Las eléctricas dan por perdida la hibernación de los ciclos combinados en esta legislatura

Quedó pendiente en la Reforma eléctrica de 2013. Ya se hará en 2014, se dijo desde el Ministerio de Industria. Pero tampoco se hizo ese año. Se retrasa a 2015, se volvió a matizar. Pero 2015, y con él la legislatura, apura su recta final, y el decreto de la hibernación de los ciclos combinados sigue sin ver la luz.

Según las empresas consultadas por El Confidencial, no han recibido ninguna notificación sobre este asunto y la sensación imperante es que ha quedado aparcado definitivamente en esta legislatura en medio del clima electoral que lo impregna todo. Fuentes del sector eléctrico aseguran que el decreto sobre la hibernación "está totalmente parado". "No hay intención alguna de sacarlo adelante en esta legislatura", añaden. Desde su punto de vista, Industria está centrando ahora su punto de mira en asuntos como el Real Decreto de Autoconsumo, el Real Decreto de Retribución a las redes o la subasta de energías renovables. Pero la hibernación ha quedado congelada.

Desde Industria, sin embargo, la situación se ve desde otro prisma. Se matiza que la realidad de los ciclos combinados está cambiando en 2015, puesto que lejos de caer, su producción está subiendo. Las cifras de Red Eléctrica confirman esta versión, que este año se está viendo un incremento de la generación. Hasta julio la generación ha crecido hasta los 14.714 GWh, un 37% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, desde el sector matizan que este incremento se ha debido a un factor tan extraordinario como las altas temperaturas registradas en junio y julio, no a motivos estructurales ni a un incremento sustancial de la demanda eléctrica por la recuperación económica. Y en todo caso, añaden, la producción continúa sin alcanzar unos niveles acordes a la potencia instalada.

Ni para cubrir los costes

Sin decreto aún a la vista, se prolonga la espera -y el enfado- del sector, que comprueba la pérdida de protagonismo de los ciclos combinados en los últimos años sin que esta nueva realidad se traduzca en una suspensión temporal de alguna de las plantas que ahora permanece en activo. Desde hace años los ciclos combinados, que se llaman así porque son centrales térmicas que funcionan mediante la utilización conjunta de dos turbinas, una de vapor y otra de agua, vienen funcionando muy por debajo de su capacidad en favor de otras fuentes de energia, como las renovables o incluso el carbón.

De hecho, de tener un papel protagonista en la generación de energía han pasado fundamentalmente a servir de respaldo a las energías renovables. Si estas no producen energía suficiente o crece la demanda eléctrica más de lo previsto, ahí están los ciclos combinados para complementar la producción. El problema para las eléctricas es que esta realidad les obliga a tener las centrales en funcionamiento, aunque no siempre estén produciendo, con lo que generan costes continuos, pero no ingresos continuos.

En junio, la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) confirmaba esta realidad. "Unos 16 ciclos combinados no habrían conseguido cubrir sus costes fijos de operación y mantenimiento o los habrían cubierto escasamente a través de sus ingresos vía mercado y pagos por capacidad en 2014", precisó en un informe que elaboró en junio para valorar la Planificación de la red de transporte de energía eléctrica 2015-2020 realizada por el Ministerio de Industria. Ante esa situación, desde la CNMC se consideraba "necesario" acometer los desarrollos normativos precisos de la Ley del Sistema Eléctrico para definir los detalles económicos y técnicos de la hibernación, porque aún no están establecidos y, por tanto, en realidad no se puede efectuar.

No es lo que era

Mientras tanto, y a la espera de ver cómo sigue evolucionando 2015, los datos evidencian la pérdida de protagonismo de los ciclos combinados en el mapa eléctrico español. Pese a que es la tecnología con mayor potencia instalada, con 27.199 megavatios (MW) -incluyendo la peninsular y la extrapeninsular-, su producción ha caído con fuerza en los últimos años. De superar los 95.000 gigavatios por hora (GWh) en 2008, en 2014 esa generación disminuyó hasta los 25.919 GWh. Es decir, en apenas seis años ha descendido en un 75%. O lo que es lo mismo, ha pasado de representar el 35% de la producción eléctrica en España a suponer apenas el 10%.

La asimetría entre su capacidad y su producción es la que ha motivado la petición de las compañías eléctricas de hibernar varias de las plantas. En Industria, se manejó la posibilidad, recogida en la Planificación para 2015-2020, de congelar 6.000 megavatios (MW) de ciclos combinados, prácticamente el 25% de la potencia peninsular instalada. Sin embargo, esta alternativa nunca terminó de consolidarse en un decreto porque el Ministerio tenía dudas sobre el comportamiento de la demanda ante la recuperación de la economía. Además, en Industria se prevé que la producción peninsular de los ciclos combinados volverá a repuntar en los próximos años, hasta alcanzar los 49.790 GWh en 2020.