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‘Esquineros’: una tarde con los voluntarios propagandistas del PP... en la época más dura
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"LE DEDICO MI TIEMPO PORQUE AMO ESTE PARTIDO"

‘Esquineros’: una tarde con los voluntarios propagandistas del PP... en la época más dura

Ponen sus recursos al servicio del partido y salen a calle a defender hasta lo indefendible: cómo sus jefes "han sido engañados" por sus propios compañeros en tramas como Gürtel o Púnica

Dedican su tiempo libre a predicar por cualquier rincón de toda la Comunidad de Madrid los principios y valores del Partido Popular, a sabiendas de que este año lo tienen más complicado que nunca para ganar. Lo hacen sin cobrar ni un sólo céntimo y poniendo todos sus recursos al servicio del PP. Son los ‘esquineros’, militantes de base del partido que pilotaMariano Rajoy que asaltan las calles en las campañas electorales para convencer a los vecinos de que el “voto útil”, a su juicio, es la papeleta azul.

El Confidencial pasa la tarde de San Isidro con un grupo de voluntarios en la madrileña plaza de Las Ventas, donde acuden a primerísima hora de la tarde para preparar el atril. Desde allí leen discursos que han escrito sus coordinadores y los jefes de campaña de las candidatas, Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, y defienden hasta lo indefendible: que los compañeros implicados en tramas como Gürtel u Operación Púnica “han defraudado al partido”.

El esquinero del PP de Madrid no responde a un único perfil. Hay estudiantes, amas de casa, trabajadores del sector público y del privado, jóvenes, mayores, hombres y mujeres. Todos están coordinados por José de la Uz, militante que está en permanente contacto con los jefes de campaña de las dos candidatas para perfilar los discursos que los voluntarios impartirán desde cualquier esquina.

El trabajo del esquinero se circunscribe a las dos semanas que dura la campaña electoral. Hay quien incluso se pide días de vacaciones en sus respectivos trabajospara poner a disposición del partido sus 24 horas del día. Es el caso de Reyes Amaro (Madrid, 1978), que recuerda con total nitidez el día que se afilió al PP. “Era un 6 de enero del año 96. Me desperté, y tenía la afiliación de Nuevas Generaciones debajo de la almohada”. Era el regalo de cumpleaños de sus padres, militantes convencidos del PP desde que eran jóvenes. Cuando su progenitor falleció, sus amigos la animaron a que se hiciera esquinera, otra forma de servir al ciudadano alejada de las instituciones.

Pedro Ruiz, como su compañera Reyes, también ha pedido unos días de descanso en su empresa para poder hacer de voluntario para el PP. Con 43 años, luce un look más propio de un chico de izquierdas que de un ‘sacerdote’ de derechas. Se afilió al partido también cuando cumplió la mayoría de edad, y le gusta ser esquinero porque es la manera directa de “llegar a la calle”. Defiende las siglas del Partido Popular con uñas y dientes, incluso cuando se le pregunta si alguna vez se ha sentido defraudado por su partido. “Nunca”.

Mientras conversan con este diario, van simultáneamente ocupando el atril y leyendo los discursos escritos. Lo hacen con voz firme, como si fueran políticos de verdad, y no se achantan cuando llegan los cortes de manga o los insultos. Tampoco les acompleja que la gente pase de largo y no se pare a escucharles. “Van caminando y miran de reojo, y claro que escuchan”, se resignan.

Lavapiés, la plaza más difícil para torear

La campaña electoral entra en la recta final y los actos de los esquineros se multiplican. Hay días que cubren cuatro esquinas por la mañana y otras cuatro por la tarde. “Si no nos da tiempo a volver a casa, nos quedamos donde nos pille”. La plaza más difícil donde les ha tocado torear ha sido Lavapiés, un distrito tradicionalmente de izquierdas que ha propinado más de un insulto a estos defensores de las ideas del PP. “La Puerta del Sol también es complicada, por la afluencia de gente, ideas y colores que pueden confluir en un momento dado”, añade Reyes.

Como voluntaria que defiende las ideas del PP está también Nelly Hilares, una peruana que lleva viviendo en Madrid 24 años, los mismos que su partido lleva gobernando en la capital. “Dedico mi tiempo al PP porque amo este partido”, asegura, mientras que afea a los jóvenes que los insultan “llamándonos fachas para callarnos”. La esquinera de mayor edad es María Jesús Aragonés, que ahora está en el paro y lleva tres legislaturas trabajando de voluntaria en las campañas electorales. Recuerda con cierta amargura una de sus intervenciones en la estación de Atocha, donde asaltaron el escenario y le arrancaron el micrófono. Era el primer mitin que daba. Aragonés reconoce a este diario que ha convencido “a muchos amigos” para que voten al PP y que le preguntan mucho por los garbanzos negros, como Francisco Granados o Luis Bárcenas. “Y entonces recuerdo que somos 800.000 personas entre militantes y simpatizantes que defendemos al Partido Popular, que lo único que nos interesa es servir al ciudadano”.

El equipo de esquineros de Madrid también está coordinado David Álvaro, un joven de 28 años licenciado en Políticas que es voluntario desde 2007. La anécdota más curiosa de todas las campañas electorales que ha cubierto la vivió el año pasado, en las elecciones europeas. Un voluntario guarda un parecido físico casi idéntico con el exministro Miguel Arias Cañete, un recurso que sirvió de imán para atraer algún que otro curioso. “Se acercaban para pedir un autógrafo o una foto al ministro, y entonces teníamos que explicarles que no era él, que era un militante de base”, recuerda entre risas.

La jornada laboral para los esquineros el día festivo de San Isidro termina a las siete de la tarde, cuando un megáfono anuncia que el primer toro va a salir al ruedo. Minutos antes ha pasado a saludar la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que se muestra tremendamente agradecida por el trabajo voluntario de sus compañeros. “Somos los niños de los candidatos”, presume Reyes, que hasta el día 24 tiene muy clara cuál es su función: "Pico y pala".

Dedican su tiempo libre a predicar por cualquier rincón de toda la Comunidad de Madrid los principios y valores del Partido Popular, a sabiendas de que este año lo tienen más complicado que nunca para ganar. Lo hacen sin cobrar ni un sólo céntimo y poniendo todos sus recursos al servicio del PP. Son los ‘esquineros’, militantes de base del partido que pilotaMariano Rajoy que asaltan las calles en las campañas electorales para convencer a los vecinos de que el “voto útil”, a su juicio, es la papeleta azul.

Mariano Rajoy Las Ventas
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