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Grandes Vinos, pionero de Cariñena, busca atraer a los jóvenes tras superar la crisis
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Grandes Vinos, pionero de Cariñena, busca atraer a los jóvenes tras superar la crisis

La bodega más grande de Aragón lamenta que el consumo de uno de los productos nacionales por excelencia esté por los suelos en España. ¿Sabemos valorar lo que tenemos?

Foto: Interior de la bodega más grande de Aragón. (Foto: Grandes Vinos)
Interior de la bodega más grande de Aragón. (Foto: Grandes Vinos)

Cada español bebe unos 16 litros de vino al año, menos de la mitad que los franceses. Así lo asegura el director general de Grandes Vinos, una bodega aragonesa que sale adelante gracias al consumo de sus productos en países como Reino Unido, Alemania, Canadá, Rusia, China o Estados Unidos. “Antiguamente, se consumían unos 60 o 70 litros per cápita al año, pero hoy estamos en torno a 16 o 17. Y los turistas que vienen en verano probablemente se beberán más de la mitad”, lamenta José Antonio Briz. Si bien es cierto que antes el vino era considerado casi como un alimento energético, no como ahora.

El director de la bodega pionera en denominación de origen Cariñena considera que el consumo de caldos en España está por los suelos, cosa que no ocurre en los países vecinos. Los franceses beben 40 litros por persona al año y saben apreciar la calidad del vino español, opina. ¿Qué ocurre aquí? El gran reto está en las nuevas generaciones, totalmente desapegadas a uno de nuestros sellos de identidad.

Antiguamente, se consumían unos 60 o 70 litros per cápita al año, pero hoy estamos en torno a 16 o 17

“No lo consideran suyo, cuando es el producto nacional por excelencia. Además, estamos perdiendo a una población muy consumidora de vino: los ancianos de 80 y 90 años”, explica Briz en una entrevista con este periódico. Por eso, esta compañía con 70 años de tradición a sus espaldas se caracteriza por su “mentalidad internacional”, pues exporta entre el 75% y el 80% de su caldo. Los países europeos son su principal mercado, encabezado por Reino Unido y Alemania. Estas dos potencias son las que más productos de Grandes Vinos consumen.

Estados Unidos, Canadá, China, Japón y Rusia también forman parte de la lista de 45 países en los que opera esta bodega. Los embajadores de Cariñena, tierra de viñedos, agrupan cinco cooperativas que pasaron a ser capital social de Grandes Vinos en 1997. Cuentan con el apoyo del Gobierno de Aragón y las dos principales entidades financieras de la zona, Ibercaja y Bantierra. ¿Su objetivo? Hacer sostenible y rentable el cultivo de la vid en la región, algo que consiguen agrupando esfuerzos individuales en estructuras empresariales y gracias al tirón de las exportaciones.

¿Quién dijo crisis?

Grandes Vinos no puede hablar de brotes verdes cuando las cifras de facturación “están estancadas”, en palabras de su propio director, aunque no ha especificado cantidades. La floja demanda interna pesa en el balance de cuentas de las empresas. “No es que no consuman nuestro vino, es que no consumen ninguno”, puntualiza Briz.

La paradoja está en sus resultados cuando la economía española comenzó a deteriorarse: 2007 y 2008 fueron los mejores años en términos de rentabilidad. “En nuestro caso, la crisis fue la época en la que mejor funcionamos”, señala el director. La clave para remontar está en lo que pagamos por una botella: aumentar los precios es una asignatura pendiente para el sector. “Contamos con todos los factores para ser caballo ganador”.

España cuenta con todos los factores para ser caballo ganador. Ofrecemos variedades extraordinarias y precios muy competitivos

Y así nos ven desde fuera. Los extranjeros consideran que España ofrece caldos de gran calidad a precios muy competitivos, aunque aquí no los apreciemos lo suficiente a ojos de Briz. “Tenemos máxima calidad, variedades excelentes y una denominación de origen Cariñena extraordinaria, pero no le estamos dando el valor que tiene”.

No al elitismo

'Para beber vino hay que entender'. No hay mayor falacia que esa, según el director de la compañía, muy crítico con los que defienden esa idea. “Si te gusta con Coca-Cola, gaseosa o agua, lo tomas así. Tenemos que democratizar el consumo de vino para que cada uno lo tome como quiera o donde quiera”.

La bodega aragonesa trabaja para satisfacer todas las necesidades de los clientes sin perder de vista la protección del medio ambiente y la salud, dos de los aspectos que más preocupan al consumidor del siglo XXI. En su afán por reducir el impacto ambiental, Grandes Vinos inspecciona de forma periódica los tratamientos fitosanitarios, manejo del riego, aclareo de racimos y tiempo de vendimia, y prescinde de los insecticidas en los cultivos. Más de 700 familias de viticultores trabajan 4.359 hectáreas en 14 municipios.

Cada español bebe unos 16 litros de vino al año, menos de la mitad que los franceses. Así lo asegura el director general de Grandes Vinos, una bodega aragonesa que sale adelante gracias al consumo de sus productos en países como Reino Unido, Alemania, Canadá, Rusia, China o Estados Unidos. “Antiguamente, se consumían unos 60 o 70 litros per cápita al año, pero hoy estamos en torno a 16 o 17. Y los turistas que vienen en verano probablemente se beberán más de la mitad”, lamenta José Antonio Briz. Si bien es cierto que antes el vino era considerado casi como un alimento energético, no como ahora.

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