Gómez-Pomar ficha a su número dos de Renfe para acelerar el concurso del AVE

Francisco Minayo, director general de Operaciones de Renfe hasta el pasado mes de octubre, se ha incorporado al Ministerio de Fomento como asesor del nuevo secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar. El ‘fichaje’ está relacionado con el interés de la ministra Ana Pastor por acelerar el proceso de liberalización del AVE dentro de la actual legislatura y ha sido recibido también con natural satisfacción entre las empresas privadas que aspiran a la privatización, dada la experiencia ferroviaria del antiguo ejecutivo del monopolio estatal.

Los aspirantes a entrar en el corredor de Alta Velocidad entre Madrid y Valencia están cada día más recelosos del papel protagonista que corresponde a Adif en todo el proceso de apertura del transporte de viajeros por ferrocarril. El administrador de la infraestructura ha mostrado su mayor resistencia a una rebaja del canon que han de pagar las empresas por la utilización de la vía férrea en España pero, además, la decisión de Adif es clave para justificar la cobertura de la malla ferroviaria que, en definitiva, es lo que permite definir las ofertas de los potenciales operadores.

La incorporación de Minayo al equipo ministerial supone un respiro para la mayor parte de concursantes privados que tienen en Renfe el marco de referencia ideal para diseñar sus planes de empresa y comparten también con la compañía pública una misma comunidad de intereses. No en vano, el material rodante que utilizará el futuro operador privado del AVE será proporcionado en régimen de alquiler por el actual y único operador estatal. Renfe terminará siendo el rival a batir pero, de momento, es el mejor aliado para hacer frente común ante la capacidad de influencia que posee Adif.

La llegada de Pablo Vázquez a Renfe ha provocado una renovación en cascada dentro de la alta dirección que ha llevado las riendas de la compañía durante la etapa presidencial de Gómez-Pomar. El último en dejar el cargo ha sido Alberto García Álvarez, número tres en la práctica como responsable del negocio de Viajeros y que la pasada semana fue sustituido por Ramón Azuara, un directivo de su propio equipo. Este relevo ha sido efectuado con todas las cautelas para evitar los malentendidos suscitados a raíz precisamente de la destitución fulminante de Minayo.

Rebajar precios para facilitar la competencia

El director general de Operaciones ha sido, junto al director general del área de Viajeros, una figura clave en todo el reajuste de la política tarifaria impulsado por Renfe a instancias del Ministerio de Fomento. Los nuevos precios, basados en descuentos y promociones, han estimulado el uso del ferrocarril, favoreciendo una mejora de los ingresos de Renfe hasta casi los 1.500 millones de euros entre enero y septiembre de este año. De esta cifra, más de 900 millones corresponden a las actividades del AVE, lo que supone un incremento superior al 7% con respecto al mismo periodo del año pasado.

La transición a la competencia mediante una estrategia comercial mucho más agresiva ha sido uno de los grandes éxitos del equipo dirigido por Gómez-Pomar en su anterior etapa al frente de la operadora ferroviaria. El nuevo secretario de Estado de Infraestructuras tiene ahora que culminar la tarea despejando el camino regulatorio para que nuevos operadores puedan subirse al tren del AVE con ciertas garantías de rentabilidad. De ahí que el principal colaborador ministerial de Ana Pastor haya recuperado para la causa de la liberalización al que era su mano derecha en Renfe.

Minayo desempeñará una labor esencial de apoyo a la Secretaría General de Transportes en la puesta en marcha del concurso público del corredor del AVE entre Madrid y Valencia. El Gobierno ha sometido a consulta pública la orden ministerial que regula el procedimiento de licitación, pero las propuestas de los potenciales interesados dependen ahora del pliego de condiciones que se pretende sacar antes de finales de enero. La definición técnica de dichos requisitos entraña una especial complejidad, pues no en vano es la primera vez que el servicio de viajeros por ferrocarril se abre a la competencia privada.

El tándem formado por Gómez-Pomar y Francisco Minayo constituye el principal soporte de Ana Pastor para aprobar las dos grandes asignaturas pendientes en el Ministerio de Fomento. De un lado está la OPV de Aena, que se ha convertido casi en una cuestión de orgullo personal ante los impedimentos de otros miembros del Gobierno. En segundo lugar, la apertura del AVE en un proceso que también genera desconfianza entre los agentes del mercado. Ganar ambas batallas puede parecer un desafío demasiado ambicioso, pero el triunfo político podría quedar asegurado si la ministra sale victoriosa, al menos, en una de ellas.