El Corte Inglés sigue purgando la crisis: vende más, gana menos y estrena socio

Año I después de Isidoro Álvarez. El Corte Inglés ha celebrado este domingo su primera junta de accionistas sin la presencia de su recordado presidente, fallecido hace doce meses a los 79 años de edad. Su lugar lo ha ocupado su sucesor, Dimas Gimeno, que como primer ejecutivo del gigante de la distribución ha encabezado la presentación de las cuentas correspondientes a 2014, un ejercicio de transición por lo que representa de cambio gerencial, transformación accionarial y reestructuración del negocio.

Los números de El Corte Inglés siguen reflejando el gran impacto que la crisis ha supuesto para su modelo de negocio y las dificultades internas que afronta para superarlo. De momento, la compañía ha conseguido por primera vez volver a vender más. La facturación global ha sido de 14.592 millones de euros, un 2,6% más que el ejercicio anterior, apoyada en el repunte del consumo (campaña de Navidad) y en la política comercial de precios llevada a cabo. Sin duda, un indicador positivo, anhelado desde hace tiempo.

Pese a conseguir dar la vuelta a la progresiva caída de las ventas iniciada en 2008, el principal problema a día de hoy para Dimas Gimeno sigue estando a la hora de ganar dinero (rentabilidad). El beneficio neto consolidado del último ejercicio fue de 118 millones de euros, un 32% inferior al logrado en 2013, año en el que El Corte Inglés salvó los resultados de su negocio operativo gracias a los ingresos extraordinarios generados con la venta del 51% de su financiera y de varios activos inmobiliarios no estratégicos.

En el lado bueno de la balanza, este año, tanto el resultado neto de explotación (Ebit) como el beneficio bruto (Ebitda) han alcanzado mejores registros en ambos casos, con evoluciones positivas del 58% (186 millones) y del 14,5% (826 millones), respectivamente, lo que da pie al equipo gestor de Dimas Gimeno para confiar en que se han puesto las bases para la recuperación del negocio, tanto por la reordenación de la política comercial como por el plan de ajustes y eficiencia llevado puesto en marcha.

Uno de los principales agujeros en las cuentas de 2014 tiene que ver con la partida de gastos financieros, que llega hasta los 340 millones anuales, sobre todo por la refinanciación a ocho años de 5.000 millones de deuda bancaria firmada a finales de 2013. Esta situación ha obligado a El Corte Inglés a flexibilizar su estructura financiera en este tiempo (titulización, bonos…) para abaratar y diversificar su modelo, que se completará este año con la amortización de 1.000 millones a la banca gracias al nuevo accionista de Qatar.

El propio Dimas Gimeno, en su intervención, apuntó dos aspectos clave a superar, y es "que la notable mejora operativa no ha compensado los ingresos extraordinarios del ejercicio anterior" y "el incremento de los gastos financieros". Sin embargo, el sucesor de Isidoro Álvarez quiso ser optimista y confía en “un descenso del endeudamiento y una rebaja del 30% de sus costes financieros gracias a la mejora económica general y a los resultados positivos del grupo, que están facilitando mejores condiciones”.

Pese a todo, un año más el gigante de la distribución espera “que la mejora del clima económico general ayude a mantener esta tendencia tan positiva”. Gimeno es consciente de que su tarea es "recuperar los niveles de rentabilidad y resultados anteriores en un mercado cada día más complejo y avanzar en el objetivo de la expansión internacional”, pero además hacerlo asumiendo los valores presentes del legado dejado por Isidoro Álvarez, a quien dedicó sus primeras palabras de la intervención.