El caso de los motores Volkswagen salpica a Seat a las puertas de los 'números negros'

El escándalo de los motores de Volkswagen (VW) con un 'software' trucado que alteraba los resultados de las emisiones contaminantes ha salpicado a su filial española Seat cuando estaba a las puertas de la rentabilidad este 2015. Ahora, se abre un periodo de incertidumbre para la compañía, una vez que ha reconocido que ellos también en sus plantas españolas montaron los motores afectados por este fraude.

Lo único que se aseguró ayer es que Seat dispone de un plan industrial y se mantienen las inversiones de 3.300 millones. Precisamente el presidente de Seat, Jürgen Stackmann, telefoneó al ministro de Industria, José Manuel Soria, para garantizarle que no peligra la inversión comprometida, según han explicado a El Confidencial fuentes conocedoras de estos contactos.

Anteayer en la Generalitat había preocupación por si la dimisión de Martin Winterkorn como presidente de VW iba a afectar el plan de inversiones. Pero hoy los rumores en Alemania apuntaban a que el favorito para suceder a Winterkorn era Matthias Müller, ex consejero delegado de Porsche. La buena noticia es que Müller es consejero de Seat. En todo caso, una cosa es que esta crisis no perjudique las inversiones y otra que no vaya a retrasar de nuevo la salida de Seat de los números rojos.

Seat ensambló motores afectados por el escándalo del 'diéselgate'. Se ha confirmado que una parte de los 11 millones de vehículos afectados son coches de Seat. VW AG, la matriz del grupo, está intentando establecer ahora cuál es la cantidad exacta, que ayer fuentes oficiales de Seat aseguraron que no estará disponible hasta que la concrete el grupo alemán.

Estos motores eran comprados por Seat al grupo VW. Y ya venían con el 'software' predeterminado por el consorcio alemán y la homologación europea correspondiente, según han explicado fuentes sindicales. VW controla el 100% del capital de su filial española. Por tanto, la responsabilidad no sería propiamente de Seat, si bien eso no la exoneraría de una futura sanción de la UE, ya que Seat exporta el 80% de su producción.

Tres años de producción

En esencia, el problema se centra en los motores denominados EA 189, que se ensamblaron durante tres años, entre 2010 y 2013, en las plantas de Seat en España. La mala noticia es que estos motores eran diésel TDI, que suponen más del 70% de las ventas de Seat. Y que eran en motores de coches pequeños, como el Polo, el Ibiza o el León, los modelos estrella. La buena es que eran tiempos de crisis y entonces se vendían menos coches.

Algunas fuentes cercanas a Seat han calculado que la cifra de vehículos afectados podría rondar los 200.000 coches. Pero Seat no la ha confirmado. Y dado el alto nivel de exportación, el 80%, es difícil saber qué volumen de coches afectados fueron vendidos a clientes españoles. Justo por eso, si al final hay una sanción, debería ser de ámbito europeo. Y tampoco está claro si la misma se asumiría como grupo VW o caería en cascada sobre cada una de sus filiales.

Primera empresa industrial

Seat es el primer grupo industrial del país. Factura 7.497 millones y da empleo a más de 12.600 personas, según los datos de su memoria anual. Cuenta con dos plantas en territorio español, las de Landaben y Martorell, esta última la mayor fábrica de coches de España. De modo que cómo afecte esta crisis a la empresa es de vital importancia.

El programa informático ahora cuestionado incluía una variante que rebajaba las emisiones NOx, consideradas cancerígenas, durante las fases de prueba. Tras la prueba, el coche volvía a emitir partículas NOx de manera normal. Y de ese modo, las emisiones NOx llegaban a multiplicarse hasta 40 veces, con lo que previsiblemente incumplía no solo la legislación de EEUU de esos años, sino también la de la UE.

Seat no descartó ayer que una parte de los vehículos afectados tenga que ser llamada a revisión una vez que VW establezca la cifra para que el programa de 'software' se instale de manera correcta. En todo caso, han garantizado que dicha revisión no tendrá coste alguno para sus clientes.