Es noticia
N+1 pincha con la venta de Mercapital y pone en jaque la gran subvención del Gobierno
  1. Empresas
por las inversiones fallidas de su socio

N+1 pincha con la venta de Mercapital y pone en jaque la gran subvención del Gobierno

La sociedad de capital riesgo ha fracasado en el intento de vender su cartera de participadas a un tercero, dinero con el que quería levantar un nuevo fondo con 500 millones para invertir

Foto: Santiago Eguidazu, presidente de N+1 Private Equity.
Santiago Eguidazu, presidente de N+1 Private Equity.

Levantar un fondo de capital riesgo en España se está convirtiendo en una odisea incluso para N+1 Private Equity, una de las firmas históricas. La sociedad dirigida por Santiago Eguidazu, que este año salió a bolsa tras un canje de acciones con Dinamia, ha fracasado a la hora de vender su cartera de participadas a un tercero, lo que pone en jaque la subvención de 100 millones que le concedió el pasado verano el Gobierno para constituir el que iba a ser el mayor fondo del sector.

Según han confirmado fuentes oficiales de N+1, el intento de traspasar la cartera de empresas mediante la venta en el mercado secundario, tal y como hizo Portobello meses atrás -La Gula del Norte, Multiasistencia, etc.- con el fondo estadounidense HarbourVest, no ha acabado como se esperaba, puesto que las ofertas recibidas han estado muy lejos de lo que la firma confiaba obtener.

La operación consistía en vender todo el portfolio y devolver el dinero a sus actuales inversores antes de que venciese el plazo -ventana de liquidez adelantada-, con el compromiso de que reinvirtiesen parte de lo obtenido en el nuevo fondo, el N+1 PEF III. Este fue levantado entre 2007 y 2008 con 304 millones captados para destinar a la compraventa de empresas de tamaño medio. Al mismo tiempo, Mercapital, sociedad con la que se fusionó N+1 en 2012 ante la incapacidad de ambas firmas de constituir nuevos fondos por separado, tenía otro vehículo de 550 millones. Sin embargo, el crac de la economía y la pérdida de valor de varias de las inversiones -Bodybell, Jofel, los gimnasios Holmes Place, la naviera Yatch o los cines Ábaco- han provocado que la rentabilidad global haya estado muy por debajo de lo esperado, pese a que algunas de las transacciones -Mivisa- fueran todo un éxito.

El tropiezo a la hora de vender la cartera de participadas, operación para la que contrató al banco de inversión especializado Evercore, es todo un hándicap para N+1, que antes de acabar el año debería tener al menos 450 millones escriturados. Para llegar a esa cifra, la sociedad cuenta con los 100 millones que le aporta el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Economía, tras ganar un concurso que generó numerosas suspicacias en el sector.

No obstante, estos 100 millones están condicionados a que otros inversores comprometan entre 350 y 425 millones adicionales, ya que el tope máximo del fondo se ha establecido en 535 millones, un volumen que le auparía al mayor fondo del sector en España. N+1 pone de su bolsillo 50 millones, por lo que de aquí a finales de año deben encontrar al menos 300 para que, sumados a los 100 prestados por Economía, alcance el importe mínimo previsto de 450 millones. En la sociedad confían en levantar este dinero puesto que aseguran que la rentabilidad (TIR en términos financieros) del N+1 PEF II ha sido del 18%, pero no dan cifras de la evolución del fondo de Mercapital.

Otros fondos con problemas

Fuentes financieras indican que, al mal comportamiento de los 550 millones invertidos por Mercapital, se añade la aversión al riesgo que tienen los fondos de pensiones, aseguradoras y otros inversores institucionales a la hora de invertir en España por la inestabilidad política. Las mismas fuentes señalan que otras firmas como  MCH, uno de los grandes inversores de Talgo, también está teniendo problemas similares para cerrar su cuarto fondo.

La situación de MCH es similar a la de N+1, puesto que el año pasado recibió una subvención de 50 millones por parte del Ministerio de Economía a través del ICO, condicionada a que 12 meses después hubiera encontrado otros 250 millones de inversores institucionales. Lo cierto es que a día de hoy el fondo no está cerrado y el tiempo apremia, especialmente ante la ausencia de gobierno tras la disolución de las Cortes. A Magnum Capital Industrial Partners, que se ha propuesto captar entre 450 y 500 millones, también le está costando más de la cuenta cerrar la segunda parte de su nuevo fondo tras tener compromisos por 250 millones.

Levantar un fondo de capital riesgo en España se está convirtiendo en una odisea incluso para N+1 Private Equity, una de las firmas históricas. La sociedad dirigida por Santiago Eguidazu, que este año salió a bolsa tras un canje de acciones con Dinamia, ha fracasado a la hora de vender su cartera de participadas a un tercero, lo que pone en jaque la subvención de 100 millones que le concedió el pasado verano el Gobierno para constituir el que iba a ser el mayor fondo del sector.

Inversores Rentabilidad Santiago Eguidazu Alantra (banco de inversión)