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El Puerto de Barcelona garantizó en secreto el 'pelotazo ruso' de Marina Port Vell
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SU PRESIDENTE, SIXTE CAMBRA, ES AMIGO DE MAS

El Puerto de Barcelona garantizó en secreto el 'pelotazo ruso' de Marina Port Vell

Antes de la compra y sin que se hiciera público, ya estaba garantizado que el Puerto de Barcelona les iba a prorrogar la concesión otros cinco años

Foto: Foto: Marina Port Vell
Foto: Marina Port Vell

Los inversores en Marina Port Vell tenían garantizado el pelotazo por adelantado, con unas condiciones de las que se beneficiaron los fondos opacos de oligarcas rusos que usaron a Salamanca Group como sociedad pantalla. Así consta en las due dilligence de la operación a las que ha tenido acceso El Confidencial.

Tanto es así que, antes de la compra, ya estaba garantizado que el Puerto de Barcelona iba a prorrogar la concesión otros cinco años. El acuerdo se alcanzó el 30 abril del 2010, pero no se hizo público entonces. Dicho acuerdo, no obstante, aparece reflejado en el informe de due dilligence de 8 de junio de ese mismo año.

El pacto es previo a la presidencia de Sixte Cambra en el Puerto de Barcelona, que fue asumida en enero del 2011. Pero fue Cambra quien aprobó la prolongación de la concesión, y no por cinco años, como estaba previsto, sino por diez. Este acuerdo fue formalizado por Cambra en noviembre del 2012.

Fuentes del Puerto han asegurado ignorar este pacto previo y han justificado el alargamiento de la concesión por el compromiso de Salamanca Group a invertir hasta 35 millones de euros en Marina Port Vell. Curiosamente, la prolongación de la concesión es clave para la rentabilidad de la inversión de estos fondos, tras los que se oculta el dinero del presidente de la petrolera rusa Lukoil, Vagit Alekperov.

Salamanca Group sólo pagó 4,5 millones por Marina Port Vell, pero asumía la deuda de esta con FCC, que ascendía a 5,5 millones. En total, 10 millones de euros, una valoración baja para una empresa cuyo balance sumaba 10,9 millones, según un informe previo a la adquisición elaborado por BDO para Salamanca Group.

Fuentes financieras explican que tras la ampliación de la concesión el valor del activo se multiplicó: beneficio privado gracias a decisiones públicas.

Falta de transparencia

Pese a la falta de transparencia de los inversores, el Puerto de Barcelona no se plantea revisar la concesión. Sixte Cambra y su equipo siempre han mantenido que Salamanca Group cumplió las condiciones legales y que, por tanto, la concesión está en orden.

No obstante, la responsabilidad no es sólo de Cambra, presidente del Puerto designado por la Generalitat, y amigo y persona de confianza del presidente catalán Artur Mas, sino también del Gobierno Central. Puertos del Estado es un organismo público que depende del Ejecutivo de Madrid.

Críticas de la Oficina Antifraude

Ayer mismo, el director de la Oficina Antifraude de la Generalitat, Daniel de Alfonso, aseguró en Catalunya Ràdio que a su juicio el dinero que se invirtió en Marina Port Vell proviene del blanqueo de capitales. Salamanca Group ha negado estas acusaciones asegurando que “la utilización de estructuras corporativas y financieras complejas o sofisticadas no pueden ser consideradas como algo ilegal o ni siquiera irregular, por el contrario, la práctica habitual en el campo de las inversiones internacionales”.

“Salamanca Group, desde el primer momento en que transcendió en los medios de comunicación el pasado mes de mayo que la Agencia Antifraude había iniciado una actuación sobre la Marina del Port Vell, se puso en contacto con este organismo para ofrecer toda la colaboración y datos que considerara necesarios. Igualmente, cuando se informó que la Agencia había remitido el expediente al Banco de España, Salamanca Group hizo el mismo ofrecimiento al Sepblac sin que hasta el momento ninguno de los dos organismos haya requerido ningún tipo de información”, ha declarado el grupo británico en una nota.

Los inversores en Marina Port Vell tenían garantizado el pelotazo por adelantado, con unas condiciones de las que se beneficiaron los fondos opacos de oligarcas rusos que usaron a Salamanca Group como sociedad pantalla. Así consta en las due dilligence de la operación a las que ha tenido acceso El Confidencial.