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Abengoa espera que la banca inyecte liquidez en 48 horas para pagar las nóminas
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necesita un mínimo de 120 millones de euros

Abengoa espera que la banca inyecte liquidez en 48 horas para pagar las nóminas

Los sindicatos preparan movilizaciones si la “degradación” sigue en la compañía, revelan que la cúpula les ha trasladado que la situación es “muy crítica” y calculan unos 500 despidos

Foto: Foto: Reuters.
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48 horas definitivas por delante para evitar el colapso a las puertas de las elecciones generales. Ha hecho falta que Abengoa esté muy al borde del precipicio para que la cúpula de la compañía haya aceptado sentarse con los sindicatos UGT y CCOO. En la multinacional en preconcurso de acreedores, ni existe comité de empresa ni jamás se ha dado información a los sindicatos hasta la tarde de este martes. En Madrid, en un encuentro con representantes de los dos sindicatos y dirigida por parte de Abengoa por el responsable de recursos humanos, Álvaro Polo, la compañía ha ofrecido información a cuentagotas y las noticias, como era de esperar, no han sido buenas.

Como ya avanzó El Confidencial, Abengoa pelea con la banca para que antes de este viernes le inyecte un mínimo de 120 millones de euros que le permita afrontar el pago de las nóminas de diciembre y la extra de Navidad. A cambio, se ha comprometido a suspender el pago de facturas a proveedores. El sí de los bancos se espera a finales de esta semana aunque ni hay garantías, según fuentes sindicales, ni se han desvelado las condiciones impuestas para que llegue esta nueva cantidad, que libraría a la multinacional de un colapso que sería difícil de gestionar.

Fuentes sindicales presentes en la reunión aseguraron que Abengoa ha admitido que la situación es “muy crítica” y la dirección se ha comprometido a trasladar nuevas noticias el viernes. Los sindicatos esperarán la respuesta de los bancos con las espadas en alto y dejan claro que no descartan movilizaciones a corto plazo y si la situación para los trabajadores continúa degradándose.

Dueños y accionistas de Abengoa se repartieron hace meses más de 30 millones

El objetivo principal es garantizar la actividad durante los meses que dure el preconcurso de acreedores para ganar tiempo en la búsqueda de una situación más a medio plazo que permita la supervivencia. El plazo expira el próximo mes de marzo. Abengoa ha solicitado estos 120 millones de euros con carácter urgente y otros 210 millones en el primer trimestre del año para sobrevivir. Además, confía, según ha trasladado en este encuentro con los sindicatos celebrado en Madrid, en que el ICO también eleve su aportación de forma urgente hasta reunir un total de 450 millones de euros.

La otra gran incógnita que ha quedado sin respuesta es el número de despidos que ya ha ejecutado la compañía en territorio español. Desde Abengoa se han limitado a diferenciar entre los contratos eventuales que han sido rescindidos y aquellos que ya han cumplido y simplemente no han sido renovados. En total, según la estimación de UGT, más de 500 despidos en estas semanas han sido ejecutados en varias filiales de la compañía como Abeinsa.

Los trabajadores vinculados a programas que han quedado en vía muerta tras presentarse el concurso de acreedores y sin viabilidad o aquellos cuyos puestos de trabajo dependen de encargos suspendidos por los clientes están en la cuerda floja. Nada que ver con la situación de los directivos, que han cobrado suculentos pluses e indemnizaciones antes de que se llevara a un juzgado sevillano la situación de quiebra. Su expresidente Felipe Benjumea se embolsó casi 12 millones de euros antes de retirarse.

Según han confirmado varios asistentes a la reunión, que ha durado más de dos horas, Abengoa ha aceptado abrir un grupo de trabajo que permita que la comunicación fluya de forma directa con los sindicatos. La información a los trabajadores sigue brillando por su ausencia. Los sindicatos se han puesto a disposición de la multinacional para presionar ante los bancos, el Gobierno y la Junta de Andalucía con el objetivo que se inyecte dinero con carácter inmediato ante una situación “perentoria”.

“Queremos aportar tranquilidad, pero las movilizaciones se programarán a corto plazo si seguimos sin obtener respuestas”, aseguran fuentes de UGT. Los representantes de los trabajadores insisten en que no van a cambiar de opinión sobre la actuación de una empresa donde “la opacidad” ha sido una norma histórica de la casa y se ha castigado tradicionalmente la afiliación sindical de los empleados.

Los sindicatos han puesto sobre la mesa varias exigencias. Querían conocer de primera mano hasta dónde ascendía “la sangría” con los eventuales rescindidos, la situación real sobre el pago de las nóminas y las condiciones que había impuesto la banca. Han salido de la reunión, aseguran, con un sabor agridulce al comprobar que muchos datos siguen sin ponerse sobre la mesa y ante el retrato de una situación de extrema emergencia. El viernes, los bancos deciden si Abengoa queda o no sentenciada a muerte.

48 horas definitivas por delante para evitar el colapso a las puertas de las elecciones generales. Ha hecho falta que Abengoa esté muy al borde del precipicio para que la cúpula de la compañía haya aceptado sentarse con los sindicatos UGT y CCOO. En la multinacional en preconcurso de acreedores, ni existe comité de empresa ni jamás se ha dado información a los sindicatos hasta la tarde de este martes. En Madrid, en un encuentro con representantes de los dos sindicatos y dirigida por parte de Abengoa por el responsable de recursos humanos, Álvaro Polo, la compañía ha ofrecido información a cuentagotas y las noticias, como era de esperar, no han sido buenas.

Concurso de acreedores
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