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ACS, FCC y Abengoa arremeten contra su socio sueco en Yoigo por la venta fallida
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LA CUARTA OPERADORA NECESITA UN ‘PLAN B’

ACS, FCC y Abengoa arremeten contra su socio sueco en Yoigo por la venta fallida

La frustrada venta a Jazztel ha enturbiado las relaciones dentro de Yoigo. Los socios españoles reclaman a Telia Sonera un 'plan B' de supervivencia

Foto: El presidente de TeliaSonera, Johan Dennelind (EFE)
El presidente de TeliaSonera, Johan Dennelind (EFE)

Por segunda vez en poco más de un año TeliaSonera ha fracasado de manera estrepitosa en su intento de vender Yoigo. La cuarta operadora española de telefonía móvil está condenada a ser la eterna ‘solterona’ del sector en detrimento también de sus accionistas ACS, FCC y Abengoa, socios promotores de la antigua Xfera y que se las prometían felices con el pretendido 'pase' de la empresa. El desenlace de las fallidas negociaciones con Jazztel ha enfriado las relaciones dentro del capital de Yoigo hasta el punto de que los socios locales creen que la multinacional escandinava ha hecho lo que coloquialmente se dice “el pardillo” y ahora necesita un plan B para salvar la compañía.

El malestar de las tres grandes constructoras se debe a las due dilligences que Jazztel estuvo realizando sobre las cuentas de Yoigo con el beneplácito de TeliaSonera y que, en realidad, sólo tenían por intención llamar la atención del mercado y, en particular, de la francesa Orange. Los accionistas minoritarios de Yoigo, que controlan el 23,4% de la compañía, advirtieron en balde de que el presidente de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, estaba utilizando la negociación a modo de ‘liebre’ para impulsar el interés de la multinacional gala sobre su propia compañía.

Haciendo honor a su naturaleza, TeliaSonera se hizo la sueca y terminó desairada por Jazztel, que finalmente cebó la oferta de Orange hasta casi 3.400 millones de euros. Pujals se salió con la suya pero a costa de dejar a Yoigo compuesta y sin novio a la vista. La operadora necesita de manera urgente un plan B que permita aguantar el tirón a sabiendas de que su accionista la tiene puesta en almoneda. De hecho, el consejero delegado de la multinacional escandinava, Johan Dennelind, ha calificado la presencia en España de TeliaSonera bajo el eufemismo de “revisión estratégica”, reconociendo en cualquier caso que las alternativas para Yoigo son ahora mucho más limitadas.

El candidato natural para la compra sigue siendo Orange, pero cualquier intento de negociación deberá esperar al menos el tiempo suficiente para que el acuerdo con Jazztel sea bendecido por los organismos reguladores sin dejar secuelas que puedan afectar a la competencia en el mercado. La filial de France Télécom es ahora la tercera empresa del mercado español de telefonía móvil a muy corta distancia de Vodafone, por lo que la eventual adquisición de Yoigo permitiría desbancar a la multinacional británica forzando nuevos movimientos de consolidación en el sector de las telecomunicaciones.

Telefónica fuerza la consolidación

Yoigo cuenta con más de un millón de clientes y ha conseguido ganar posiciones gracias al acuerdo de roaming suscrito hace un año con Telefónica y que le permite utilizar la red 4G de la compañía que preside César Alierta. Precisamente este convenio impide a futuro que Telefónica pueda tener un interés en hacerse con el control de Yoigo ya que las sinergias de esa integración serían nulas para la entidad compradora. La primera operadora española factura a Yoigo 100 millones de euros anuales que lógicamente tendrían que ser descontados de la cifra de ingresos consolidada si se produce una absorción.

La tercera opción de TeliaSonera apunta a Vodafone, pero la compañía que dirige Vittorio Colao está embarcada en la compra de ONO, por la que ha pagado la friolera de 7.200 millones de euros. Los observadores del mercado consideran que esta operación tiene todavía un largo recorrido de gestión y estiman que el desarrollo corporativo de la compañía británica se orientará después a la absorción de otras cableras locales que tienen también colocado el cartel de ‘se vende’. La nueva empresa surgida de la fusión entre Vodafone y ONO es reconocida como el principal candidato a la adquisición de ‘R’ en Galicia, Telecable en Asturias y Euskaltel en el País Vasco.

La agresiva política comercial de Telefónica ha sido la piedra de toque que ha terminado por desencadenar el inevitable proceso de consolidación en el mercado español de ‘telecos’. La integración paulatina de una oferta común de servicios fijos y móviles y la incorporación de los contenidos como factor diferencial de competitividad han convertido a las telecomunicaciones en una industria muy intensiva en capital que exige masa crítica a los distintos agentes operadores. La CNMC, en su papel de regulador, va a tener trabajo extra oficiando nuevas ‘bodas’ en el mercado, y Yoigo debe darse prisa si no quiere quedarse para vestir santos.

Por segunda vez en poco más de un año TeliaSonera ha fracasado de manera estrepitosa en su intento de vender Yoigo. La cuarta operadora española de telefonía móvil está condenada a ser la eterna ‘solterona’ del sector en detrimento también de sus accionistas ACS, FCC y Abengoa, socios promotores de la antigua Xfera y que se las prometían felices con el pretendido 'pase' de la empresa. El desenlace de las fallidas negociaciones con Jazztel ha enfriado las relaciones dentro del capital de Yoigo hasta el punto de que los socios locales creen que la multinacional escandinava ha hecho lo que coloquialmente se dice “el pardillo” y ahora necesita un plan B para salvar la compañía.

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