El exdirector de supervisión del BdE defiende la gestión de Rato en Bankia

El antiguo director general de Supervisión del Banco de España, Jerónimo Martínez Tello, reconoció hoyante el juez Fernando Andreu que nunca existieron dudas de la formulación de cuentas llevada a cabo por el equipo de Rodrigo Rato en Bankia: “Estaban dentro de las normas contables, aunque compartíamos las dudas del auditor sobre las cuentas de BFA”, puntualizó.

Martínez Tello añadió que la reformulación efectuada a instancias del nuevo equipo encabezado por José Ignacio Goirigolzarri se vio determinada por “un escenario de volatilidad terrible y estaba condicionada además por el efecto que tienen los dos decretos Guindos” destinados a garantizar nuevas provisiones en el sistema financiero español. Según el ex alto cargo del Banco de España, “en absoluto había motivos para una intervención en diciembre de 2010”.

La declaración de Martínez Tello en la Audiencia Nacional puede servir como referencia para el informe pericial que se conocerá en los próximos meses sobre la gestión de Bankia. Dicho informe es crucial en la decisión del juez, como se ha demostrado recientemente en el caso de Banca Cívica, la otra entidad que ha sido objeto de una investigación judicial por el mismo tribunal.

El que fuera responsable de Supervisión en el Banco de España admitió también que las dudas sobre la capacidad de Bankia para devolver las ayudas del Estado se pusieron de manifiesto por primera vez en una reunión con Rodrigo Rato en octubre de 2011. A juicio de Martínez Tello, las medidas que se tomaron eran las adecuadas y consistían en relanzar la rentabilidad de la entidad y modificar, simplificándola, su estructura.

Con respecto al llamado Plan Rato, que establecía las necesidades financieras de Bankia en 7.000 millones de euros, Martínez Tello consideró que “era un buen aporte, aunque estos temas tenían que calcularse y contrastarse un poco más”. En concreto, el dato aportado como más conveniente por el antiguo directivo del Banco de España fue de entre 9.000 a 10.000 millones, teniendo en cuenta los 21.000 millones de créditos inmobiliarios que tenía en cartera Bankia.

Martínez Tello aseguró que la llegada de Goirigolzarri convirtió todos esos planes en “papel mojado”: “El propósito en ese momento era el de estabilizar la entidad que había quedado previamente abierta en canal”, añadió el colaborador de Miguel Ángel Fernández Ordóñez en la etapa en que este último era gobernador del Banco de España. El antiguo responsable de Supervisión aseguró que la idea inicial del organismo regulador era que Rodrigo Rato siguiera como presidente de Bankia con Goirigolzarri en calidad de consejero delegado. Sin embargo, cuando estaban pensando en qué pasivo se iba materializar la ayuda, se produjo la bomba de la dimisión de Rato.