Es noticia
Hacienda blinda la caja del Estado y sólo pagará por la OPV después de Bankia
  1. Empresas
LA CONTRAPARTIDA QUE EXIGIÓ MONTORO A GUINDOS

Hacienda blinda la caja del Estado y sólo pagará por la OPV después de Bankia

Montoro pidió una contrapartida para aceptar la tesis de Economía y que el FROB asumiera el 60% de los costes por la salida a bolsa: Bankia pagará toda su parte antes de que entre el Estado

Foto: El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, interviene en el Congreso de los Diputados en marzo de 2015. (EFE)
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, interviene en el Congreso de los Diputados en marzo de 2015. (EFE)

Es lo que se conoce como "primeras pérdidas" y es la fórmula que ya se aplicó en el caso de las preferentes. Consiste en que, desde la primera condena en firme –la entidad recurre las de primera instancia–, no asume el 60% de cada indemnización BFA (propiedad al 100% del FROB, es decir, del Estado) y el 40% restante Bankia (ver cotización) . Al contrario, lo paga todo Bankia y sigue asumiendo todo el coste hasta alcanzar el importe máximo contemplado en el acuerdo, que son 312 millones netos. Sólo cuando ha abonado toda esa cantidad empieza a pagar el FROB. Lógicamente, a partir de ese momento, lo asume todo el fondo público de rescate hasta los 468 millones que le corresponden.

Según fuentes conocedoras del acuerdo, se trata de una exigencia de Hacienda como contrapartida para aceptar que BFA asumiera el 60% del coste de las demandas. Como adelantó en su día El Confidencial, Montoro consideraba inadmisible que el Estado asumiera más costes en Bankia después de los 22.400 millones inyectados, ni siquiera aunque no hubiera que poner dinero nuevo. Además, sostenía que asumir cualquier coste implicaría una confesión de culpabilidad y podrían acusarle de mala gestión de los recursos públicos. Finalmente, estaba la cuestión política: en un año electoral clave como este, el PP no puede permitirse titulares de que el Estado vuelve a rescatar a Bankia, después de los escándalos de las tarjetas black, relojes, coches, indemnizaciones, etc.

Por tanto, si tenía que tragarse el sapo de que BFA se hiciera cargo de un porcentaje mayoritario de este coste, Montoro exigió a cambio que empezara a pagar Bankia y que sólo después de que la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri –donde BFA posee el 62%– agotara toda su parte, empezara BFA a asumir la suya. Una fórmula que ya se utilizó con el coste del arbitraje de las preferentes (impulsado también por Guindos), sin que entonces tuviera la repercusión mediática actual, puesto que nadie puso ninguna pega.

Evidentemente, esto tiene una gran ventaja para Hacienda: si finalmente el coste real de las condenas es menor que los 780 millones estimados, la parte que le corresponde a BFA será menor que el 60% (esto es, Bankia pagará más del 40%). Si es mayor, habría que volver a negociar, por lo que Montoro tiene mucho que ganar y nada que perder con esta fórmula.

Guindos reconoció que es una cuestión clave

La cuestión de las primeras pérdidas fue citada por Luis de Guindos en la famosa entrevista con Reuters, en la que se hizo un lío (anunció que Bankia tendría que pagar 600 millones y luego rectificó porque esa cifra es la que se iba a repartir entre BFA y Bankia). También dijo literalmente que "la cuestión fundamental" no era el porcentaje que le tocaba a cada uno, sino "quién asume la primera pérdida. La cifra que se va a dar será menor que el potencial de generación de beneficio de Bankia y tiene que ser una cifra que elimine todas las incertidumbres".

Sin embargo, con el enfrentamiento posterior entre Guindos y Cristóbal Montoro por dicho reparto, con la propia Moncloa de mediadora para que Bankia pudiera dar resultados antes del fin del plazo, las reuniones nocturnas y el acuerdo in extremis que consagraba la fórmula 60/40, las palabras del titular de Economía cayeron en el olvido. Pero Montoro incluyó en la letra pequeña del acuerdo que el reparto se haga con la fórmula de las primeras pérdidas y no de forma lineal, lo que confirma la importancia de esta cuestión a la que aludía Guindos.

La fianza se repartió al 50%

Este acuerdo se refiere únicamente al coste probable de las demandas de inversores que acudieron a la salida a bolsa de Bankia y reclaman la devolución de su dinero, y no incluye la fianza de 800 millones impuesta por el juez Fernando Andreu de la Audiencia Nacional de forma solidaria a BFA, Bankia, Rato, Norniella, Olivas y Verdú. Dicha fianza se ha repartido al 50% entre BFA y Bankia sin que nadie explique por qué en este caso no se ha aplicado la fórmula de 60/40. Tampoco está claro si esta cantidad, en caso de condena en la Audiencia Nacional, se sumará a los 780 millones, aunque la entidad entiende que no.

En todo caso, aquí no hay lugar para las primeras pérdidas, ya que la fianza debía depositarse íntegramente en el plazo de un mes. A lo que sí hay lugar es a exigir a los exgestores de la entidad que asuman una parte del coste, ya que no han puesto un euro. Como también ha adelantado El Confidencial, Gorigolzarri no puede tirar de los seguros contratados para la operación sin que ellos lo pidan, por lo que va a reclamarles por vía judicial que aporten todo su patrimonio y las citadas pólizas para cubrir el máximo posible de la fianza.

Es lo que se conoce como "primeras pérdidas" y es la fórmula que ya se aplicó en el caso de las preferentes. Consiste en que, desde la primera condena en firme –la entidad recurre las de primera instancia–, no asume el 60% de cada indemnización BFA (propiedad al 100% del FROB, es decir, del Estado) y el 40% restante Bankia (ver cotización) . Al contrario, lo paga todo Bankia y sigue asumiendo todo el coste hasta alcanzar el importe máximo contemplado en el acuerdo, que son 312 millones netos. Sólo cuando ha abonado toda esa cantidad empieza a pagar el FROB. Lógicamente, a partir de ese momento, lo asume todo el fondo público de rescate hasta los 468 millones que le corresponden.

Caso Bankia José Ignacio Goirigolzarri Cristóbal Montoro Luis de Guindos Soraya Sáenz de Santamaría Audiencia Nacional
El redactor recomienda