Fomento aplaza la privatización de Aena y hace un roto a las cuentas de Montoro

Cristóbal Montoro tiene mucho trabajo a la vuelta del verano. El Gobierno ha decidido aplazar hasta el próximo año la privatización de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), lo que le supone dejar de ingresar al menos 6.000 millones de euros por la venta de un porcentaje mínimo del 30% y un máximo del 51%. La colocación en bolsa no se hará hasta abril de 2014 por la caída en picada del tráfico aéreo y las negociaciones con las comunidades autónomas.

Aunque el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, dijo a mediados de junio que este otoño sería el momento idóneo para la privatización del gestor de los aeropuertos nacionales, los planes del Gobierno son otros. Tanto la titular de la cartera de infraestructuras, Ana Pastor, como Montoro, ministro de Hacienda, creen que hay que negociar mucho con todas las partes antes de lanzar la operación.

El mayor escollo son los gobiernos regionales, que tiene que ceder sus derechos sobre los aeródromos. Una labor nada fácil puesto que cada comunidad quiere hacer valer su capacidad de negociación a la hora de decidir aspectos tan importantes como la inversión en mantenimiento o la posibilidad de ampliarlos si fuese necesario, como sucedió años atrás con Barajas, El Prat y Alicante-Elche.

Fuentes bancarias aseguran que a los políticos locales no les queda más remedio que aceptar cualquier decisión, ya que muchas de estas instalaciones son deficitarias y en caso de querer influir en la gestión deberían hacerse cargo de las pérdidas. De hecho, se espera que en breve se apruebe la separación de la navegación aérea y los aeropuertos, como paso previo a la privatización de Aena.

Por ese motivo, consideran que lo más importantes son los números del ente público, que están sufriendo la fuerte caída del tráfico aéreo. Hasta el pasado mes de julio, por las instalaciones de Aena pasaron un total de105,9 millones de pasajeros, lo que suponeun 5,6% menos. De enero a julio de 2013 se registraron más de un millón de operaciones, lo querepresenta una caída del 9,7% respecto al mismo periodo del año anterior.

Elaeropuerto de Madrid-Barajases uno de los más castigados por la pérdida de pasaje, ya que en lo que va de año acumula un descenso del 14,7%. Unos datos que contratan con el crecimiento de casi el 6% del tráfico aéreo mundial.

Una trayectoria preocupante

Con esta retroceso tan pronunciado, los aeropuertos españoles encadenan ya 18 meses seguidos de descensos, desde diciembre de 2011, una evolución con la que seria muy difícil convencer en otoño a los inversores para que compren acciones de Aena, tal y como estaba previsto. Por este motivo, desde Fomento se confía en que en abril del próximo año la tendencia se haya frenado o incluso se haya revertido si, como espera el Ministerio de Economía, el Producto Interior Bruto (PIB) empieza a dar señales de crecimiento. “Con un país en recesión es muy difícil vender un activo tan pegado a la evolución económica a no ser que sea a precio de derribo”, explican desde un banco de inversión que intentará participar en la Oferta Pública de Venta (OPV).

La previsión de Aena, que hasta hace apenas un año tenía patrimonio negativo, es cerrar 2013 con un beneficio operativo de entre 1.500 y 1.600 millones. Una mejora sustancial gracias al plan de ajuste de gastos, con ERE incluido, y a la subida de tarifas aplicada por su nuevo presidente, José Manuel Vargas. Una medida que ha provocado que algunas aerolíneas de bajo coste hayan dejado de volar desde los aeropuertos españoles, retirada que se ha traducido en el brusco descenso del tráfico de pasajeros. Una caída que se suma al retroceso interanual del 3% del transporte de mercancías por la crisis.

El retraso tendrá varios efectos. El negativo es que Montoro tendrá que buscar 6.000 millones para cuadrar las cuentas del Estado, que es lo mínimo que esperaba recaudar por la privatización parcial de Aena. Los positivos es que el ente público tendrá algo más de tiempo para renegociar la refinanciación de sus 12.000 millones de deuda, un trabajo para el que cuenta con el asesoramiento de Lazard y de N+1. Las conversaciones con la banca están muy avanzadas, pero no se espera que se cierren los términos principales del acuerdo hasta otoño.

Asimismo, Vargas y Pastor dispondrán de más meses para evaluar si es mejor vender una participación minoritaria de Aena, como quería la ministra, o un porcentaje mayoritario, como pretenden los inversores. Lo que si parece claro es que en octubre se lanzara el proceso para la selección de los bancos coordinadores de la OPV, con el objetivo de preparar toda la documentación contable y societaria y el equity story o plan de negocio de la compañía para atraer a los fondos institucionales.