Goirigolzarri cuida a la plantilla de Bankia: vuelven el plan de pensiones y el bonus

José Ignacio Goirigolzarri quiere que la normalización de la actividad operativa en Bankia, una vez resuelta la reestructuración de las oficinas y el cierre del caso de las preferentes, también se traslade a la plantilla. El presidente de la entidad nacionalizada ya ha aprobado la recuperación de las aportaciones a los 14.500 empleados que han quedado en el grupo tras el ERE y pedirá al Banco de España el permiso para abonar una retribución variable a su cúpula directiva.

Fuentes oficiales han confirmado que Goirigolzarri ya ha eliminado una de las restricciones que aplicó nada más aterrizar en Bankia para reconducir las cuentas de la entidad. El primer ejecutivo del grupo financiero controlado por el Estado pactó con los sindicatos la modificación de las condiciones laborales de los empleados que continuaran en el grupo tras el despido de 4.500 trabajadores. El acuerdo era por dos años, entre 2012 y 2013, y tenía como objetivo recortar los costes en 200 millones mediante la reducción de la retribución fija, la variable, las aportaciones a los planes de pensiones, las prestaciones por riesgos y las promociones internas.

Una vez superado este periodo obligado de ajuste del cinturón, el presidente quiere empezar a premiar el sacrificio de los que se quedaron. Por este motivo, Bankia ya ha empezado a realizar las aportaciones de pensiones a los empleados del grupo, que durante dos años ha estado cancelada. La primera la hizo a finales de abril y este mes de julio se completará la segunda por el del 50% del compromiso de cada empleado en activo.

El siguiente paso que quiere dar Goirigolzarri es que los empleados puedan percibir una paga variable o bonus si el banco alcanza determinados objetivos comerciales, de solvencia y de rentabilidad. Según distintas fuentes, el presidente del grupo se lo va a comunicar al Banco de España para someterlo a su consideración, y al Ministerio de Economía, que supervisa cualquier decisión con un importante calado social en representación del 61% que tiene el Estado.

La medida se abonaría a principios de 2015 tanto a los empleados de las oficinas bancarias como a los mandos intermedios y a la cúpula directiva, cuyos miembros han sido recientemente nombrados tras trabajar durante dos años en funciones provisionales. Para el colectivo más reducido de ejecutivos, Goirigolzarri quiere promover un plan de bonificación con pago en acciones que también fue suspendido a su llegada para los ejercicios 2012 y 2013.

Beneficios con curvas

Ambas decisiones van encaminadas a continuar con el proceso de lo que se ha llamado "normalización" de un banco que, tras el rescate por parte del Estado con la inyección de 22.464 millones de euros, ha vuelto a centrarse en potenciar la actividad comercial, atraer nuevos clientes y en elevar la rentabilidad para los accionistas. El grupo ganó 800 millones el pasado ejercicio, después de destinar 1.200 a compensar a los afectados por las preferentes.

Esta mejora ha continuado en el primer trimestre de 2014, periodo en el que el BFA registró un beneficio neto de 250 millones, un 17,4% más que en el mismo periodo de 2013. Del total, la filial Bankia aportó 186 millones gracias a la recuperación del negocio tradicional, el recorte de gastos y el control de la morosidad, que impulsó sus resultados un 38,5%. Algunos analistas sugirieron que la entidad podría superar su objetivo, que es ganar 1.100 millones en 2014.

El presidente de Bankia está convencido de que ha terminado la mayor parte de la limpieza y puesta a punto de la maquinaria de Bankia. Goirigolzarri aseguró en abril que el grupo ha entrado en el proceso de normalización, aunque todavía tiene muchos problemas de carburación, paliados, en parte, por el dinero de los contribuyentes. “Quedan muchas curvas y será cuesta arriba”. Un futuro que cree que se alcanzará antes y mejor con una plantilla motivada y compensada en línea con las del resto del sector.