FCC regatea al buen gobierno y 'reencarna' a un fiel de Koplowitz como independiente

O Esther Koplowitz le ha metido un gol por toda la escuadra a Carlos Slim o, como parece más lógico, ambos socios han pactado a conveniencia los nombres de losconsejeros independientes designadosel pasado fin de semana para completar el nuevo órgano de gobierno de FCC. En todo caso,lo que está claro es que el grupo constructor hispano-mexicano ha hecho un regate en corto a la CNMV y en un sortilegio de gobierno corporativo ha conseguido que Henri Proglio, un viejo conocido de la casa, pase sin solución de continuidad de actuar como consejero dominical a reconvertirse por ensalmo en consejero independiente.

El nuevo ‘Código Rodríguez’ ha centrado sus esfuerzos en mejorar los mecanismos de funcionamiento de la junta de accionistas como institución suprema de representación y buen gobierno, facultando así un mayor protagonismo e influencia de los inversores particulares en la toma de decisiones de las grandes sociedades cotizadas. Por el contrario, el informe de recomendaciones elaborado por el comité de sabios adolece todavía de algunas lagunas que siguen facultando la mutación entre las distintas categorías de administradores y pervierten la condición del llamado consejero independiente como defensor último de la masa anónima de accionistas minoritarios.

El ejemplo de FCC confirma de manera fehaciente este pecado original del sistema de gobernanza empresarial en España y lo hace, además, justo cuando la presidenta de la Comisión de Valores acaba de presentar con todos los honores el nuevo Código Unificado de Buen Gobierno. El caso es todavía más hiriente si se tiene en cuenta que la CNMV exigió en su día a los responsables de la empresa constructora un especial cuidado en la configuración de su consejo de administración para evitar cualquier suspicacia que pudiera inducir a una eventual concertación entre los principales accionistas de referencia.

Para asegurar el respaldo del supervisor,los representantes de FCC se comprometieron a equilibrar el consejo de administracióntras la entrada en el accionariado de Carlos Slim, de modo que el magnate mexicano y Esther Koplowitz dispusieran cada uno de cuatro dominicales. Además,garantizaron la búsqueda de tres nuevos vocales independientes que, junto al consejero delegado, Juan Béjar, habrían de completar el máximo órgano de gobierno del grupo empresarial. La sorpresa ha sido mayúscula cuando, tan sólo dos meses después del acuerdo, FCC se ha descolgado con la presentación de nuevo en sociedad de Henri Proglio, pero esta vez como flamante consejero independiente.

Esther Koplowitz y sus tres hijas

El que fuera socio de referencia en el capital de FCC a través de la multinacional francesa Veoliasuponeun valor seguro para la empresa, tanto por su reputación profesional como por la experiencia e influencia institucional que atesora. Sin embargo, dentro del consejo de la compañía Proglio representa cualquier garantía menos la de un consejero independiente. No en vano, hasta hace semanas el futuro presidente de la multinacional francesa Thales ocupaba el cargo de consejero dominical como delegado de la instrumental EAC Medio Ambiente, empresa asociada a la holding B-1998 que es la sociedad patrimonial con la que Esther Koplowitz hace valer sus poderes en la constructora.

El historial de Proglio en FCC implica que Esther Koplowitz cuente, de hecho, con cinco consejeros a su favor dentro de la compañía. Los cuatro dominicales, que son ella misma y sus tres hijas –Esther, Alicia y Carmen Alcocer Koplowitz–más el supuesto independiente francés. Esther Alcocer actúa además en calidad de presidenta a la vezque su madre dispone del cargo de vicepresidenta primera. Mientras tanto, Carlos Slim se encarga de copar los puestos de alta dirección del grupo, consolidando un predominio real sobre las decisiones estratégicas que adopta el consejo de administración, donde el inversor mexicano cuenta también con otros cuatro vocales dominicales.

Además de Henri Proglio, el máximo órgano de gobierno de FCC designó otros dos independientes. El primero es Manuel Gil Madrigal, fundador de N+1 y antiguo consejero de Ezentis, Funespaña, GAM y Campofrío, entre otras sociedades. El segundo es Álvaro Vázquez de Lapuerta, que ha sido director general para España y Portugal del banco de inversión Dresdner Kleinwort,pero que también ha trabajado para JP Morgan en distintos países, incluyendo a México. Por supuesto que todos ellos se han incorporado a sus cargos con el correspondiente certificado de garantía independiente que para estas ocasiones suelen aportar los consultores, también independientes, especializados en la búsqueda de cazatalentos.