EEUU, al 12,5% en el país europeo, lo que provocó una gran controversia al otro lado del Atlántico.

Ahora Pfizer tendrá que indemnizar con 400 millones a Allergan por los gastos derivados del acuerdo, según fuentes cercanas a la operación citadas por Bloomberg. Aún así, le compensa. No en vano, según aseguró el Tesoro esta semana, la nueva normativa limita la capacidad de las empresas de participar en una inversión si ya lo ha hecho antes en los últimos 36 meses. En este caso, Allegan, que tiene su sede en Nueva Jersey, aunque el domicilio legal se ubica en Dublín, ya ha participado en este lapso de tiempo en varias operaciones de compra.

Obama arremete contra los defraudadores

Ayer, el presidente Barack Obama explicó que este tipo de operaciones hacen que los "los ciudadanos estadounidenses que trabajan duro sientan que el sistema está en su contra". Así, desde 1982, un total de 53 empresas estadounidenses han trasladado su domicilio fiscal al extranjero, 22 de las cuales lo han hecho desde 2012. Por su parte, desde el Tesoro han explicado a través de un comunicado que "estas acciones reducen parte de los beneficios económicos de la inversión y ayudan a disminuir el ritmo de estas transacciones, pero sabemos que las empresas buscarán nuevas y creativas formas de reubicar sus residencia fiscal".

Estas nuevas medidas se suman a las adoptadas en noviembre pasado, cuando se exigió que los accionistas de las empresas estadounidenses tuviesen un máximo del 60 % de la entidad para poder llevar a cabo estas operaciones.

Por su parte, a lo largo de todo este tiempo, en el que Republicanos y Demócratas se han puesto de acuerdo para criticar la operación, se ha defendido alegando que las razones que lo movían eran puramente estratégicas, no que ello le permitiría evitar pagar el 35% de impuestos que tiene que asumir actualmente.