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Bank of America irrumpe como 'el tapado' en las grandes ventas de deuda hotelera
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es finalista en castle y está en silken

Bank of America irrumpe como 'el tapado' en las grandes ventas de deuda hotelera

El banco americano lleva meses trabajando en silencio y empieza a recoger los frutos: tras comprar la deuda de Silken, se ha colado en la final de los hoteles de Bankia y mira más oportunidades

Foto: Imagen de archivo de una oficina de Bank of America en California. (EFE)
Imagen de archivo de una oficina de Bank of America en California. (EFE)

Bank of America-Merrill Lynch (BofA) está dispuesto a ser un jugador de primera fila en la partida que se está lidiando dentro del sector inmobiliario, en general, y de los activos ligados a hoteles, en particular. Depués de haberse hecho con la suite de la cadena Silkenal haber comprado tanto la deuda del grupo como de su establecimiento más emblemático, el madrileño Puerta de América, el banco estadounidense ha conseguido también reserva en el competido proyecto Castle.

Este nombre, segunda parte de Amazona, es el elegido por Bankia para vender la deuda ligada a cerca de medio centenar de hoteles repartidos por toda la geografía española. Como adelantó El Confidencial, a pesar de que más de una docena de fondos se había interesado por esta cartera, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri limitó a cuatro las ofertas con posibilidades de hacer una propuesta definitiva para hacerse con el triunfo.

Estas se presentaron la semana pasada y uno de los jugadores que más fuerte ha pujado es la entidad estadounidense, que se enfrenta a gigantes como Oaktree y Apollo, dos viejos conocidos del mercado español que, como BofA, han decidido enseñar sus cartas en los órdagos que se están lanzado en el sector inmobiliario español.

El primero de ellos, Oaktree,acaba de alzarse con el triunfo en la puja por comprar la deuda del Hotel Arts de Barcelona, hasta ahora en manos del banco malo alemán FMS Wertmanagement. Este activo forma parte del conocido como Proyecto Gaudí e incluye otro establecimiento de lujo en Cascais (Portugal), cinco centros comerciales, cuatro edificios de oficinas, trasteros y activos tanto residenciales como industriales. En total, el valor de la cartera asciende a 900 millones, aunque la quita aplicada en la transacción podría rondar el 40%.

En Castle, fuentes próximas al proceso afirman que las ofertas presentadas rondan los 400 millones de euros, propuestas dirigidas a hacerse con un portfolio de créditos que tienen como colaterales a 49 hoteles repartidos, en su mayoría, por Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares. Entre todos suman unas 8.500 camas que permitirían dar lugar a la décima cadena del país por este concepto.

Sin embargo, todo apunta a que el interés de los potenciales compradores, como ocurre en la batalla por Silken, va en otra dirección. La irrupción de BofA en este mercado es vista como una operación más financiera que inmobiliaria, encaminada a renegociar con los propietarios de los hoteles su deuda en los casos que sea viable, empujándoles a vender en otras ocasiones o, sencillamente, ejecutando la deuda para hacerse con el establecimiento y posteriormente venderlo cuando esta sea la opción más rentable.

Apuesta estratégica

El decidido protagonismo de BofA en el sector inmobiliario es una estrategia que ha ido diseñando en silencio Joaquín Arenas, máximo responsable de banca de inversión y corporativa de la entidad en España desde hace dos años, cuando se incorporó a la filial española del banco estadounidense procedente de su eterno rival, Morgan Stanley.

Fuentes conocedoras aseguran que, en este tiempo, el reputado directivo ha ido analizando todos los escenarios que se abren ahora para el sector inmobiliario españoly ha dado la orden de entrar a pujar con fuerza, con el hotelero como primera presa,aunque, como es norma de la casa, tratando de hacer el menor ruido posible.

Sin embargo, esta discreción ha empezado a romperse al mismo tiempo que la entidad ha empezado a recoger sus primeros grandes frutos, por una parte, con la deuda de Silken, considerado el activo hotelero en juego más importante del momento, y por otra, con el competido proyecto Castle. Pero se trata sólo de la punta del iceberg: detrás vendrán más, y no serán solo establecimientos turísticos.

Bank of America-Merrill Lynch (BofA) está dispuesto a ser un jugador de primera fila en la partida que se está lidiando dentro del sector inmobiliario, en general, y de los activos ligados a hoteles, en particular. Depués de haberse hecho con la suite de la cadena Silkenal haber comprado tanto la deuda del grupo como de su establecimiento más emblemático, el madrileño Puerta de América, el banco estadounidense ha conseguido también reserva en el competido proyecto Castle.

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