Los trabajadores no se creen el plan de viabilidad de Sargadelos

Cerámicas Sargadelos anunció el jueves que presentaba el concurso voluntario de acreedores, hecho esperado tras el preconcurso solicitado en noviembre para negociar su deuda y del que los trabajadores se enteraron por la prensa. Ahora, la firma gallega trabaja en un nuevo plan de viabilidad en el que los trabajadores no creen y sobre el que dicen que “no aporta nada”. Mientras, las dos fábricas siguen trabajando con normalidad.

El grupo Sargadelos asegura que sigue adelante con el plan de viabilidad y que espera poder llegar “en breve” a acuerdos con los distintos acreedores, entre ellos Santander, BBVA y Novagalicia, además de la Xunta de Galicia. “Este último plan de viabilidad no aporta nada nuevo. No es creíble. Y dice lo contrario de lo que se decía en el plan de hace cinco años”, señala a El Confidencialuno de los representantes sindicales de los trabajadores.

“Deja mucho que desear”, subraya una de las empleadas de Lugo, que afirma que en los últimosaños los distintos planes de viabilidad que ha ido presentado la firma son “copias unos de los otros”. Y coincide: “Se contradice con los anteriores. Primero que si había que internacionalizar. Ahora, que hay que potenciar las ventas en Galicia”.

En su comunicado, Sargadelos afirma que las líneas de trabajo que han puesto en marcha para mantener el negocio consisten en “lamejora de la gestión comercial en los puntos de ventay la expansión, tanto nacional como internacional”.

"Es un paripé”, dice uno de los representantes de los trabajadores. Según este sindicalista, el plan consiste básicamente en hablar de optimización del gasto y potenciar las ventas por internet, “algo que cualquier empresa lleva a cabo guiada por el mero sentido común”, destaca.

Trabajadores desconcertados

“El problema es la dirección de la empresa, su indecisión absoluta. Si dicen que hay que hacer algo, que lo hagan”, señala a este diario Carlos Pérez, responsable de la federación textil de CCOO en Galicia. “Aparte de que (los planes de viabilidad) se contradicen deun año paraotro, lo que queda claro es que parece que la dirección no acierta. Vemos mucha pasividad por parte de la empresa en los últimos tiempos”, comenta la trabajadora de Cervo (Lugo).

Los trabajadores están enfadados y desconcertados. Temerosos. Existe, reconocen, cierto miedo a que no se llegue a un acuerdo sobre la deuda que arrastra la empresa y, al final, tengan que paralizar o cerrar alguna de las dos fábricas o despedir a más gente. La incertidumbre y el temor se deben, fundamentalmente, a la falta de información por parte de la dirección.

Los representantes del comité de ambas plantas reconocen que, de momento, se trabaja con normalidad y que cobran puntualmente las nóminas, aunque aseguran que se les deben las pagas extras de este año y, en algún caso, de 2012. En la planta de Lugo afirman que “con menos gente no se puede mantener la producción. Todo el mundo está preocupado por el empleo, pero con menos personas no es viable la producción manual”.

La empresa aplicó el pasado diciembre, tras solicitar el preconcurso de acreedores en noviembre, un ERE de extinción que afectó a 70 de los 170 empleados (41 de Cervo y 29 de la planta de Sada, en A Coruña). Los sindicatos han impugnado este expediente de regulación de empleo en los juzgados. Sargadelos ha aplicado en los últimos años varios ERE temporales, antes de despedir en noviembre a estos 70 empleados.

En los últimos cuatro años esta emblemática firma gallega ha sufrido pérdidas debido a la caída de las ventas-de en torno al 20% anual- y su deuda asciende a 5 millones. En 2010, la Xunta de Galicia tuvo que salir al rescate de la firma, con una inyección directa de 400.000 euros y un préstamo participativo de 600.000. El principal accionista, con algo más del 20%, es el empresario Segismundo García, se hizo cargo hasta 2010 de la dirección de la empresa, que desde 2013 -y tras resolver el testamento de su creador en los tribunales- está bajo el control de los hijos de Isaac Díaz Pardo,apartado de la dirección en 2006.