El día en que Soria entregó al CEO del 'dieselgate' la Gran Cruz de Isabel la Católica

"Queriendo dar una prueba de mi real aprecio al señor Martin Winterkorn, presidente del consejo de dirección de Volkswagen AG, vengo en concederle la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica". La frase lleva la firma del ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, y ha quedado grabada en el Boletín Oficial del Estado del 8 de febrero de 2014. Difícilmente, en ese momento, se habría podido imaginar que algo más de un año después el mundo contemplaría al mismo Winterkorn pedir "perdón" a los clientes de la casa alemana por el fraude que había escondido durante años.

Winterkorn ha dimitido de su cargo, pero quizá siga guardando la Gran Cruz entre sus trofeos. Tras la decisión del Consejo de Ministros que acordó entregársela, el expresidente de Volskwagen fue condecorado por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, en un acto ante empresarios y representantes sindicales españoles, antes de reunirse con Mariano Rajoy y el entonces rey Juan Carlos.

Como el exCEO admitió durante el acto de entrega, el reconocimiento le incluyó en un "círculo exclusivo de personalidades" en el que se cuentan sobre todo representantes de la Administración pública española y extranjera. Entre ellos hay políticos del calibre de de Esperanza Aguirre (la obtuvo en 2004), Alberto Núñez Feijóo (2002), Pedro Morenés (2002), Javier Solana (2000) o el expresidente valenciano Francisco Camps (2001) y un largo listado de mandatarios y diplomáticos extranjeros.

Es más difícil, en cambio, encontrar figuras del mundo privado. El abogado Antonio Garrigues Walker (2011) o, en 2012, Carlos Gohn, presidente de otra casa automovilística, Renault, son algunas de las caras más conocidas honradas con la Gran Cruz.

Entre reconocimiento se otorga para premiar aquellos "comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la nación española con el resto de la comunidad internacional". Su origen, según recoge la web del Ministerio de Exteriores, se remonta al reinado de Fernando VII (1784-1833), quien instituyó la Real Orden Americana de Isabel la Católica en memoria de la reina que facilitó el descubrimiento de América. Entonces se premiaba "la lealtad acrisolada y los méritos contraídos en favor de la prosperidad de aquellos territorios". Tras el 'dieselgate', queda cuando menos en duda que Winterkorn haya contribuido a mejorar las relaciones hispano-alemanas.