Crèdit Andorrà se resiste a rescatar BPA y pone en peligro al Principado

Crèdit Andorrà se resiste a rescatar BPA, pese a que desde el Gobierno andorrano, que encabeza Antoni Martí, se les está presionado al máximo para que absorban Banca Privada de Andorra. Martí, que encabeza un gobierno débil, provisional, que todavía no ha tomado posesión formalmente, está lidiando con la crisis financiera más grave que ha sufrido nunca el país y que se puede llevar el Principado por delante, según aseguran fuentes financieras.

Martí y su ministro de Finanzas y Función Pública, Jordi Cinca, han explicado a los responsables del primerbanco andorrano que no hay otra opción para evitar una catástrofe financiera que equipararía el momento que vive Andorra con la crisis de Chipre de 2012.

Precisamente Cinca es un exdirectivo de Crèdit Andorrà y un buen conocedor de los entresijos del banco y de las tres familias que lo controlan: los Pintat, Casal y Reig. Pero tanto el presidente, Jaume Casal,como el consejero delegado, Josep Peralba, ven con muchos recelos una operación sin más lógica económica que preservar un sistema bancario que representa el 20% del PIB andorrano y que gestiona en este pequeño enclave pirenaico más de 46.000 millones de euros.

Crèdit Andorrà es el mayor banco de Andorra. Gestiona recursos por valor de 12.418 millones de euros, según consta en la memoria de la entidad correspondiente al año 2013, la última disponible. En balance tiene 6.500 millones y sus recursos propios suman más de 520 millones.

Crèdit Andorrà no tiene nada que ganar en la operación. Pero Andorra tiene mucho que perder: en concreto, todo. BPA ya no es viable. La denuncia de Estados Unidos, su probable exclusión de la operativa dólar y una posible multa por haber colaborado presuntamente de manera activa en actividades de blanqueo de capitales pesan como una losa sobre el futuro de la entidad. Una crisis bancaria en el Principado, que tiene el grueso de los ahorradores fuera del país, será insostenible. Igual que le pasaba a Chipre con los rusos.

La situación es tan desesperada que Antoni Martí ha tenido que pedir ayuda a Bruselas para sacar adelante su plan de que Crèdit Andorrà absorba BPA lo antes posible. Quieren que todo se resuelva antes del próximo lunes y que el BCE garantice la liquidez del sistema. El jefe del Gobierno de Andorrase reunió ayer con el presidente de la Comisión Europea,Jean Claude Juncker. Pero Martí no pudo aclarar todavía si Crèdit Andorrà será la llave que resuelva el entuerto. Andorra está intentando cerrar un acuerdo de asociación con la UE similar al de Suiza a cambio de levantar el secreto bancario el 2018. La crisis de BPA ha estallado en el peor momento.

Exigencias de los compradores

Los compradores quieren valorar BPA a cero, algo a lo que se niegan los socios destituidos ayer por el Instituto Nacional Andorrano de Finanzas (INAF), el equivalente al Banco de España. El principal argumento es su control del 100% de Banco de Madrid, también intervenido, y que es considerado la joya de la corona del grupo caído en desgracia.

Crèdit Andorrà también espera apoyo público para mantener la liquidez y garantías de que no tendrán que asumir responsabilidades legales heredadas por las malas prácticas de BPA. Para ello, mañana empezará una valoración de urgencia por parte de unexpertoindependiente de los activos de BPA.

Fichas cayendo

Mientras, siguen cayendo fichas del que era hasta ahora el tercer banco de Andorra. Ayer la Superintendencia de Panamá intervino la filial panameña de BPA, advirtiendo que la mayoría de los activos líquidos se encuentran en el Principado. Andorra y su dudoso modelo de paraíso fiscal se están quedando sin tiempo.