Los fondos internacionales reactivan su apuesta por España ante la caída de Podemos

La tranquilidad vuelve a reinar en los despachos de los grandes fondos internacionales tras la incertidumbre desatada el pasado 24 de mayo, cuando el éxito de formaciones afines a Podemos en las elecciones municipaleshizo que muchos inversores institucionales se replantearan sus posiciones en nuestro país, echaranel freno y optaran por moverse con cautela a la espera de acontecimientos.

Esta actitud cambió el ritmo de sectores que estaban en plenocontrarreloj, como el inmobiliario, donde estos grandes compradores estaban siendoel auténtico motor de la recuperación. El calendario electoral así lo recomendaba, con unos comicios autonómicos en Cataluña que Junts Pel Sí estaba tratando de mutar en plebiscito independentista, y unas elecciones generales para final de año, que amenazaban condejar en barbecho toda la segunda mitad de este ejercicio. Pero las últimas encuestas electorales loestán cambiando todo.

El declive de la formación liderada por Pablo Iglesias y la creciente expectativa de una alianza entre PP y Ciudadanos ha devuelto el optimismoa los grandes fondos internacionales, que ven en estos resultados la garantía de que nuestro país mantendrá una política en línea con las reformas de los últimos años y, sobre todo, no caerá en manos de una coalición de izquierdas donde la llave de Gobierno sería una formación que presume de asemejarse a la griega Syriza.

Como explica una fuentedel sector, "una vez que Podemos se ha ido debilitando, la preocupación por el riesgo político también lo ha hecho, ya quecualquier escenario de estabilidad es bienvenido. Es decir, el cambio de perspectiva de los fondos internacionales no viene tanto por el auge dePP-Ciudadanos, sino porque el bajonazo de Podemosdisminuye mucho el riesgo de inestabilidad".

El retroceso de Podemos aleja el fantasma de una alianza de izquierdas, donde la llave estaría en manos de un partido que se asemeja a Syriza

De hecho, afirmar que los inversores extranjeros tienen preferencia por un determinado partido es, en opinión de los profesionales del sector consultados, completamente incorrecto. "Los inversores nodicen 'prefiero que gane este o el otro',la inversión extranjera en inmobiliario ha existido igual con PSOE que con PP. La novedad, ahora, es queCiudadanos no se vecomo riesgo", puntualizan desde una firma del sector.

Varios inversores especializados en el sector inmobiliario reconocen que este cambio de perspectiva se está dejando sentir por días, un movimiento en cadena que se ha ido acelerando con la oleda de sondeos de los últimos tiempos, todos ellos marcados por el denominador común de un descenso de Podemosrespecto a la línea ascendente que inició con las europeas y coronó con las municipales, y la consolidación deCiudadanos como gran fuerza emergente.

Las tensiones siguen en Cataluña

Este cambio de parecer llega en un momento crítico, ya que final de año es un momento especialmente fructífero para el cierre de operaciones y, por tanto, en el que resulta especialmente importante recuperar la confianza para, con ella, rubicar los contratos. "En España, gracias a los resultados que anticipan las encuestas, puede haber movimientos importantes, porque los fondos están recuperando la estabilidad. Caso aparte es Cataluña, donde las tensiones independentistas hacen que siga habiendo mucha incertidumbre", señala un experto en M&A (fusiones y adquisiciones).

"Yo mismo hedecidido aparcar cualquier decisión hasta el próximo año, total, por unos meses, ¿qué más me da?", reconocen desde una importante sociedad catalana. "En Madrid es otra cosa, ahí el auge de Ciudadanos y la caída de Podemos ha devuelto la estabilidad y, dentro de que el grueso de las grandes operaciones ya se haproducido, sí que este nuevo escenario político está ayudando mucho", añade.

Del mismo modo que hay un sentimiento generalizado de tranquilidadentre los grandes inversores internacionales respecto a España, su percepción respecto al futuro de Cataluña está dividida. Muchos están convencidos de que la independencia es una utopía que nunca llegará, pero hayotros que dan carta de naturaleza a esta opción, ante la cual prefieren mantenerse a la expectativa.

La consecuencia directa de estos miedos, además del retraso en el cierre de operaciones, es la presión a la baja de los preciosde aquellas que están en marcha. Del mismo modo, la vuelta de la confianza es un revulsivo en favor de los vendedores, que cuentan todavía con casi dos meses por delante para poder llegar a un acuerdo pero, ahora, con la variable a su favor de la estabilidad económica. Eso sí, siempre y cuando las encuestas acierten.