La plantilla del Banco de España, en pie de guerra contra Linde por las pensiones

El Gobierno no gana para sustos en los entes públicos. A la rebelión por causas ideológicas de la Agencia Tributaria se suma ahora la revuelta de los empleados del Banco de España, que acusan al gobernador, Luis MaríaLinde, de dar marcha atrás respecto al preacuerdo alcanzado este verano sobre el convenio colectivo. Este incumplimiento supone un recorte salarial adicional del 7,3% para la plantilla.

Según fuentes internas del Banco de España, el pasado 8 de julio Linde firmó con los sindicatos un preacuerdo de convenio colectivo, una forma de tender la mano a una plantilla que llevaba desde 2011 sin un acuerdo laboral estable y que, como el resto de trabajadores de la Administración, había sufrido los recortes decididos por el Gobierno en 2012. Entre otras cuestiones, la congelación salarial, la supresión de la paga extra de Navidady la retirada de las aportaciones a los planes de pensiones.

En el pacto alcanzado este verano, Linde se comprometió a recuperar el pago de las pensiones, que en el caso de los empleados del Banco de España supone el 7,5% del sueldo anual. A cambio, los representantes de los trabajadores aceptaron reducir en un 0,3% la masa salarial global y disminuir un 54% las horas sindicales.

Para asegurarse de que la citada medida era legal, el gobernador solicitó un informe al Banco Central Europeo (BCE), que dio su bendición el 16 de agosto, y otro al Consejo de Estado, que también corroboró su decisión al considerar que el Banco de España debía tener autonomía e independencia financiera para establecer determinadas cuestiones salariales, una autorización que se refrendó por la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que permite volver a gratificar con las pensiones a partir del 1 de enero de 2014.

Pese a estos respaldos, Linde ha decidido dar marcha atrás, al tiempo que exige a los empleados que acepten todos y cada uno de los contenidos del acuerdo firmado en julio. La postura ha provocado que los 2.600 empleados del Banco de España se pongan en pie de guerra en un ambiente ya de por si turbado por los numerosos cambios llevados a cabo por el gobernador en las direcciones generales.

La última sustitución fue la de José María RoldánporJulio Duránal frente de la Dirección General de Regulación. Previamente, en octubre de 2012,Jerónimo Martínez Tellodejó su puesto aRamón Quintanaen la Dirección General de Supervisión y en enero de este mismo añoPilar Truebafue destituida en la Dirección General de Servicios, que desde entonces ocupaManuel Labrado. Algunos de estos destituidos siguen en la institución con el mismo sueldo y rango similar.

Premios discrecionales

El Banco de España destinó 211 millones de euros a retribuir a la plantilla en 2012, una cifra que supone un descenso del 8,7% respecto a los 230 del ejercicio precedente. Ello significa que el coste por trabajador de la institución monetaria se situó en 79.442 euros, resultado de dividir la nómina total por 2.655 empleados, 49 menos que un año antes. Sin embargo, esta media suele estar distorsionada por el abono de una serie de gratificaciones extraordinarias o pagas variables discrecionales que el gobernador hace a final de cada año y que no se especifican.

Un ocultamiento sobre lo que internamente llaman “premios” contra el que ya se pronunció en contra la Audiencia Nacional en 2010 y posteriormente el Tribunal Supremo al considerar que “la comisión ejecutiva del Banco de España no puede continuar con esta actitud oscurantista en el pago de estas partidas".