Guerra civil en Sacyr: Loureda amenaza con vender tras la decapitación de su hijo

Sacyr empezará 2015 con varios frentes abiertos que pueden tener un impacto considerable en sus cuentas y en su accionariado. Al match ball por la refinanciación del crédito de 2.300 millones vinculado a su participación en Repsol, se suma ahora la guerra interna en el consejo entre José Manuel Loureda, fundador y segundo máximo accionista, contra el presidente, Manuel Manrique.

Loureda, uno de los ingenieros que fundaron Sacyr junto al propio Manrique, Luis del Rivero y Felix Riezu tras abandonar Ferrovial, ha asegurado a su círculo más íntimo que la destitución fulminante de su hijo como presidente y consejero delegado de Testa, la filial inmobiliaria del grupo, no va a caer en saco roto. Así lo puso de manifiesto en el consejo de administración celebrado el pasado 18 de diciembre en la reunión en la que se aprobó el relevo de su vástago.

Aquella decisión se adoptó a espaldas de la comisión ejecutiva de Sacyr, que no conoció la decisión de Manrique hasta última hora. Los componentes del consejo de administración, con la excepción de Demetrio Carceller y el propio Loureda, no tenían ni idea de los cambios en la alta dirección, según confirmaron fuentes próximas a la compañía. Esta falta de comunicación provocó voces airadas en la citada reunión, que se saldó con varios votos en contra de la decapitación de Daniel Loureda.

El primogénito hizo lo que pudo para agarrarse a la silla, pero finalmente no pudo evitarlo. La compañía aseguró oficialmente que “seguiría teniendo un puesto de responsabilidad en el grupo”, pero a día de hoy se desconoce cuál es su nuevo destino tras ser reemplazado por Fernando Lacadena. Sí se sabe que el hijo mayor de Manrique va a ocupar un cargo ejecutivo en Valoriza Conservación, la filial de servicios.

La situación recuerda a la que vivió Luis del Rivero cuando fue relevado de la presidencia de la compañía en octubre de 2011. El empresario murciano fue traicionado por Manrique y por Carceller, que a las pocas semanas también invitaron a su hijo, asimismo llamado Luis, a salir del grupo por la fuerza. La misma fortuna corrió su mujer, Clara Cerdán. Fue, sin duda, una limpieza étnica que tuvo como respuesta la venta masiva de las acciones que estaban en manos de la familia Del Rivero.

En concreto, el ingeniero de Murcia se desprendió de su paquete del 12,8%, en poco más de cuatro meses, lo que provocó el hundimiento de la cotización hasta los 1,34 euros, mínimos históricos de Sacyr en bolsa. Analistas consultados por El Confidencial temen que la nueva guerra civil en el consejo de la constructora acabe por los mismos derroteros, con la venta del 7,8% que la familia Loureda aún mantiene en cartera.

Un fondo, de salida

Porque José Manuel Loureda ya tuvo que desprenderse el pasado año de una participación significativa de Sacyr, apremiado por las deudas con la banca. En concreto, enajenó 15,72 millones de títulos de la compañía por un valor en libros de 77,03 millones de euros. Una operación que saldó con unas pérdidas de 36,6 millones que asumieron las sociedades patrimoniales de Loureda al tener que hacer frente a varios créditos con CaixaBank. La deuda con la entidad catalana ya está finiquitada, pero el ingeniero de 75 años aún tiene pendiente de pagar cerca de 8,5 millones a Bankia, Credit Suisse y Banco Popular.

Esos créditos no son problemas para la familia porque su 7,8% de Sacyr tiene un valor de mercado de 118 millones. Pero si Loureda decide cumplir su amenaza y vende su participación por la defenestración de su hijo, el problema puede ser para la constructora. Una salida de papel de esa magnitud provocaría una caída significativa de la cotización, muy presionada por la incertidumbre sobre la refinanciación del préstamo de 2.300 millones de Repsol.

Algunos inversores ya han advertido de este riesgo adicional y han decidido reducir su presencia en Sacyr. El fondo Taube Hodson Stonex Partners, que llegó a tener un 5,6% del capital de la constructora con la compra de parte del paquete de Juan Abelló, ha bajado su participación a apenas un 4%.