Serra fracasa en su asalto a Pescanova y el grupo pesquero esquiva la liquidación

El exministro de Defensa Eduardo Serra ha fracasado finalmente en su asalto a Pescanova. La buena noticia es que el consejo presentará el lunes una oferta a la administración concursal, la CNMV, que será la de la banca acreedora aliada con Damm y Luxempart, accionistas históricos del grupo pesquero, y que con esta oferta y el apoyo de la banca española la multinacional gallega esquiva la amenaza de la liquidación.

En el grupo ganador también hay cambios. Los fondos de capital riesgo KKR y Ergon Capital se han descolgado del proyecto. Y Demetrio Carceller, presidente de Damm, ha tenido que renunciar a que su consorcio tenga la mayoría de Pescanova.

Fuentes financieras explican que Damm y Luxempart retendrán sólo algo más de 30% del capital, cederán un 5% a los minoritarios y la banca española se hará con la mayoría, más del 51%, a cambio de capitalizar deuda y de ofrecer una quita que rondará el 65%. Damm no ha aclarado la cifra de la aportación de dinero fresco al proyecto, pero estará por debajo de los más de 200 millones que se iban a inyectar cuando estaba KKR.

El próximo lunes el juez valorará la oferta y, si la acepta, dará un plazo de un mes para reunir un 50% más uno de los acreedores de Pescanova (que suma una deuda de 3.300 millones) tal y como marca la ley. En un escueto hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Pescanova se ha limitado a señalar que el lunes llevará ésta única propuesta al juez.

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En este momento el plan de viabilidad de Damm y la banca española cuenta con un apoyo aproximado del 45% de los acreedores, según han explicado fuentes conocedoras del mismo. Concretamente cuenta con el aval de los acreedores de la banca española –Banco Sabadell, CaixaBank, Bankia, BBVA, Popular y NCG– más el resto de la banca española y las entidades portuguesas, que siempre han mostrado apoyo, si bien tímido, al proyecto.

Razones del fracaso de Serra

Eduardo Serra había armado una buena oferta, con el apoyo del exembajador español en LondresCarlos Casajoanay el avalde diversos fondos de inversión, como Blue Crest, Kinght Heat o Dupont, entre otros.

También tenía el respaldo de una parte de la banca extranjera y los bonistas. Y fue en los bonistas donde encontró su talón de Aquiles porque lo que es bueno desde el punto de vista financiero no lo es tanto desde el enfoque legal, ya que la Ley Concursal considera que los bonistas son parte del capital y que por tanto no suman en el 20% necesario para apoyar la propuesta. Pese a que algunos fondos estaban comprando deuda de Pescanova, al final se ha optado por tirar la toalla.