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Catalunya Banc y Bankia hacen los mayores 'enjuagues' contables para elevar su capital
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kutxa y bbva, los que menos recurren a ellos

Catalunya Banc y Bankia hacen los mayores 'enjuagues' contables para elevar su capital

La banca española ha reforzado su capital por las normas de solvencia y los próximos test de estrés. Pero no todas las entidades lo han hecho igual

La banca española ha reforzado de forma general su capital por las nuevas normas de solvencia y los próximos test de estrés. Pero no todas las entidades lo han hecho igual. La fórmula ortodoxa es ampliar capital, reforzarlo con los beneficios o vender activos. Pero existe otra fórmula que consiste en reducir el denominador de la ratio de capital: los activos ponderados por riesgo. Esta práctica se conoce en el sector como 'enjuagues' contables, y los que más la han utilizado son Catalunya Banc y Bankia, según la revista The Banker. Por el contrario, los más ortodoxos son Kutxa y BBVA.

La ratio de solvencia se calcula dividiendo los fondos propios entre los activos ponderados por riesgo (APR) de cada entidad. Este concepto siempre es inferior al activo total y da un peso mayor a elementos con más riesgo (como crédito promotor, inversión en bolsa o créditos al consumo) y muy bajo o nulo a otros como deuda pública o créditos a grandes empresas. Esto es lo que se conoce como "consumo de capital".

Lo que han hecho nuestras entidades es reducir el volumen de los APR de forma que ahora suponen un porcentaje inferior del activo real (sin ponderar). Es lo que se llama eufemísticamente "adecuada gestión de balance" o "aplicación de modelos propios". Para ello, se revisan las ponderaciones de estos activos a la baja aplicando una metodología interna que tiene que estar supervisada por el Banco de España, que permite aplicar unos mínimos de ponderación más laxos que en los modelos estándar (iguales para todas las entidades). Si bajas el denominador, aunque el numerador -el capital- no aumente, la ratio de solvencia sube.

Hasta la crisis, los APR de la banca española eran mucho más altos que los de la extranjera en comparación con los activos totales, porque el Banco de España exigía unos mínimos de ponderación que no existen en otros países. Además, la actividad de banca de inversión consume bastante menos capital que la minorista, que es la que supone el grueso del negocio de nuestras entidades.

Sin embargo, cuando empezaron a aflorar los grandes déficits de capital en nuestro sistema financiero, el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez abrió la mano para que pudieran utilizarse estos 'enjuagues' y disimular el problema.

Catalunya Banc y Bankia frente a Kutxa y BBVA

Esto explica que la mayor diferencia entre los APR y el activo total se dé en las entidades rescatadas. Según datos de la revista The Banker, una de las más relevantes del sector, la entidad con esta relación más baja (el 28,55%) es Catalunya Banc, que encara la recta final de su tercer intento de subasta. Le siguen Bankia donde los APR suponen el 35,03% del activo y otras entidades que han recibido ayudas públicas, como Liberbank (38,38%)o BMN (39,35%). Más sorprendente resulta la presencia en este grupo de nombres con mayor solidez, como Ibercaja (38,08%) o Unicaja (38,84%).

En el otro extremo, la mayor cercanía entre el activo total y los APR aparece en las entidades que han salido reforzadas de la crisis o incluso que han ampliado capital, como Kutxabank (60,28%), BBVA (55,55%), Popular (54,52%), Sabadell (44,59%) o Santander (43,9%), si bien con notables diferencias entre ellos, como se puede apreciar. En este pelotón también encontramos sorpresas positivas: la presencia de Cajamar, donde esta relación se sitúa en el 50,93%, o de la nacionalizada NCG Banco -vendida a Banesco y rebautizada como Abanca-, con un 44,07%.

Estos enjuagues y las grandes diferencias entre entidades y países han hecho que las normas de Basilea III, además de elevar el mínimo de solvencia según las medidas tradicionales, también impongan una nueva ratio de apalancamiento total, que se calcula dividiendo el capital entre los activos totales, sin ponderar. De esta forma, se podrá comparar de forma más objetiva la solvencia real de los diferentes bancos, en lo que se trata de una vuelta a los modelos más simples tras la complejidad financiera que caracterizó la época de la burbuja.

Rentabilidad baja, pero con grandes diferencias entre bancos

The Banker también analiza la rentabilidad (medida como retorno sobre capital) de las principales entidades que operan en nuestro país. Se trata de la gran preocupación del sector y de las autoridades una vez culminado -al menos en teoría- el saneamiento de sus balances, ya que ahora mismo este negocio es muy poco rentable por culpa de los bajos tipos de interés y la caída del crédito, con unas cifras claramente por debajo del coste del capital. De ahí que las principales entidades hayan fijado como el principal objetivo de sus planes estratégicos volver a rentabilidades de dos dígitos lo antes posible.

La rentabilidad del conjunto del sector se desplomó desde las cifras superiores al 20% de los años de la burbuja (2005-2007) hasta apenas el 2% en 2011 y entró en negativo (-33,21%) en 2012, el año de la debacle de la banca española por la obligación impuesta por el Gobierno de reconocer las pérdidas del ladrillo (los famosos Decretos Guindos) y por los test de estrés de Oliver Wyman. La rentabilidad volvió a positivo en 2013, pero con un exiguo 5,26%.

Ahora bien, esta media también oculta grandes diferencias entre entidades, según el análisis de esta publicación. La más rentable el año pasado fue Santander, con un 12,51%, seguida por Banca March con el 11,78%, Bankia con el 10,62% (gracias a la vuelta a beneficios tras el rescate) y Bankinter con el 10,14%. En el lado contrario, un puñado de entidades mantienen la rentabilidad negativa debido a las pérdidas que sufrieron el año pasado. La peor, como sucedía con los enjuagues, es Catalunya Banc, con un -61,21% negativo. Deutsche Bank España y NCG también sufren una rentabilidad negativa superior al -15%, y La Caixa, Ibercaja y Liberbank registran ligeros retornos negativos.

La banca española ha reforzado de forma general su capital por las nuevas normas de solvencia y los próximos test de estrés. Pero no todas las entidades lo han hecho igual. La fórmula ortodoxa es ampliar capital, reforzarlo con los beneficios o vender activos. Pero existe otra fórmula que consiste en reducir el denominador de la ratio de capital: los activos ponderados por riesgo. Esta práctica se conoce en el sector como 'enjuagues' contables, y los que más la han utilizado son Catalunya Banc y Bankia, según la revista The Banker. Por el contrario, los más ortodoxos son Kutxa y BBVA.

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