El BdE tendrá listo el 'testamento' del Santander, BBVA y CaixaBank en un mes

La maquinaria de la Unión Bancaria va dando pasos en sus distintas ramificaciones. El segundo de sus pilares, el de Resolución Bancaria, arrojará importantes novedades para las principales entidades españolas antes de que acabe el año. El 18 de diciembre, el Departamento de Resolución del Banco de España (BdE) tendrá preparados los planes de resolución de Banco Santander, BBVA y CaixaBank. O como definen gráficamente desde fuentes próximas al supervisor, "los testamentos", que es como se denomina a esos planes porque, en esencia, se dedican a eso, a preparar cómo se actuaría en caso de resolución o 'defunción' de estas entidades.

En la Ley 11/2015, se entiende por resolución la "reestructuración o liquidación ordenadas de una entidad llevadas a cabo con sujeción a esta Ley cuando (...) la entidad sea inviable o sea previsible que vaya a serlo en un futuro próximo, no existan perspectivas razonables de que medidas procedentes del sector privado puedan corregir esta situación, y por razones de interés público y estabilidad financiera resulte necesario evitar su liquidación concursal". La misión de los planes de resolución consiste en establecer por anticipado los parámetros en los que se desarrollarían esos procesos de reestructuración o liquidación.

Sin problemas para cumplir las exigencias

La tarea de realizar estos planes para las principales entidades -calificadas como significativas- corresponde a una nueva autoridad europea, la Junta Única de Resolución (JUR). Sin embargo, esta puede delegar luego en las autoridades nacionales, y eso mismo es lo que ha hecho en España con los tres mayores bancos. Cuando el Departamento de Resolución los haya finalizado, los enviará al Comité Ejecutivo del Banco de España y posteriormente serán remitidos al JUR.

En dichos planes, que serán revisados anualmente, se definirán las directrices que se aplicarán en caso de que la situación de una entidad se deteriore hasta ese extremo. La venta de activos, la creación de un banco o las condiciones en las que los accionistas y acreedores soportarían las pérdidas son algunas de las herramientas que se manejarían en los procesos de resolución.

Además, en los planes se concretarán las exigencias mínimas de pasivos elegibles con capacidad de absorber pérdidas (MREL, por sus siglas en inglés) que deberá cumplir cada entidad. Esos pasivos están conformados por los recursos propios y la deuda convertible en capital que tengan los bancos. En el caso del Santander, BBVA y CaixaBank, fuentes cercanas al BdE adelantan que "no tendrán problemas" para cumplir con esos requisitos, que en su caso alcanzarán el 8% de los pasivos totales.

En este sentido, esas mismas fuentes precisan que aún no han decidido si se publicarán los niveles de MREL requeridos, puesto que temen que genere confusión entre los inversores. "Tener un MREL más alto no significa tener más riesgo", matizan ante la posibilidad de que se establezca esa asociación. También subrayan otra precisión. "El MREL no exige más capital. Es cierto que el déficit de MREL se puede cubrir con más capital, pero directamente no exige más capital", aseguran.

Tras los planes de resolución de las tres primeras entidades, entre los objetivos de 2016 figura "elaborar los planes del resto de entidades bajo el ámbito del JUR". Se trata de otros 11 bancos: BFA-Bankia, Banco Popular, Banco Sabadell, Bankinter, Liberbank, Grupo Cajamar, BMN, Abanca, Kutxabank, Unicaja e Ibercaja. Posteriormente, corresponderá el turno a las entidades menos significativas, un grupo en el que se encuadran las cajas y las cooperativas de crédito, que en su caso estarán sujetos a obligaciones simplificadas.

Planes de recuperación

Dentro de la finalidad preventiva que persigue la Unión Bancaria, junto a los planes de resolución también se encuentran los de recuperación. En este caso, con la diferencia crucial de que los planes de recuperación los elaboran las entidades, no los supervisores.

El Santander, BBVA y CaixaBank ya han entregados sus planes de recuperación, y está previsto que a finales de este mes otros de los mayores bancos españolas también remitirán los suyos a los supervisores.