Paradores destituye "por agotamiento" al ilocalizable consejero de Comisiones

Paradoreses una compañíaatípica. Heredera de edificios históricos, convertidos en hoteles singulares, la empresa propiedad del Estado ha pasado por momentos delicados, que lahan llevado a tener que pedir dinero al Gobierno en forma derescate al estar en causa de disolución, ahacer un expediente de regulación de empleo (ERE)y a cerrartemporalmente algunos de sus monasterios y castillos, muchos de ellos con ocupaciones por debajo del 30%.

Lo último peculiar que le ha pasado a Paradores es el "cese por agotamiento" del consejeroFrancisco Javier González Martino, secretario general de la Federación Estatal de Comercio, Hostelería y Turismo de Comisiones Obreras. Agotamiento de mandato y agotamiento en buscarlo.González Martinofue nombrado en 2007 consejero de la empresa pública durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. En noviembre de2011, apenas unos díasantes de la renuncia del líder socialista y la convocatoria de elecciones generales, el sindicalista fue renovado en el cargo por cuatro años más, hasta finales de 2015.

Un periodo de fuertes pérdidas para Paradores por los efectos de la crisis hasta que las medidas de ajuste impulsadas por ÁngelesAlarcó, presidentaa propuesta del PP en 2012, empezaron a dar resultados positivos. Justo desdeese momento, desde septiembre de 2014, cuando los ingresos se empezaban a equilibrar con los costes, González Martinoestá desaparecido. Literalmente, según aseguran fuentes oficiales de la compañía.

Paradores denuncia queel sindicalista deCCOO "ha estado ilocalizable en las direcciones que se disponía", por lo que no se le pudieron entregar las cuentas de la empresa hotelera para que las firmase, como es obligación de cualquier consejero. Su firma no aparece en la última memoria anual de resultados del grupo presidido por la exmujer de Rodrigo Rato.

Ante su ausencia y desaparición, Paradores decidióno pagarle su retribucióncomo administrador, a razón de unos 2.500 euros mensuales, 25.000 euros al año. Pese a los intentos de la empresa por localizarle, a finales de noviembre de 2015,cuando vencía su mandato, fue cesado por "agotamiento", como hace ocho años, a un mes de las elecciones generales.

González Martinono envió la pertinente carta de renuncia al consejo de administración y a la junta universal de accionistas. Sencillamentehizo omisión de sus funciones y desapareció de una compañía que en 2015 volvió a beneficios después de más de un lustro de pérdidas y varias inyecciones de capital a costa de todos los españoles.

Beneficios al fin, con poca rentabilidad

Según la última previsión oficial de la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, lared pública de Paradorescerró el pasado ejerciciocon unasganancias de un millón de euros, tras arrojar minusvalías desde 2008.Borrego hizo esta afirmación el pasado verano en la comisión de Industria del Congreso, en la que concretó que la empresa hotelera iba a recibirun 42% más de los Presupuestos Generales del Estado para 2016.Según recogen los PGE,se estimaqueParadores gane 7,2 millones de euros en el año en cursoy eleve sus ventas un 12,8%, hasta superar los 230 millones,frente a lareducción de costes en todas las partidas.

Todo un alivio para los bancos, especialmente BBVA, Sabadell e Ibercaja, a los que la compañía adeuda cerca de 60 millones de euros que fueron refinanciados entre 2013 y 2014. Pese a los esfuerzos de gestión de Alarcó, Paradores todavía tiene una relación entre la deuda y el beneficio operativo de más de cuatro veces, un ratio especialmente alto, por encima de la media del sector. El grupo pretende rebajar esa cifra con otra ampliación de capital de 25 millones a cargo del Estado. Más teniendo en cuenta que la ocupación media apenas sigue siendo del 55%, un dato muy bajo si se toma en consideración que el pasado año se registró un récord histórico de turistas.