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Santander admite estar descontento con su filial en EEUU pero descarta venderla
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CONFERENCIA BANCARIA DE MORGAN STANLEY

Santander admite estar descontento con su filial en EEUU pero descarta venderla

El Santander ha reconocido por fin su malestar con la marcha de su negocio en EEUU tras el reciente suspenso en los test de estrés, pero le va a dar una última oportunidad antes de ponerla a la venta

Foto: El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, y la presidenta Ana Patricia Botín. (Reuters)
El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, y la presidenta Ana Patricia Botín. (Reuters)

Ocurrió ayer en la conferencia bancaria anual que organiza Morgan Stanley en Londres. En la sesión de preguntas posterior a su exposición, los analistas preguntaron aJosé Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander, por la situación de su filial en EEUU. Y su respuesta fue que la entidad española "no está contenta con la calidad de su filial norteamericana, tanto desde el punto de vista de la experiencia de los clientes como de su tamaño", según recoge el propio banco de inversión en el resumen que elabora de cada intervención. Un portavoz del Santander no hizo comentarios sobre esta información.

Ahora bien, Álvarez dejó claro que la intención del banco es solucionar los problemas de su filial, para lo cual está "trabajando duramente", y no dio ninguna indicación en el sentido de que esté considerando ponerla a la venta, según el citado resumen. La referencia al tamaño es muy relevante en este caso, puesto que el Santander siempre ha sostenido que su criterio a la hora de entrar en un país es hacerlo con masa crítica suficiente para ser uno de los principales jugadores (por esa razón descartó la compra del italiano Carige). Y en EEUU carece de ese tamaño mínimo.

Lo cierto es quesu unidad estadounidense no les ha dado más que disgustos casi desde la propia compra del 25%del antiguo Sovereign en 2006. Esta compra se hizo con un compromiso de lanzar una OPA a un precio que llegó a estar un 1.000% por encima de la cotización del banco en bolsa tras la crisis de Lehman, mientras que el Santander acumulaba pérdidas de 2.500 millones de dólares. Finalmente, en octubre de 2008, en lo más duro del derrumbe financiero, prefirió rescatarlo a dejarle caer víctima de una fuga masiva de depósitos, con una oferta por el 75% que le costó otros 1.400 millones de dólares (1.900 millones de euros al cambio de entonces).

Desde entonces, el Santander ha intentado replicar en ese país el modelo de negocio que tan exitoso ha sido en España y Brasil –e incluso en Reino Unido–, pero no lo ha conseguido. CuandoEmilio Botíndecidió unificar todas sus marcas,rebautizóla filial como Santander USA, pero tampoco sirvió para darle el impulso necesario. Y el colofón llegó con los test de estrés de la Reserva Federal, que ha suspendido en 2013 y 2014 por criterios cualitativos (aunque sus niveles de capital superan el mínimo exigido en el escenario adverso).

El momento de la verdad

Ante esta situación y con el relevo en la cúpula del primer banco español, parece que ha llegado el momento de tomar decisiones, y las palabras de Álvarez en Londres suenan a última oportunidad. En principio, la intención es solucionar los problemas que han llevado a estos suspensos y tratar de enderezar el rumbo del negocio en ese país. La cuestión es siAna Patricia Botínestá dispuesta a poner los recursos necesarios en una labor de resultado muy incierto, y más cuando una de las prioridades estratégicas del banco es la máxima eficiencia en la utilización del capital por países y por negocios.

Otra salida sería acometer una adquisición que le aporte esa masa crítica, pero Santander dejó pasar la oportunidad de comprar a precio de saldo con la crisis financiera –sí la aprovechó en Gran Bretaña con las operaciones de Alliance & Leicester y Bradford & Bigley, que fusionó con Abbey–y ahora se antoja una misión bastante más complicada y, desde luego, bastante más cara. La tercera opción, si fracasan las anteriores, sería poner a la venta la entidad beneficiándose del buen momento del mercado y de la solidez de la recuperación económica en EEUU para tratar de maximizar su valor. Y olvidarse de su aventura americana, como BBVA ha tenido que olvidarse de su aventura china.

España: Santander, más pesimista que BBVA

Aparte de las cuitas norteamericanas, Álvarez se mostró bastante más pesimista que el director financiero de su eterno rival,Jaime Sáenz de Tejada, sobre las perspectivas del negocio en España. Así, rebajó el optimismo de hace unos meses sobre la evolución de los márgenes en nuestro paíspor culpa de la creciente competencia en los préstamos a pymes, la única área que crece (las hipotecas seguirán cayendo dadas las grandes amortizaciones pendientes) en un entorno de tipos muy bajos durante mucho tiempo. Esto estaba implícito en el retraso hasta 2017 de su objetivo de volver a una rentabilidad (ROE) del 10%. Aun así, vaticinó un crecimiento de los préstamos de entre el 3% y el 5% este año gracias al negocio corporativo.

En cambio, el representante de BBVA cree que la recuperación de la economía española será el principal motor de la evolución bursátil de su banco. Así, espera que el coste del riesgo siga cayendo con fuerza en nuestro país y confía en que los márgenes crezcan este año, algo a lo que ayudará bastante la recuperación del mercado inmobiliario. También espera un crecimiento del crédito en torno al 5% e incluso considera que estas previsiones positivas se pueden quedar cortas si la creación de empleo supera las expectativas gracias a la reforma laboral, y si disminuye la incertidumbre electoral.

Ocurrió ayer en la conferencia bancaria anual que organiza Morgan Stanley en Londres. En la sesión de preguntas posterior a su exposición, los analistas preguntaron aJosé Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander, por la situación de su filial en EEUU. Y su respuesta fue que la entidad española "no está contenta con la calidad de su filial norteamericana, tanto desde el punto de vista de la experiencia de los clientes como de su tamaño", según recoge el propio banco de inversión en el resumen que elabora de cada intervención. Un portavoz del Santander no hizo comentarios sobre esta información.

Ana Patricia Botín José Antonio Álvarez
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