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El gigante canadiense Brookfield planta cara a Villar Mir para hacerse con Colonial
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CONTROLA MÁS DEL 75% DE LA DEUDA

El gigante canadiense Brookfield planta cara a Villar Mir para hacerse con Colonial

El gigante de inversión canadiense, que gestiona 175.000 millones de dólares, ha decidido disputar al empresario español el control de la inmobiliaria.

Foto: El presidente del grupo OHL, Juan Miguel Villar Mir. (EFE)
El presidente del grupo OHL, Juan Miguel Villar Mir. (EFE)

Está por ver que Colonial termine en manos de Villar Mir a las primeras de cambio. El gigante canadiense Brookfield, una firma de fondos de inversión con 175.000 millones de dólares bajo gestión, ha decidido disputar al empresario español el control de la inmobiliaria. A una semana de la junta de accionistas que debe aprobar la ampliación de capital que dará entrada al dinero (500 millones de euros) del consorcio formado junto a las familias Santo Domingo (Colombia) y Mora (Andorra), la guerra desatada entre los interesados ha disparado irracionalmente el precio de las acciones de la inmobiliaria.

De momento, el poder deBrookfield está a través de la deuda. El fondo canadiense controla de forma directa o indirecta (sindicación) más del 75% de los 2.100 millones de deuda de Colonial, una parte importante de la cual (1.800 millones) vence en2014. Para aglutinar esa posición, el inversor ha desembolsado más de 1.000 millones de euros durante el último año para hacerse con la inmobiliaria por la puerta de atrás, desde el lado del pasivo. Una estrategia para la que además cuenta con el apoyo de Orion Capital, uno de los fondos que compró parte de los 1.000 millones de deuda de Goldman Sachs.

La amenaza de que Brookfield y Orion influyan negativamente en la ampliación de capital ha obligado a Villar Mir a comprar el 19% de Colonial a 1 euro por acción, justo al doble del precio fijado para la entrada del nuevo dinero que el mismo abandera con 300 millones. Esta aparente incongruencia tiene que ver con la necesidad del empresario español de atornillar la próxima junta que debe aprobar su entrada. Sin embargo, esta situación ha provocado el riesgo de que la CNMV considere necesaria una oferta global (OPA) si aprecia concertación en la entrada de los nuevos inversores, que juntos controlarán más del 30%.

La inminente refinanciación de 1.800 millones de euros coloca a Brookfield en una situación de fuerza. En caso de fracasar el proceso, el fondo canadiense asumiría el control de Colonial convirtiendo su deuda en acciones. Para superar ese escollo, el consorcio liderado por Villar Mir deberá sustituir ese pasivo por otra estructura, bien con nueva financiación o bien con garantías extraordinarias que satisfagan a los fondos, una opción más compleja aún si se tiene en cuenta que el empresario español ya va apalancado en su inversión inicial de 300 millones. Este juego de posibilidades está calentando el proceso.

"Sólo devolviendo el 100% del préstamo sindicado podrá deshacerse de los fondos", explican fuentes financieras. "Si Villar Mir pretende que cobren menos del 100% o que se queden, excitendan o modifiquen términos, necesitará negociar con los fondos". Más allá de la ampliación de capital, condicionada a la venta de hasta el 20% de la filial francesa SFL y la escisión de Asentia (activos tóxicos), el empresario español tendrá que llegar a algún tipo de acuerdo con los propietarios del pasivo, salvo que consiga el apoyo de la banca (con La Caixa a la cabeza) para refinanciar toda la deuda.

Paradójicamente, Brookfield y Villar Mir se conocen mutuamente desde hace algún tiempo. El gigante de inversión canadiense, especializado en infraestructuras, es accionista de la española Abertis (5%) y además socio en la filial de autopistas brasileña Arteris. Desde hace años, los millones de dólares de la gestora han estudiado oportunidades en España, tanto en infraestructuras como en el sector inmobiliario, aunque ninguno de los activos valorados, desde las Torres Kio de Madrid a la propia Realia despertaron su interés. Al final, sus ojos se fijaron en Colonial y quiere plantar batalla.

Está por ver que Colonial termine en manos de Villar Mir a las primeras de cambio. El gigante canadiense Brookfield, una firma de fondos de inversión con 175.000 millones de dólares bajo gestión, ha decidido disputar al empresario español el control de la inmobiliaria. A una semana de la junta de accionistas que debe aprobar la ampliación de capital que dará entrada al dinero (500 millones de euros) del consorcio formado junto a las familias Santo Domingo (Colombia) y Mora (Andorra), la guerra desatada entre los interesados ha disparado irracionalmente el precio de las acciones de la inmobiliaria.

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