FROB y BdE: la comisión de control era una tapadera de los sobresueldos en la CAM

Los administradores de la CAM nombrados por el FROB y los peritos del Banco de España lo dejaron claro ayer en la Audiencia Nacional: la comisión de control de su filial TIP (Tenedora de Inversiones y Participaciones) era una tapadera para pagar sobresueldos, como las tarjetas black de Caja Madrid-Bankia. "No tenía actividad real", "era irrelevante", han sido algunos de los comentarios vertidos al respecto, e incluso el asesor jurídico de la entidad ha afirmado que se creó por las quejas de los consejeros por sus bajos sueldos. Además, los peritos acusaron ayer a Juan Ramón Avilés, presidente de la citada comisión, de recibir un exceso de crédito de 5 millones, que repartió a su familia.

En el mismo día en que el juez Fernando Andreu imputaba a los 78 beneficiarios de las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia, tal como adelantó El Confidencial, los testigos del juicio contra Avilés y el exdirector general de la entidad, Roberto López Abad, dictaminaron que la Caja de Ahorros del Mediterráneo instauró un sistema parecido. En este caso, los sobresueldos provenían de las dietas pagadas a sus consejeros por pertenecer a la comisión de seguimiento y control de TIP, el holding inmobiliario de la caja alicantina. De hecho, aseguran que esta comisión se creó ad hoc con la única finalidad de incrementar las retribuciones del consejo.

El más claro a este respecto fue el propio asesor jurídico de la CAM, Juan Martínez-Abarca, que declaró el martes por la tarde que la comisión se creó porque los consejeros de la entidad se quejaban constantemente de lo poco que cobraban, por lo que había que buscar una fórmula de subir las retribuciones. "Estaban tan enfadados que abordaban a los consejeros para pedirles más sueldo", llegó a decir. La fórmula elegida fue la creación de esta comisión en TIP con jugosas dietas: 1,5 millones en total (300.000 sólo para Avilés), según la fiscalía. El perito del Banco de España, José María Ruiz, ha coincidido en que "para retribuir a los órganos rectores se utilizaron las participadas y yo pongo en duda ese tipo de actuaciones".

Dicha comisión fue disuelta casi inmediatamente por los tres administradores nombrados por el FROB. Preguntados por los motivos de esta decisión, su respuesta fue clara: "Las actas revelaban que no tenía ninguna actividad", según José Antonio Iturriaga. "No tenía ningún sentido tener una comisión de control en TIP si ya existía una en la CAM", según Benicio Herranz. "No tenía mucho sentido mantener ese organismo cuando nosotros cogimos el control", según Tomás González, que añadió que "nos llamó la atención que las cantidades que se cobraban en la comisión de control de TIP eran varias veces las que se cobraban en la de la propia CAM". Esta tesis de la falta de actividad fue apoyada sin querer por el propio Avilés el lunes, cuando dijo que tenían "muchísimo trabajo, con reuniones larguísimas, que podían durar hasta dos horas".

Hasta la jueza asegura tenerlo claro

En todo caso, el propio López Abad había reconocido ese día que la finalidad del sistema de dietas era en realidad pagar sobresueldos a los consejeros, ya que "a nadie se le paga por calentar la silla una vez al mes. Lo que interesa es que se implique por sus conocimientos, su experiencia y la responsabilidad que asume". De hecho, considera que "las dietas son un concepto obsoleto, arcaico", ya que, según la CNMV, sólo el 6% de la retribución en las empresas del Ibex proviene de ese concepto, mientras que la mayoría corresponde al salario fijo.

"Se hizo mediante dietas porque la legislación obligaba a ello, pero yo habría preferido que fuera retribución fija y que estuviera en línea con el mercado". Según su declaración, este esquema fue sugerido por la consultora Towers Perrin tras constatar que los emolumentos del consejo de la CAM estaban un 75% por debajo de la media del mercado. De hecho, la propia presidenta del tribunal, Teresa Palacios, ha pedido que no se insistiera en este tema porque "está bastante claro".

Cinco millones del crédito, para la familia

Aparte de las dietas, otro de los delitos que se juzgan estos días en la Audiencia es la concesión de créditos irregulares a la familia de Avilés por 17,2 millones para el proyecto urbanístico La vereda de Sucina, "que no vendió un colín". Aquí, el perito del Banco de España y el de PwC, Javier López Andreo, también fueron tajantes: el expresidente de la comisión de control recibió un exceso de crédito sobre el que debía haber percibido para el proyecto, que cifran entre 4 y 5 millones. Este dinero se obtenía mediante disposiciones extraordinarias pese a que no habían cumplido los hitos de la construcción que exige este tipo de préstamos, a que disminuyeron las garantías y a que no fueron aprobadas por el consejo. Esa cantidad fue retirada de las cuentas del consejero y fue a parar a las de su familia; de hecho, en los balances de su sociedad figuran como "inversiones" en otras compañías, algo inadmisible en una promotora.

No es la única irregularidad detectada por los expertos, ya que también recibió créditos del ICO y del Icref (Instituto Murciano de Crédito y Finanzas), que excluyen expresamente la finalidad inmobiliaria. Asimismo, para burlar la limitación de 500.000 euros por préstamo, pidió tres para tres empresas distintas... y los transfirió inmediatamente a la misma. Pero quizá lo más grave sea que destinó 800.000 euros para garantizar el pago de intereses del préstamo promotor principal, es decir, la propia CAM le financiaba el pago de los intereses que le debía; "una irregularidad manifiesta: una entidad nunca puede financiar los intereses que se le pagan", según Ruiz.

Los dos peritos declararon junto a otros tres expertos, designados en este caso por el propio Avilés, con los que mantuvieron a lo largo de toda la jornada agrios enfrentamientos. Los expertos de la defensa del acusado rebatieron en numerosas ocasiones los argumentos del inspector del Banco de España y sostuvieron que Avilés no podía devolver las cantidades prestadas dado que no consiguió vender las viviendas construidas por culpa de la crisis. Defendieron, además, que actuó "diligentemente" y que la promoción inmobiliaria utilizó el crédito porque se construyó. "Ahí están las casas y los restaurantes, yo mismo he ido a comer a uno", agregó uno de ellos.