Bañuelos peleará en concurso público por las licencias de juego del BCN World

El promotor de BCN World, Enrique Bañuelos, tendrá que ganar las seis licencias de juego que tendrá el proyecto en concurso público, según han confirmado fuentes cercanas al proyecto. El proceso se llevará a cabo una vez que se modifique la ley para permitir que se pueda jugar en el área de los terrenos de Tarragona sobre los que tiene una opción de compra, denominados el CRT (Centro Recreativo y Turístico de Vilaseca i Salou).

El concurso público obligará a Bañuelos y a su holding Veremonte a competir con otras compañías, tanto con empresas locales, como Cirsa o Casinos de Cataluña, como con grupos internacionales que quisieran participar en el proceso. A pesar de este formalismo legal, fuentes del sector consideran que Bañuelos y el proyecto de Veremonte son los favoritos para ganar el concurso, con muchos cuerpos de ventaja por delante de cualquier competidor potencial.

Hasta el momento, Bañuelos cuenta con una opción de compra sobre los terrenos firmada con La Caixa, el apoyo de los poderes locales y el pacto con los inversores Melco Crow o Value Retail. Pero estas inversiones acordadas dependen, en esencia, de que sea capaz de conseguir ganar el concurso público. Sin las seis licencias de juego, el promotor valenciano en realidad no tiene nada.

El concurso lo convocará la Conselleria de Economía, ya que el área del juego depende del departamento que dirige Andreu Mas-Colell. Una vez más, una decisión clave de la Generalitat pasará por las manos de este economista reciclado en la política.

Tensión soberanista

Sin embargo, Bañuelos y su equipo no están preocupados por la posibilidad de perder el concurso. Sí les inquieta el calendario político, ya que la ventaja que lleva sobre Eurovegas depende en este momento de la agilidad de los trámites administrativos. Se juegan una inversión de 4.500 millones, de los que 1.000 corresponden a la primera fase.

Dichos trámites, básicamente, son tres: la aprobación del cambio de ley que se tramita en el Parlament, para la que CiU cuenta con el apoyo de ERC y PSC; el cambio del Plan Urbanístico del CTR para concentrar la edificabilidad prevista en todo el área, unos 300.000 m2, que ahora se encuentra planeada para viviendas unifamiliares y que el nuevo planteamiento concentraría en vertical para que se pudiera hacer el primer resort; y el concurso público para otorgar las licencias.

Toda esta burocracia es la que hace que el número dos de Veremonte, Xavier Adserà, no sea muy concreto a la hora de marcar una fecha para la primera piedra de BCN World y prefiera limitarse al “primer semestre del 2014”. Por eso, para mantener su ventaja sobre Eurovegas, el proyecto precisa que toda esta maquinaria política y administrativa funcione. El único temor que tienen en Veremonte es que ven a las fuerzas políticas catalanas más preocupadas por el independentismo y la consulta que por su inversión, la mayor prevista en Cataluña.