Renta Corporación toma el relevo de Mango y negocia la compra del Palacio de la Música

Es uno de los edificios más codiciados de Madrid pero también una de las operaciones inmobiliarias más complejas que está actualmente sobre la mesa. La venta del Palacio de la Música por parte de la Fundación Montemadrid ha despertado el apetito de diversos inversores desde hace años, pero uno de ellos parece haber tomado ventaja en los últimos tiempos. Se trata de Renta Corporación, compañía catalana que, tras superar el concurso de acreedores en junio de 2014, se está mostrando como uno de los jugadores más activos del mercado.

La operación se encuentra en fase de conversaciones avanzadas, pero no exclusivas, según ha podido confirmar El Confidencial con fuentes oficiales, ya que los responsables de la Fundación también han recibido muestra de interés de otros potenciales compradores. En cualquier caso, la apuesta de la empresa presidida por Luis Hernández de Cabanyes por el emblemático inmueble es una positiva noticia para el sector inmobiliario de la capital, que ha visto peligrar varios de sus principales proyectos por la irrupción de Ahora Madrid en la alcaldía.

Entre las operaciones que se encuentran en el ojo del huracán figura, precisamente, la venta del Palacio de la Música, debido al movimiento ciudadano que reivindica mantener el uso cultural del inmueble, en vez de permitir su reconversión en una gran tienda, aunque ésta combine su actividad con otras más filantrópicas. Este carácter mixto fue la propuesta que puso sobre la mesa Mango durante las negociaciones que mantuvo en exclusiva con Fundación Montemadrid y que terminaron rompiéndose la pasada primavera ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo respecto al precio.

En principio, los planes de Renta Corporación pasan por tomar el guante de la compañía controlada por la familia Andic y remodelar el inmueble para darle un uso comercial combinado con algún tipo de actividad cultural. La privilegiada ubicación del edificio, en el número 35 de la Gran Vía, le convierte en el emplazamiento perfecto para una gran tienda de moda, como ya se ha visto en otras recientes operaciones, como la adquisición por parte de Amancio Ortega de la antigua sede de Prisa a Drago Capital, por 400 millones de euros, para abrir la primera flagship de Primark en el centro de Madrid.

En contra de estos planes juega que el casi centenario edificio, construido en 1926, cuenta con el Nivel 1 de Protección Integral, el máximo. No obstante, bajo el mandato de la anterior alcaldesa, Ana Botella, ya se dio luz verde a la posibilidad de habilitarlo como tienda, algo que ahora, con el cambio de regidora, puede llegar a ser puesto en entredicho.

La postura de Carmena

De hecho, la propia Manuela Carmena, apenas tres días antes de celebrarse los comicios del 24M que le han llevado al Palacio de Cibeles, respondió al movimiento ciudadano organizado a través de Change.org para mantener el uso cultural del Palacio de la Música. "Hay que buscar la forma en que se pueda hacer para que no se pierda el patrimonio", dijo entonces la actual alcaldesa. "Se está perdiendo la particularidad de la Gran Vía. Es un almacén de trapo, con todos los escaparates iguales y aburridos. Ahora está despersonalizada y aburrida y hay que conseguir que sea lo que era", advirtió entonces en declaraciones recogidas por Europa Press.

A pesar de ello, Fundación Montemadrid ha seguido adelante con el proceso de venta del Palacio de la Música, que lleva cerrado desde 2008. Ese mismo año, el por entonces director gerente de la Fundación, Rafael Spottorno, anunció la compra del edificio con la idea de convertirlo en el segundo auditorio más importante de Madrid, cuyas dimensiones sólo serían superadas por el Nacional de Príncipe de Vergara. Sin embargo, en 2012, se paralizaron las obras y se optó por tratar de vender el inmueble.

Detrás de estos planes está el carácter prioritario que ha dado la entidad a sus proyectos sociales, como la concesión de 130 becas a estudiantes de Formación Profesional. De hecho, el descalabro de las cajas de ahorro y la crisis financiera han mermado los recursos de este tipo de instituciones, lo que está obligándoles a racionalizar su gestión. Si a esto se suma la elevada inversión que se necesita para terminar de rehabilitar el inmueble y convertirlo en auditorio, que diferentes expertos cifran en cerca de 30 millones de euros, lo que pondría en jaque al resto de proyectos, resulta comprensible el cambio de planes de la Fundación

Renta Corporación, por su parte, está inmersa en una agresiva estrategia de crecimiento, con operaciones emblemáticas como la que está llevando a cabo en el número 9 de la Puerta del Sol, donde prevé invertir 50 millones en alianza con Kennedy Wilson, fondo con el que firmó un acuerdo estratégico el pasado diciembre. A pesar de esta buena relación, la inmobiliaria no tiene ningún tipo de compromiso con su socio en la operación del Palacio de la Música, según las fuentes consultadas, por lo que podría abordarla, si termina llegando a buen puerto, sola o aliada con otro fondo.