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Santander se alía con la 'banca en la sombra' mientras los demás bancos tienen pánico
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EL SECTOR LO CONSIDERA EL UBER FINANCIERO

Santander se alía con la 'banca en la sombra' mientras los demás bancos tienen pánico

Emilio Botín ha vuelto a hacerlo. donde los demás ven peligros y amenazas, él ve una oportunidad. En este caso, se trata de la famosa 'banca en

Foto: El presidente del Banco Santander, Emilio Botín. (EFE)
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín. (EFE)

Emilio Botín ha vuelto a hacerlo. Donde los demás ven peligros y amenazas, él ve una oportunidad. En este caso, se trata de la famosa 'banca en la sombra' (shadow banking), a la que el resto de grandes entidades españolas y la propia AEB temen más que a un nublado porque realiza actividades bancarias sin estar sometida a la regulación y a la supervisión estrictas que sufren las entidades financieras. En cambio, el Santander ha visto una oportunidad de negocio y ha decidido aliarse con una de estas firmas, Funding Circle, a la que remite a sus clientes para conseguir la financiación que él mismo no puede concederles.

Funding Circle es una firma online británica de intermediación de préstamos para pequeñas empresas con dinero de particulares (peer to peer) que ha concedido financiación a unas 5.000 compañías por valor de 290 millones de libras (360 millones de euros). A cambio de que Santander redirija a ella sus clientes, ella promociona las cuentas corrientes y el servicio de gestión de activos del banco español.

Por tanto, se trata de una alianza muy pequeña en principio, prácticamente irrelevante para la magnitud de un banco del tamaño de Santander. Pero tiene un valor simbólico enorme porque consiste en la primera alianza de un gran banco internacional –no sólo español– con una de estas firmas y porque supone la actitud contraria al rechazo y al temor que suscita en todos sus competidores. Es un movimiento que recuerda a la compra de la estadounidense Simple por parte de BBVA, que más allá de su pequeño tamaño tiene un enorme valor como indicación del rumbo digital que pretende tomar la entidad que preside Francisco González.

Las firmas como Funding Circle tienen que arrebatar negocio a los bancos tradicionales y, lógicamente, la forma de hacerlo es cobrar unos intereses inferiores a los que ofrece la banca y asumir un riesgo mayor; es decir, aceptar clientes que las entidades reguladas no quieren por su perfil de riesgo. Así, Santander puede cumplir los deseos de los Gobiernos y del BCE de impulsar el crédito a las pymes –ese es el objetivo de la nueva barra libre de Fráncfort– sin incurrir en riesgos excesivos para su balance dados los niveles de morosidad alcanzados en la crisis.

El Uber de la banca

La actitud de Botín es radicalmente opuesta a la del resto del sector, para el que la banca en la sombra viene a ser algo parecido a Uber para los taxistas: un competidor que no está sometido a las exigencias ni al control del sector, por lo que puede hacerle la competencia con muchos menos costes y requisitos. Las entidades que han desfilado este año por los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander han dejado claro que se trata de la mayor amenaza para su negocio y han empleado la estrategia del miedo a los riesgos sistémicos que supone en caso de una nueva crisis.


El flamante presidente de la AEB, José María Roldán, asegura que lleva cuatro años alertando de esta actividad: "Otro elemento de futuro de ese sistema financiero de la Eurozona será el relativo a una mayor presencia de la financiación de la economía real vía mercados y vía sistema financiero en la sombra. Este se encuentra fuera de las atribuciones de supervisión del BCE y otras autoridades, bien de mercado, bien macroprudenciales, tendrán que implicarse en su control y vigilancia", anticipó ayer. Y añadió que "el problema es que no se sabe quiénes son, cuántos son ni cómo operan. Son intermediarios que no son bancos pero operan con riesgo de crédito y normalmente con apalancamiento. Hay que conocer más de ellos y no lo conocemos", añadió.

En su opinión, si en la crisis se ha incrementado la exigencia de capital a los bancos entre ocho y 10 veces sobre los niveles anteriores, eso significa que ha aumentado en la misma proporción el incentivo para saltarse esas exigencias. Y advierte de que la próxima crisis no vendrá de la banca, sino de ese sector no regulado.

Peligro sistémico

FG también empezó a hablar de esta amenaza hace años, que él asocia con empresas tecnológicas como Google, Amazon o Facebook. "Para competir con empresas digitales que están irrumpiendo en el negocio financiero, los bancos no pueden seguir refugiándose en las barreras regulatorias que hasta ahora los protegían. Deben cambiar rápido si no quieren ser reemplazados por los nuevos jugadores digitales", aseguró el lunes en Santander.

A sus tesis se suman ahora otras grandes entidades. Así, el presidente del Popular, Ángel Ron, considera que "la banca en la sombra, al no estar regulada, puede tener importantes ventajas en el corto plazo para financiar, pero puede retirarse de un día para otro y provocar crisis sistémicas de liquidez. Esto es una característica de la banca a nivel global, no sólo de España, por lo que supone un potencial riesgo sistémico".

Según este banquero, la banca en la sombra mueve 65 billones (españoles) de dólares en todo el mundo, por lo que es preciso tomárselo en serio y conseguir que no operen al margen de los requisitos que se exigen a las entidades tradicionales. En su opinión, esto profundiza además en una línea de tendencia política que es culpabilizar a los bancos de la crisis, ya que hasta ahora los bancos tenían la capacidad de captar depósitos e invertirlos en financiación de la economía real. "Allí donde ha habido problemas y ha habido bancos afectados, los Estados han tenido que intervenir y han gastado dinero público en rescatar bancos, con alto coste político".

Emilio Botín ha vuelto a hacerlo. Donde los demás ven peligros y amenazas, él ve una oportunidad. En este caso, se trata de la famosa 'banca en la sombra' (shadow banking), a la que el resto de grandes entidades españolas y la propia AEB temen más que a un nublado porque realiza actividades bancarias sin estar sometida a la regulación y a la supervisión estrictas que sufren las entidades financieras. En cambio, el Santander ha visto una oportunidad de negocio y ha decidido aliarse con una de estas firmas, Funding Circle, a la que remite a sus clientes para conseguir la financiación que él mismo no puede concederles.

José María Roldán Emilio Botín Ángel Ron José Ignacio Goirigolzarri
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