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Sánchez sale reforzado: el PSOE puede gobernar, con pactos, en seis comunidades

El PSOE pierde más de 750.000 votos con respecto a las elecciones de 2011, en las que ya cosechó el peor resultado de su historia, pero podrá gobernar, con pactos, en seis comunidades autónomas

Foto: Comparecencia de Pedro Sanchez. (EFE)
Comparecencia de Pedro Sanchez. (EFE)

El PSOE ha perdido más de 750.000 votos con respecto a las elecciones municipales y autonómicas de 2011, en las que ya cosechó el peor resultado de su historia, y sólo es el partido más votado en dos de las 13 comunidades autónomas que ayer fueron a las urnas. Podría parecer la radiografía de una dolorosa derrota, y sin embargo buena parte del mapa de España puede adquirir en los próximos días una fuerte tonalidad rojo pesoe si los socialistas son capaces de sellar pactos con otras fuerzas de izquierda, especialmente Podemos.

[Consulte aquí los resultados de las elecciones autonómicas y municipales]

La sangría de votos del PSOE parece una fruslería comparada con la que ha sufrido el PP, que se ha dejado en la gatera más de 2,5 millones de apoyos. Pero, con ser un dato demoledor, no es esa la razón principal de la amplia sonrisa que se dibujaba anoche en el rostro de Pedro Sánchez durante su comparecencia ante los periodistas en la sede de Ferraz para valorar los resultados electorales. El secretario general del partido no lo reconoció abiertamente, pero a esas horas ya sabía que, si los suyos negocian con habilidad, podrán gobernar con otras fuerzas de izquierda en seis comunidades autónomas, que serán siete si Susana Díaz logra la ansiada -y por ahora esquiva- investidura en Andalucía.

El PSOE ha sido el partido más votado en Asturias, donde ya gobernaba de la mano de Javier Fernández, y en Extremadura, en la que Guillermo Fernández Vara se ha quedado a sólo tres escaños de la mayoría absoluta, que muy bien podría tomar prestados de Podemos (seis parlamentarios) para desplazar a José Antonio Monago de la presidencia de la Junta. De esta forma, uno de los feudos históricos del partido puede volver a manos de los socialistas si Fernández Vara logra el apoyo de la formación que preside Pablo Iglesias.

Vídeo: Monago cede en Extremadura ante el socialista Fernández Vara

En Castilla-La Mancha, a María Dolores de Cospedal no le va a servir de consuelo haber sido la candidata más votada. La número dos del PP, con 16 escaños, se ha quedado a uno solo de la mayoría absoluta, mientras que el socialista Emiliano García-Page, con 14 escaños, puede convertirse en el nuevo presidente de la Junta castellano-manchega si logra persuadir a Podemos para que le respalde con los tres escaños obtenidos ayer. De ser así, los socialistas recuperarían otro de sus feudos tradicionales sin necesidad de ser la fuerza más votada.

En la Comunidad Valenciana, la corrupción ha pasado factura al PP. Pese a ser el partido más votado, su candidato, Alberto Fabra, tendrá que conformarse con calentar el banquillo de la oposición durante los próximos cuatro años, expulsado de la Generalitat por un vendaval de fuerzas de izquierda capitaneadas por el PSOE. Su líder, Ximo Puig, pese a tener que conformarse con 23 escaños -27 por debajo de la mayoría absoluta-, será con toda probabilidad el próximo presidente valenciano, poniendo fin así a dos décadas de hegemonía popular. Para ello, claro está, habrá de pactar primero con Compromís (19 parlamentarios) y Podemos (13 escaños).

El escenario en Baleares no es muy distinto al de la Comunidad Valenciana. De nuevo el PP es el partido más votado en las islas -pese a cosechar los peores resultados de su historia con la pérdida de 15 diputados-, pero José Ramón Bauzá no repetirá como presidente autonómico. Su relevo bien podría tomarlo la socialista Francina Armengol si suma sus 14 escaños -cuatro menos que en 2011- a los 10 de Podemos y la media docena de la coalición nacionalista MÉS. Hasta ocho formaciones se sentarán en el Parlamento balear, pero los populares en ningún caso lograrían los apoyos necesarios para seguir gobernando.

En Aragón, más de lo mismo. Se desploma el PP y ceden terreno los socialistas, pero serán éstos, con toda probabilidad, quienes tomen el relevo de la popular Luisa Fernanda Rudi. Para ello, el candidato socialista, Javier Lambán, tiene a su disposición un amplio abanico de posibilidades para lograr la investidura, que pasaría por lograr el respaldo de las otras fuerzas de izquierda: Podemos (14 escaños), Xunta Aragonesista (2) e IU (1).

En los ayuntamientos, los resultados logrados por el PSOE han sido mucho más discretos. Es el partido más votado en una docena de capitales de provincia, entre ellas las dos extremeñas y cinco andaluzas: Huelva, Cádiz, Córdoba, Jaén y Granada. Pero ha dejado escapar las dos joyas de la corona: Madrid y Barcelona. En la capital de España la nueva alcaldesa no será, a priori, Esperanza Aguirre, sino la exjueza Manuela Carmena, de Ahora Madrid, la marca electoral de Podemos. En la Ciudad Condal, el PSC de Miquel Iceta se desploma hasta los cuatro concejales, el peor resultado de su historia, aunque siempre le quedará el consuelo de que la victoria se la ha llevado otra fuerza de izquierda, la Barcelona en Comú de Ada Colau.

Vídeo: Carmona: "Colaboraremos a la gobernabilidad del Ayuntamiento"

Con estos resultados, el secretario general del PSOE no sólo logra salvar los muebles, sino que sale reforzado en su empeño por consolidar su liderazgo en el partido. Tenía razón Sánchez cuando afirmaba esta madrugada en la sede socialista de Ferraz, arropado por su número dos, César Luena, y toda su Ejecutiva, que el PSOE es "la primera fuerza de la izquierda en todos los territorios", y que van a ser los socialistas quienes "lideren el cambio progresista" en buena parte de España. Lo que está por ver es si, como vaticinó Sánchez, la jornada electoral de ayer marcará "el principio del fin de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno".

El PSOE ha perdido más de 750.000 votos con respecto a las elecciones municipales y autonómicas de 2011, en las que ya cosechó el peor resultado de su historia, y sólo es el partido más votado en dos de las 13 comunidades autónomas que ayer fueron a las urnas. Podría parecer la radiografía de una dolorosa derrota, y sin embargo buena parte del mapa de España puede adquirir en los próximos días una fuerte tonalidad rojo pesoe si los socialistas son capaces de sellar pactos con otras fuerzas de izquierda, especialmente Podemos.

Pedro Sánchez
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