Catalunya Banc pacta un ERE para 2.153 personas: 30 días por año trabajado

Los sindicatos han salvado los muebles en Catalunya Banc. Anoche, al borde de las tres de la madrugada, se llegó a un preacuerdo para despedir a 2.153 personas, pero se ha hecho en condiciones similares a Bankia y el resto de ERE de entidades controladas por el Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB). Se ha evitado, por tanto, ese FROB a dos velocidades que se había planteado al inicio de la negociación.

Al final se ha acordado que los despedidos dejen la entidad catalana con una indemnización de 30 días por año y 22 mensualidades más incentivos para voluntariedad y antigüedad, una compensación similar a la de, por ejemplo, el último ERE de Bankia.

Además, el FROB y el presidente de Catalunya Banc, José Carlos Pla, han tenido que transigir en otros de sus planteamientos iniciales: se ha aceptado la salida de 401 personas mayores de 50 años, habrá excedencias retribuidas hasta 3 años, reducciones de jornadas de 25 y 50%, para un máximo de 975 personas y la reducción salarial para los que se queden se centra en los variables, pero no en el salario fijo. Fuentes cercanas a las negociaciones la han calificado como muy dura.

Para llegar a este acuerdo, que se produjo tras una reunión ayer que duró más de doce hora CCOO, SEC y el resto de fuerzas sindicales tuvieron que presionar no sólo en la mesa de negociación sino en la calle, donde el pasado mes de septiembre lograron una manifestación con más de 4.000 personas, según datos de la Guardia Urbana.

Cierre de oficinas

Al final el ERE supone una reducción del 16% de la plantilla total, 300 personas menos de las previstas inicialmente, lo que también refleja el acercamiento de posturas.

El ERE en Catalunya Banc se produce por exigencias de Bruselas que planteaba el cierre de más de 400 oficinas, básicamente situadas fuera del territorio catalán a cambio de los fondos públicos que ha recibido la entidad.

Cambio de manos

En la rebaja de los planteamientos del FROB, accionista mayoritario de Catalunya Banc, ha influido poco la Generalitat, que ya denunció que el Fondo estaba discriminando a los trabajadores de las entidades catalanas, en comparación con los del resto de España.

En cambio, sí que ha sido clave la inquietud de CaixaBank. El banco que preside Isidre Fainé parece el destinatario natural de Catalunya Banc, después de la fase de complicación en la que ha entrado la subasta de NCG en Galicia. Tras la evolución de la subasta gallega, el Ministerio de Economía se plantea si aplazar la subasta de Catalunya Banc, que ya ha fracasado dos veces, o simplemente realizar una adjudicación directa. En este último caso, CaixaBank sería el destinatario natural. Sin embargo, en las Torres Negras no se quería una entidad con la plantilla quemada, con lo que se enviaron mensajes para que, en la medida de lo posible, se suavizara el ajuste, como finalmente así ha sido, según han apuntado fuentes financieras.