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ACS trocea Urbaser para burlar la amenaza de Carmena y de Colau con las basuras
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para poder vender su filial y rebajar la deuda

ACS trocea Urbaser para burlar la amenaza de Carmena y de Colau con las basuras

Pretende reducir el riesgo que supone vender un activo que tiene en cartera contratos de gran magnitud cuyas condiciones pueden ser alteradas en cualquier momento por las alcaldesas

Foto: Un operario de Urbaser, en una foto de archivo. (EFE)
Un operario de Urbaser, en una foto de archivo. (EFE)

ACS ha decidido hacer frente a la amenaza en que Manuela Carmena y Ada Colau, las alcaldesas de Madrid y Barcelona, respectivamente, se han convertido para los inversores institucionales. El grupo presidido por Florentino Pérez ha decidido trocear Urbaser, la filial de servicios medioambientales que tiene a la venta, para evitar que los numerosos fondos que se han interesado por esta compañía salieran corriendo al tener, entre otros contratos, los de limpieza de la capital de España y de la ciudad condal.

Según distintas fuentes, ACS ha decidido que la operación solo incluya la división de plantas de tratamientos de residuos, incluidos los vertederos, y dejar fuera la unidad de limpieza viaria y mantenimiento de las calles. Una medida con la que la compañía constructora pretende reducir el riesgo que supone vender un activo que tiene en cartera contratos de gran magnitud cuyas condiciones pueden ser alteradas en cualquier momento por Carmena o por Colau, ante las continuas quejas políticas por el estado de salubridad de Madrid y de Barcelona.

ACS, junto con Ferrovial, FCC y Comsa, tiene el contrato para la recogida de basuras y limpieza viaria de Barcelona, Una concesión ganada en 2008 y que tiene que ser renovada a partir de 2017. El ayuntamiento paga a estas cuatro compañías 1.994 millones por este servicio, de los que 400 millones los factura Urbaser. El caso de Madrid es más preocupante, porque los plazos de los contratos apenas son de dos o tres años y la regidora ya ha obligado a empresas como Sacyr y la propia ACS a aumentar la plantilla porque la ciudad está “sucísima”, tal y como la calificó el pasado año.

El hecho de exigirle más personas para limpiar las calles -Sacyr tuvo que retirar un ERTE para cerca de 350 trabajadores- reduce el margen de ganancias y, en consecuencia, genera una incertidumbre significativa en la viabilidad de las cuentas de Urbaser. Una empresa que, como las filiales del resto de grandes constructoras -Ferrovial, FCC y Sacyr-, ha sido multada por la Comisión Nacional de la Competencia con 98,2 millones de euros por constituir un cártel ilegal para repartirse el mercado de la recogida de residuos urbanos.

Esta sanción de la CNMC también ha influido en la decisión de ACS de segregar Urbaser en dos trozos, dada la incertidumbre de este expediente, ya que una cuarta parte de la multa (23,28 millones) recae sobre la subsidiaria del grupo presidido por Florentino Pérez. Fuentes próximas al proceso aseguran que con esta división será más fácil convencer a los fondos para que compren un activo con presencia en España y cuyas concesiones dependen de la autoridad municipal. Las mismas fuentes apuntan a que una quincena de fondos han pedido el cuaderno de venta.

Un analgésico para el 'rating'

Las ofertas vinculantes se presentarán durante la primera quincena de marzo, días después de que ACS publique las cuentas del conjunto de 2015. La parte del negocio que se mantiene a la venta representa cerca del 70% del ebitda de Urbaser, que se estima en unos 270 millones. Por tanto, las plantas de tratamiento de residuos tienen un beneficio operativo de unos 200 millones, por lo que el 'holding' participado también por los March podría obtener unos 2.000 millones tomando como referencia las últimas operaciones del sector.

El pasado 4 de febrero, el fondo escandinavo EQT vendió la alemana EWW Energy por 1.440 millones de euros a la china Beijing Enterprises, que pagó cerca de 10 veces el ebitda. Otras fuentes matizan que este ratio no es trasladable directamente a Urbaser porque la empresa vendida por EQT está en Alemania y no en España, con el coste por la seguridad o inseguridad jurídica que eso supone a la hora de comprar un activo.

En cualquier caso, la operación, de concretarse, permitirá a ACS seguir en su carrera de rebajar su deuda para conseguir de una vez por todas que sea calificada por las agencias de 'rating' como una empresa segura para invertir. La constructora se ha desprendido en los últimos años de su división de renovables, de autopistas y de filiales de servicios aeroportuarios para adelgazar su pasivo y convencer a Moody's y a Standard & Poor's para que le den el certificado de 'investment rate'. Pero, hasta la fecha, no lo ha conseguido. Florentino Pérez espera que la venta de Urbaser sea suficiente para hacerles cambiar de opinión.

Por Urbaser se han interesado compañías como Suez Enviroennment y la mayoría de los fondos de infraestructuras del mundo. Desde el canadiense PSP hasta los australianos Macquerie y Super Australian, así como varios de origen asiático. En ACS confían en que esta vez sea la definitiva, después de dos intentos fallidos de venta.

ACS ha decidido hacer frente a la amenaza en que Manuela Carmena y Ada Colau, las alcaldesas de Madrid y Barcelona, respectivamente, se han convertido para los inversores institucionales. El grupo presidido por Florentino Pérez ha decidido trocear Urbaser, la filial de servicios medioambientales que tiene a la venta, para evitar que los numerosos fondos que se han interesado por esta compañía salieran corriendo al tener, entre otros contratos, los de limpieza de la capital de España y de la ciudad condal.

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