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La banca española saldrá peor de lo previsto en los test de estrés por falta de provisiones
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tampoco se esperan suspensos generalizados

La banca española saldrá peor de lo previsto en los test de estrés por falta de provisiones

Conforme se va sabiendo más de los test de estrés que van a sufrir los bancos europeos, más negro es el panorama para los españoles por la falta de provisiones.

Foto: El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. (EFE)
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. (EFE)

Conforme se va sabiendo más de los test de estrés que van a sufrir los bancos europeos, más negro es el panorama para los españoles. Así, se ha confirmado el temor del sector a que las provisiones dotadas durante la crisis no sean suficientes, según fuentes conocedoras de la situación, lo cual se traducirá en que la banca española sacará peores notas de las esperadas, aunque tampoco en suspensos generalizados. "Si deberíamos movernos entre el notable y el sobresaliente, estaremos entre el suficiente y el bien", explican las fuentes.

La justificación de este mal comportamiento reside en las provisiones. Como es sabido, la banca española ha hecho un esfuerzo sin precedentes para sanear sus balances de su exposición al ladrillo y del crédito a las empresas zombi. Además, tienen otros dos conceptos que no existen en el resto de Europa: la provisión genérica o anticíclica (se dota en los tiempos de bonanza para cuando lleguen las vacas flacas) y la subestándar (se provisionan créditos que no son morosos pero que corren el riesgo de serlo).

Sin embargo, la banca española carece de otro concepto que sí se aplica en otros países: las llamadas "provisiones colectivas", que cubren las pérdidas no esperadas en el crédito sano. Y la EBA (Autoridad Bancaria Europea), que diseña los test para el BCE, ha decidido que esas provisiones sí se tengan en cuenta, mientras que la genérica no computará. La consecuencia es que la banca española no tendrá un exceso de provisiones que reduzca sus necesidades de capital pese al enorme esfuerzo realizado durante la crisis antes citado.

Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, y Mario Draghi, presidente del BCE. (Efe)
"Los test de estrés son un ejercicio de poder político, donde Alemania y Francia no van a permitir nada que penalice a sus bancos y van a imponer otras cosas que penalicen a los españoles", explica una de las fuentes consultadas. Se trata de "enmascarar" las malas notas que sacarán algunas de sus entidades. Y entre esas cosas está el tratamiento de las provisiones, algo que ya temía la CECA, como informó El Confidencial, y por eso, su director general, José María Méndez, solicitó recientemente que los test "deben poner de manifiesto las peculiaridades del ciclo español en su escenario, tienen que reconocer el esfuerzo que ya se ha hecho". Es decir, que se tuvieran en cuenta las dotaciones ya realizadas.

Las entidades ya tuvieron noticia a finales de 2013 de que las genéricas no iban a contar en estos ejercicios, de ahí que incrementaran todo lo posible las específicas para cubrir los créditos refinanciados aunque estuvieran al corriente de pago, siguiendo las indicaciones del Banco de España. Sin embargo, la cuestión de las provisiones colectivas las ha pillado sin capacidad de reacción, puesto que el ejercicio se aplica sobre los balances cerrados el año pasado. Sólo las entidades que tengan un modelo interno conocido como "pérdida incurrida" –que no es obligatorio en España y tiene que aprobar el supervisor– cuentan con este colchón.

Podrá compensar el déficit con el exceso de provisiones específicas

Ahora bien, la EBA aprieta pero no ahoga. Para mitigar la carencia de provisiones colectivas, la banca española podrá contar con el exceso de provisiones específicas para el ejercicio de estrés, es decir, precisamente con esas provisiones que dotaron de más el año pasado al saber que la genérica no valía. Además, este permiso puede volver a favor de la banca española lo que en principio parecía un perjuicio: la obligación de volver a tasar su exposición inmobiliaria porque la EBA no se fía de la que hizo Oliver Wyman en 2012. Como las previsiones de caída de precios de los anteriores test no se han cumplido, la retasación actual probablemente va a resultar en que sobran provisiones, que también podrán utilizarse para compensar ese déficit de provisiones colectivas.

Sede del Banco de España. (Efe)
Este no será el único alivio. El Banco de España también ha conseguido que se suavice el escenario adverso desde la extrema dureza que pretendía imponer inicialmente la EBA. El nuevo escenario, aunque duro, no será irrealizable como el propuesto inicialmente, siguiendo la demanda de las autoridades españolas de que los test fueran "duros pero plausibles". Ahora, aunque este escenario va a ir más allá de lo que sería razonable, al menos tiene una probabilidad similar al que se va a aplicar en otros países europeos, según las fuentes consultadas.

En todo caso, "las autoridades españolas pensaban que estaba ya resuelto el asunto de los test de estrés con el ejercicio de Oliver Wyman de 2012 y con las circulares posteriores que limitaban dividendos o exigían provisionar los refinanciados. Y no lo está, ni mucho menos", según una de las fuentes. De todas formas, no se espera un suspenso generalizado, sino que este afecte sólo a las entidades más débiles: Liberbank, que ya ha anunciado una ampliación de 500 millones para cubrir el déficit que van a detectar estos ejercicios, Cajamar y puede que alguna más. En algunos medios se habla de BMN e incluso Ibercaja, que ha contratado a Deutsche Bank para hacer frente al test.

Conforme se va sabiendo más de los test de estrés que van a sufrir los bancos europeos, más negro es el panorama para los españoles. Así, se ha confirmado el temor del sector a que las provisiones dotadas durante la crisis no sean suficientes, según fuentes conocedoras de la situación, lo cual se traducirá en que la banca española sacará peores notas de las esperadas, aunque tampoco en suspensos generalizados. "Si deberíamos movernos entre el notable y el sobresaliente, estaremos entre el suficiente y el bien", explican las fuentes.

Banco Central Europeo (BCE) Luis María Linde
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