Al Jazeera negocia con Telefónica su entrada en Digital+ para pujar por el fútbol

Semanas de gran agitación en Telefónica. La operadora está inmersa en una ampliación de capital de 3.040 millones para financiar la compra de GVT en Brasil mientras espera la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y así saber con qué condiciones podrá cerrar la adquisición de Digital+, anunciada hace casi un año. Para suavizar las duras cláusulas que le impondrá el regulador, el grupo presidido por César Alierta está dispuesto a compartir el capital de la plataforma de televisión de pago con Al Jazeera.

La cadena de televisión catarí ya estuvo interesada en entrar en el accionariado de Digital + cuando Prisa anunció la venta de su filial, apurada por sus ingentes problemas financieros. La empresa árabe estuvo al acecho de la mano de Mediapro, su socio hasta la fecha en España, para pujar por Distribuidora de Televisión Digital (DTS). Pero Telefónica ejerció su derecho preferente de tanteo por ser accionista de Canal+, que le permitía igualar y superar cualquier oferta competitiva en un proceso en el que también estaba implicada Mediaset, dueña de otro 22% del capital.

Al comprobar que sus opciones eran casi nulas, Al Jazeera se retiró de la subasta a la espera de nuevos acontecimientos. Finalmente, Telefónica compró el 56% de Digital+ a Prisa por 750 millones en mayo de 2014 y posteriormente el paquete de Mediaset, operaciones que fueron comunicadas a la CNMC en octubre. Pero el regulador condicionó la aprobación de la adquisición a que el grupo dirigido por Alierta abriese los contenidos de pago a otros operadores dada su nueva posición de dominio, con el 80% del mercado de la televisión de pago. Una abusiva cuota de mercado que obligaría a los clientes a pasar casi en exclusiva por su taquilla.

Telefónica ya filtró que, si la CNMV no suavizaba las condiciones de comercialización de los contenidos, principalmente el fútbol de pago, “la operación podía dejar de tener interés”. La multinacional presionó además al Gobierno al asegurar que, si el supervisor le obligaba también a compartir la fibra, en una resolución paralela, dejaría de invertir en esta actividad, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo para la economía española.

Según distintas fuentes, Alierta cree haberse asegurado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy flexibilizará los obstáculos de la CNMC en el consejo de ministros que a posteriori deberá analizar el dictamen del organismo dirigido por José María Marín Quemada. Un compromiso, apalabrado con José Manuel Soria (ministro de Industria) y Soraya Sáenz de Santamaría, a quien se vio el lunes en el funeral de la esposa del veterano presidente de Telefónica. Tan seguro está el primer ejecutivo de la compañía de que obtendrá la aprobación hecha a medida que el pasado 25 de febrero afirmó ante los analistas que “estoy bastante optimista en relación con la operación de Digital Plus”.

“Creo que en los dos próximos meses la operación será aprobada y la completaremos totalmente”, aseveró Alierta con rotundidad en la conferencia telefónica de presentación de los resultados de 2014. Lo hizo con un tono expeditivo para diluir las dudas de varios de los analistas que le preguntaron sobre qué oferta de contenidos podría ofrecer Movistar TV dados los condicionantes que le quería imponer la CNMC.

La entrada de Al Jazeera ayudaría a resolver parte de estos problemas si Telefónica tuviera finalmente menos del 50% de Digital+. Pero, además, la cadena catarí sería un socio financiero de indudable valor para la compañía española, que el próximo año pujará a cara de perro por conseguir los derechos del fútbol, que el Gobierno quiere comercializar de forma conjunta por primera vez. Una inversión de más de 700 millones de euros que requiere mucho pulmón.

La guinda de una alianza global

De hecho, Qatar, el principal patrocinador del FC Barcelona, le puso el puente de plata a Telefónica cuando hace apenas un mes el club azulgrana sacó a subasta los derechos de la temporada 2015-2016, que hasta ese momento estaban en manos de Mediapro. Pese a los intentos de Roures por bloquear a Alierta con el beneplácito de los hombres fuertes del emirato, lo cierto es que los responsables de Qatar Investment Authority dieron el visto bueno a que la operadora se quedara con una de las dos joyas de la corona del fútbol en España. Para Mediapro fue toda una traición.

Este es un acuerdo tácito entre Telefónica y Qatar que se viene negociando desde hace más de un año, cuando Alierta viajó a Doha para entrevistarse con los jefes del país árabe y conocer su predisposición a entrar en el accionariado de la matriz. Las conversaciones, que han ido y han vuelto, están aún abiertas, por lo que no se descarta que el emirato compre un paquete de Telefónica en la actual ampliación de capital para coronar una alianza estratégica si previsamente culmina la entrada de Al Jazeera en Digital+.

A finales de 2014, Nasser Al-Khelaifi, un miembro de la realeza catarí, adquirió Digiturk, la principal plataforma de pago de Turquía, por 820 millones de dólares para extender las actividades de Al Jazeera Sports. Con esta operación, el propietario Paris Saint Germain amplió la internacionalización de beIN Sports, el canal de deportes que ha llegado ya a Estados Unidos, Canadá, Francia, Indonesia, Hong Kong, Australia y otros 23 países de Oriente Medio y norte de África. Con Digital+ su huella llegaría a Latinoamérica, una región clave de cara al Mundial de Qatar de 2022.