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El caso Gowex y la crisis de Carbures alejan a la biotecnológica Oryzon del MAB
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El SOCIO DE ROCHE QUIERE COTIZAR EN EL CONTINUO

El caso Gowex y la crisis de Carbures alejan a la biotecnológica Oryzon del MAB

La biotecnológica Oryzon, socio español de Roche, ha renovado sus planes de salida a bolsa pero no quiere saber nada del Mercado Alternativo Bursátil (MAB)

Foto: Oficinas de Oryzon en Cornellà de Llobregat
Oficinas de Oryzon en Cornellà de Llobregat

El varapalo recibido por Carbures en su regreso al parqué y la volatilidad de su cotización en los días sucesivos ha vuelto a poner en cuestión la fiabilidad del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) con el fantasma de Gowex acechando en el recuerdo de inversores y potenciales emisores. Entre estos últimos destaca la empresa biotecnológica española Oryzon, una de las marcas que se ha colocado también en la pista de despegue inmediato para salir a bolsa mediante una oferta pública de suscripción (OPS) de carácter institucional y orientada al mercado continuo.

Oryzon es una compañía fundada en el año 2000 con sede en Barcelona y que ha ganado una posición de liderazgo dentro del campo de investigación que se conoce como epigenética, una de las áreas científicas con mayor crecimiento y que a día de hoy ofrece un sólido desafío en la lucha contra el cáncer, alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Las enzimas epigenéticas tienen la propiedad de regular el ADN sin modificar su secuencia, lo que ha despertado el interés de las grandes multinacionales farmacéuticas que consideran a las compañías biotech como sus proveedores estratégicos.

Especializada en el desarrollo clínico de fármacos propios, Oryzon ha adquirido plena carta de naturaleza en el mercado internacional a partir del acuerdo suscrito el pasado mes de abril con Roche. La compañía suiza ha comprado los derechos sobre dos familias de patentes desarrolladas por la empresa española, valoradas en 21 millones de dólares. Aparte de este primer pago upfront, Oryzon ha extendido su colaboración con Roche a futuros hitos en el desarrollo clínico y comercial sobre hematología, cáncer y otras indicaciones benignas que podrían traducirse en ingresos superiores a los 500 millones de dólares.

Ambas sociedades empezaron a cotizar en 2010 y han tenido que superar desde entonces los obstáculos propios de una cultura especialmente conservadora como consecuencia de la crisis. A todo ello se han unido más recientemente las peculiares circunstancias teñidas en forma de escándalos que amenazan con estigmatizar al segundo mercado bursátil. Después, el profit warning y la caída consiguiente de Bionaturis, participada por Carbures, ha sido la gota que ha terminado de colmar el vaso y el conserje delegado y cofundador de Oryzon, Carlos Buesa, parece haber escarmentado en cabeza ajena, descartando cualquier posibilidad de incorporarse al MAB. La propuesta presentada a la CNMV con el asesoramiento de Ahorro Corporación está ahora condicionada en dirección exclusiva al mercado continuo.

El Grupo Ferrer y la familia Ventura, socios de referencia

Los fondos obtenidos con la salida a bolsa se destinarán a nuevas tareas de investigación que exigen los programas clínicos en curso y al desarrollo de nuevos proyectos. Oryzon ha sintetizado y analizado más de 800 moléculas como potenciales terapias de inhibición contra el alzhéimer. La empresa quiere también ampliar su expansión en Estados Unidos, donde acaba de abrir una filial en Cambridge (Massachusetts) y ha contratado a dos nuevos consejeros independientes de renombre en el sector farmacéutico.

Russell G. Greig, antiguo ejecutivo de GlaxoSmithKline, se ha incorporado al máximo órgano de gobierno de Oryzon, donde además actúa como presidente de la comisión de nombramientos y retribuciones. Al mismo tiempo, Gregory L. Weaber, antiguo CFO de Fibrocell Science, acaba de ser designado vicepresidente ejecutivo y director financiero global de la compañía española. Weaber, que ha estado unos meses al frente de la comisión de auditoría de Oryzon, desarrollará su actividad directamente desde Estados Unidos y tendrá un papel esencial en la preparación de todo el proceso de salida a bolsa.

Desde su origen hace ahora quince años, Oryzon ha financiado sus actividades con recursos propios por valor de 18 millones de dólares, que ha ido complementando con otros 21 millones de dólares procedentes de avales y créditos blandos. Estas aportaciones ponen de relieve el importante salto cualitativo que se deriva de la oferta pública en bolsa. La compañía diversifica en la actualidad su capital entre un total de 114 accionistas, si bien el 82% de las acciones se concentran en siete grandes bloques de propietarios. Aparte del 33% en manos de los ejecutivos fundadores, Oryzon está participada por las firmas de capital riesgo Najeti y Corsabe, además del Grupo Ferrer y la firma de inversiones de la familia Ventura, dueña de Laboratorios Ordesa y copropietaria de Nutrexpa.

El varapalo recibido por Carbures en su regreso al parqué y la volatilidad de su cotización en los días sucesivos ha vuelto a poner en cuestión la fiabilidad del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) con el fantasma de Gowex acechando en el recuerdo de inversores y potenciales emisores. Entre estos últimos destaca la empresa biotecnológica española Oryzon, una de las marcas que se ha colocado también en la pista de despegue inmediato para salir a bolsa mediante una oferta pública de suscripción (OPS) de carácter institucional y orientada al mercado continuo.

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