Telefónica se reúne con Al Jazeera para buscar un acuerdo global sobre el fútbol

El fútbol promete un verano caliente y no sólo por los fichajes de los grandes clubes nacionales. La batalla por hacerse con los derechos de retransmisión de la Liga española está provocando una guerra sin cuartel entre Teléfonica y Mediapro que tiene como árbitro a Qatar, dueño de Al Jazeera, que será clave para decidir el vencedor de este millonario partido.

Si Florentino Pérez viajó el pasado fin de semana a Doha, capital del emirato, para reunirse con una de las vertientes de la extensa familia real catarí, una semana antes estuvieron allí varios emisarios de Telefónica. La operadora de telecomunicaciones mantuvo un encuentro con los responsables de la división de compra de acontecimientos deportivos, socios habituales de Mediapro, para buscar un punto de encuentro y evitar una guerra de ofertas que dañaría a todas las partes.

Por parte de Telefónica, a la cita asistieron un miembro del consejo de administración de máxima confianza de César Alierta y dos directivos, uno del área de fusiones y adquisiciones y otro del departamento audiovisual. Según fuentes próximas a la operadora, la conversación, realizada en pleno Ramadán, fue tensa en sus inicios, ya que los representantes de Qatar pusieron encima de la mesa las numerosas veces que la multinacional española y la firma de Oriente Medio no habían concretado conversaciones preliminares que mantuvieron para firmar un acuerdo más global.

Pero después, las asperezas se fueron limando hasta el punto de sondearse la posibilidad de trabajar de la mano para presentar una oferta conjunta para compartir los derechos de la Liga para España. Un contrato de al menos 800 millones de euros, que podrían ser más si Telefónica y Mediapro se enzarzan en una subasta a vida o muerte. La fecha para poner encima de la mesa las primeras propuestas empieza a finales de esta misma semana.

Ese escenario, no obstante, topa con una lealtad probada, que avala la búsqueda de un acuerdo global como opción más factible. Y es que Al Jazeera no quiere dejar en la estacada a Jaume Roures, el presidente de Mediapro y socio tradicional en España, quien además está actuando como bróker para vender los partidos de la conocida como Liga de las Estrellas en el extranjero. Un pastel por el que Telefónica ya ha ofrecido 450 millones y por el que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) reclama al menos 600 millones.

Lealtad y alianza estratégica

No obstante, otras fuentes aseguran que Qatar ya hizo un acercamiento a Telefónica y un desplante a Mediapro el pasado mes de febrero cuando dio vía libre a la operadora para quedarse con los derechos de televisión del Fútbol Club Barcelona, hasta ese momento en manos de Roures, a quien se le encendió la alarma. El productor no entendió cómo el Barça se entregaba a Telefónica por un contrato de tan sólo un año de validez y por qué los directivos del emirato no pararon el golpe.

Al Jazeera no quiere dejar en la estacada a Roures, quien está actuando de bróker para vender los partidos de la Liga de las Estrellas en el extranjero

Los derechos del actual campeón de Europa, junto con los del Real Madrid, propiedad a día de hoy de Mediapro, son vitales para obtener el contrato global, ya que son los clubes que más ingresos generan y que más seguidores tienen. Algunas fuentes indican que el viaje de Florentino Pérez a Qatar fue también para buscar una mediación en sus actuales relaciones con Roures, con el que se ha distanciado por oponerse a la LFP y a su presidente, Javier Tebas, al que ha declarado la guerra públicamente.

Además, en el interés de Qatar siempre ha estado exigir como contrapartida a ser socio de Telefónica en el fútbol que la operadora le dé entrada en el accionariado, una operación que no es nueva pero que no ha terminado de cuajar. El pacto inicial era que el país de Oriente Medio adquiriese entre un 7% y un 10%, pero Alierta, que también estuvo en Doha en 2014 con una alianza estratégica como telón de fondo, no ha terminado de apostar por ello.

Sin embargo, la hora de la verdad ha llegado porque los derechos de la Liga, vitales para alimentar Movistar TV, la gran apuesta de Telefónica, se adjudicarán en menos de un mes.