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"¡Que no, coño!" Los minoritarios de Realia muestran su rechazo a la entrada de Slim
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"¡Que no, coño!" Los minoritarios de Realia muestran su rechazo a la entrada de Slim

La Junta de General de Realia celebrada ayer fue un polvorín donde los pequeños accionistas mostraron su descontento con la inmobiliaria y con el precio que les ofrece Slim por tomar el mando

Foto: Ignacio Bayón, presidente de Realia, en una imagen de archivo
Ignacio Bayón, presidente de Realia, en una imagen de archivo

Exprés y polémica. Así fue la Junta General de Accionistas de Realia celebrada ayer en un discreto hotel de Madrid. A la una del medio día, la inmobiliaria había convocado a sus inversores al reglamentario encuentro anual que, en esta ocasión, organizó huérfano de todo fasto, como tratando de pasar lo más desapercibida posible, consciente, quizás, de que la reunión podía ser tensa.

La toma de control de la empresa por parte de Carlos Slim ha dejado a los minoritarios sin esperanzas de recuperar su dinero, ya que muchos de los pequeños ahorradores de la inmobiliaria entraron en el valor con motivo de su salida a bolsa, hace ocho años, a un precio de 6,5 euros por acción, y ahora ven cómo, en el mejor de los escenarios, salvo que la CNMV lo remedie, apenas percibirán los 0,58 euros por título ofrecidos por el mexicano como réplica a los 0,49 euros propuestos Hispania.

Esta pérdida, sumada al hecho de que el azteca tiene ya, de facto, el control de la inmobiliaria, llevaron a que más de un centenar de pequeños ahorradores de la compañía aprovecharan ayer la Junta General para mostrar su claro rechazo a la situación. Slim posee directamente el 24,953% del capital de Realia que adquirió a Bankia, e, indirectamente, otro 36,87% a través de FCC, compañía donde es el primer accionista.

El punto del orden del día que más rechazo tuvo fue el nombramiento como consejero de Realia de Gerardo Kuri Kauffmann, el hombre de Slim en España

En total,controla 189,9 millones de acciones, el 91% del capital presente y representado ayer en la Junta. Del otro 9% que acudió a la cita, el correspondiente a los minoritarios, más de la mitad, el 4,735%, votó en contra del nombramiento de Gerardo Kuri Kaufmann, el hombre del mexicano en España, como consejero de Realia, mientras que un 2,471% se abstuvo. Esto significa que casi un 20% de todo el capital que no está menos de Slim no ha apoyado la entrada del representante del azteca en el consejo.

De hecho, éste fue el punto que más rechazo tuvo entre los pequeños ahorradores, aunque en porcentajes similares al mostrado a la retribución del consejo, a la posibilidad de que el máximo órgano de administración de la compañía apruebe nuevas ampliaciones capital o emisiones bonos, y a la modificación de varios artículos relativos tanto al consejo como a las clases y competencias de la Junta.

Pero, cuándo más se dejó sentir el rechazo de los pequeños ahorradores fue durante la reglamentaria lectura de los diferentes puntos del orden del día. En una dantesca votación, el secretario del consejo fue leyendo, uno a uno, los distintos acuerdos que se sometían a votación. "¿Dan ustedes su conformidad?", preguntaban desde la mesa presidencial, "No" replicaban los minoritarios. "Se aprueba por mayoría",  respondían desde la cúpula, ya que el control de Slim garantiza el éxito de todos los puntos.

Hasta que un minoritario, cansado de la situación, gritó en alto, "¡que no, coño!", como exigiendo que, al menos, constara en acta el malestar de esos pequeños ahorradores que se creyeron también propietarios y parte de la empresa, pero que ahora descubren que, como en tantas otras historias bursátiles, que apenas son convidados de piedra. A partir de ese momento, cada vez fueron más numerosos y sonoros los "noes" con los que los minoritarios respondían a cada acuerdo que, sin embargo, se seguían aprobando "por mayoría".

Por fortuna, el enfado pareció ir dejando paso al sentido del humor y, tras el ya clásico, "¿Dan ustedes su conformidad?", "¡No!", "Queda aprobado por mayoría", se añadió una nueva coletilla por parte de un minoritario, que completaba la función con un resignado, "vale"

Exprés y polémica. Así fue la Junta General de Accionistas de Realia celebrada ayer en un discreto hotel de Madrid. A la una del medio día, la inmobiliaria había convocado a sus inversores al reglamentario encuentro anual que, en esta ocasión, organizó huérfano de todo fasto, como tratando de pasar lo más desapercibida posible, consciente, quizás, de que la reunión podía ser tensa.

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