El 5% de los clientes de BPA tenía 500 millones bajo sospecha de blanqueo

Solo el 5% de los clientes de Banca Privada de Andorra (BPA) tenía cerca de 500 millones en depósitos sospechosos de blanqueo de dinero, tal y como se puede deducir de los datos del 'data room' en el que se está poniendo a la venta Vall Banc, el 'banco bueno' escindido de BPA, según fuentes financieras del Principado. Es decir, un tercio de los depósitos ofrecía serías dudas sobre su origen, cuando el banco fue intervenido por las autoridades del país.

Vall Banc sale a la venta con unos depósitos de 600 millones de euros, según fuentes financieras andorranas que han accedido al libro de venta. Pero hay que tener en cuenta que en la última memoria pública de BPA, la de 2013, los depósitos del banco sumaban 1.516 millones.

La fuentes consultadas han explicado que esa diferencia son, por un lado, los fondos retirados durante el corralito y, por otro, los cerca de 500 millones que se han dejado al margen del traspaso a Vall Banc, al ser las cuentas que la auditoría PwC ha identificado como sospechosas de blanqueo. La ironía es que el ministro de Finanzas de Andorra, Jordi Cinca, ya explicó el pasado mes de diciembre que el 95% de los clientes de BPA pasaría a Vall Banc. Por tanto, apenas un 5% de los clientes tenía muchísimo dinero en BPA: en concreto, alrededor de 500 millones de origen dudoso.

Vall Banc sale ahora a la venta con 21.000 clientes. De modo que un millar de clientes eran antes los titulares de casi 500 millones de euros en el antiguo BPA, que fue nacionalizado por el Gobierno andorrano y que justo esta semana el FinCem, el mismo organismo de Estados Unidos que denunció el blanqueo y provocó la crisis de BPA, ha elogiado el proceso de venta que se está llevando a cabo, asegurando que ya no hay riesgo de blanqueo.

Cerca de un millar de clientes tenían en conjunto en el antiguo BPA depósitos por valor de más de 500 millones, una estructura de balance desequilibrada

Ahora, estos sospechosos de blanqueo han quedado segregados y no entran en el paquete que se subasta. En todo caso, que un 5% fueran los titulares de un tercio de los depósitos prueba lo desequilibrado que estaba el antiguo balance de BPA. La diferencia entre los más de 500 millones de fondos bajo sospecha y los 600 millones que salen a la venta, hasta llegar a los 1.500 millones, es el dinero que se ha retirado durante el corralito que impuso Andorra hace un año y que permitía sacar 2.500 euros a la semana.

La nueva estructura

La nueva estructura del 'banco bueno' cuya venta se está realizando estos días incluye, además de los 600 millones en depósitos, 500 millones en préstamos -típica estructura andorrana, más depósitos que créditos-; 900 millones de activos totales y otros 2.300 millones gestionados fuera de balance, según las fuentes financieras consultadas.

El Gobierno andorrano prevé que la venta se cierre a mediados de marzo, para que el corralito dure no más de un año. El Ejecutivo que encabeza Antoni Martí desea que cuando se produzca la venta, la primera medida que tome el comprador sea levantar el corralito. Los candidatos son los cuatro bancos andorranos: Crèdit Andorrà; AndBank, Mora Banc y Banc Sabadell Andorra.

El futuro de la plantilla

El Gobierno andorrano valorará en la oferta sobre todo el mantenimiento de la plantilla. Quedan 133 empleados y el Principado pretende que este personal se mantenga en su totalidad. Importa eso más que el precio.

Por otra parte, a los bancos les preocupan dos cosas: que gracias al cambio de postura del FinCem, se puedan reabrir las líneas de corresponsales internacionales para que Vall Banc pueda tener financiación exterior y que el comprador quede del todo aislado de los futuros pleitos legales de los hermanos Cierco, accionistas con más del 70% del antiguo BPA, con el Ejecutivo del Principado.