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El PSOE advierte al PSC tras su aval unánime al no a Rajoy: es una "ruptura unilateral"
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LA RESOLUCIÓN DE ICETA OBTIENE 241 VOTOS A FAVOR Y una ABSTENCIÓN

El PSOE advierte al PSC tras su aval unánime al no a Rajoy: es una "ruptura unilateral"

Los siete diputados catalanes se desmarcarán del PSOE y no votarán abstención el sábado. La gestora les exige que obedezcan el mandato del comité federal y apela a la "sensatez" del PSC

Foto: Miquel Iceta abandona la sede del PSC tras la reunión del consell nacional, este 25 de octubre en Barcelona. (EFE)
Miquel Iceta abandona la sede del PSC tras la reunión del consell nacional, este 25 de octubre en Barcelona. (EFE)

Cierre de filas aplastante del PSC con el "no es no". El 'consell nacional' de los socialistas catalanes aprobó este martes por la tarde la resolución planteada por la ejecutiva y su primer secretario para que sus siete diputados en el Congreso se desmarquen del PSOE y digan no a Mariano Rajoy. El texto recibió 241 apoyos y solo una abstención. Un apoyo prácticamente unánime a una decisión que agravará el desgarro interno, pese a que el PSC "reitera su voluntad de mantener" su relación con Ferraz. La gestora socialista, presidida por el asturiano Javier Fernández, no tardó en contestar: mediante un durísimo comunicado emitido pasadas las nueve de la noche, calificó la decisión del PSC de "ruptura unilateral" y conminó a los siete diputados catalanes a obedecer el mandato del comité federal del PSOE y abstenerse, por tanto, en la segunda votación de investidura de Rajoy, que tendrá lugar el sábado.

[Consulta aquí en PDF la resolución del PSC y aquí el comunicado de la gestora]

No hubo ninguna sorpresa en la posición del PSC, pero sí causó más estupor el tono de la respuesta del PSOE, que anticipa una borrasca total en las relaciones de los dos partidos muy difícil de suturar. Se produjo lo que Fernández ya anticipaba por la mañana que no deseaba bajo ningún concepto: el choque de "dos legitimidades", la de los máximos órganos de poder de PSOE y PSC.

Iceta advirtió antes de la votación de que podría "provocar un problema de relación entre el PSC y el PSOE", pero que tendría que verse en un congreso

Miquel Iceta ya había venido advirtiendo en los últimos días de que no se arrugaría, que llevaría el no hasta el final, pasara lo que pasara. Él mismo lo defendió este martes en su intervención ante el máximo órgano del PSC [aquí en PDF, en catalán], aun consciente de que esta decisión "puede provocar un problema de relación entre el PSC y el PSOE". Problema que puede llevar a revisar el protocolo de unidad entre los dos partidos hermanos, pero esa modificación, sostuvo, debe hacerse en el congreso del PSOE, porque el encaje del PSC "está contenido en la disposición adicional primera de los estatutos federales [aquí en PDF]" de Ferraz. Sin embargo, las federaciones cercanas a la gestora interpretan que el comité federal del PSOE, como máximo órgano entre cónclaves del partido, está facultado para proceder a los cambios que crea necesarios. "Dos partes no desarrollan un proyecto común si una no lo quiere", apuntó Iceta, insistiendo a continuación en que su formación sí quiere seguir "compartiendo con el PSOE el proyecto federal para España".

El 'consell nacional' del PSC ratifica el no a Mariano Rajoy por unanimidad

"Seguir caminando juntos"

Esa voluntad es la que también se refleja en la resolución aprobada esta tarde, tras un debate de dos horas y en el que hubo 19 turnos de palabra. El 'consell nacional', "consciente de que el comité federal del PSOE, con la participación de representantes del PSC de acuerdo con lo que prescribe el protocolo de unidad [de 1978], ha decidido abstenerse en segunda votación en este debate de investidura (por 139 votos a 96), reitera la voluntad de mantener la relación entre el PSC y el PSOE recogida en los estatutos de ambos partidos [aquí los estatutos del PSC en PDF]". El futuro depende, en gran medida, continúa la moción, de la capacidad de las dos formaciones de "aceptar las diferencias y de gestionar las discrepancias", pero desde la "convicción" de que los socialistas catalanes y del conjunto de España han de "seguir caminando juntos" para "construir un proyecto social y federal".

El futuro de las relaciones de PSOE y PSC depende, dice el texto, de la capacidad de ambos para "aceptar las diferencias y gestionar las discrepancias"

La resolución justifica el rechazo a la investidura de Rajoy porque el PSC no comparte "sus políticas económicas y sociales" y porque le considera falto de la "voluntad y capacidad suficientes para combatir la corrupción", y también porque le hace en buena medida "responsable" de la ausencia de "diálogo entre los gobiernos de Cataluña y España", con el peligro de un "desastroso conflicto institucional" a corto plazo. El texto pide a los siete diputados socialistas catalanes, "desde el respeto que establece la Constitución a la inexistencia de un mandato imperativo" —justo la expresión que usó el presidente de la gestora, Javier Fernández, el pasado domingo, para imponer la abstención en bloque del Grupo Socialista—, que "voten negativamente la investidura de Mariano Rajoy en primera votación [este jueves] y en segunda votación [el sábado]". Esta orden ya anticipa la fractura que se visualizará en el pleno en la segunda vuelta y la plasmación de un choque total entre los dos partidos hermanos.

Ferraz respondió con un comunicado bastante menos conciliador. La gestora lamenta primero la decisión del PSC porque "va contra el mandato y la resolución" del PSOE que adoptó el pasado domingo, y que supone "una ruptura unilateral en la leal y exitosa unidad de acción que PSC y PSOE vienen manteniendo desde 1978, sobre la base de la defensa de los valores del socialismo democrático y de un trabajo compartido en defensa del progreso de España y de Cataluña". Es cierto que el PSOE no cita el protocolo de unidad, y que habla de "ruptura" de la "unidad de acción", pero la inclusión de ese término, tan cargado semánticamente, no es gratuita y anticipa que el PSOE no dejará pasar este capítulo.

La cúpula del PSOE subraya que no hay "justificación alguna para contravenir" la orden del domingo y recuerda la historia y tarea común de los dos partidos

La gestora recuerda que el Grupo Socialista, en el que se integran los parlamentarios del PSC, "en tanto no existe un grupo propio de los socialistas catalanes", debe "obedecer el mandato del comité federal". "No existe, por tanto, justificación alguna para contravenir el acuerdo" del domingo. Añade el comunicado que en la cultura del PSOE "las decisiones de los órganos del partido han sido defendidas en todo momento por el conjunto de la organización, sean cuales hayan sido".

Por último, la nota emitida por Ferraz pide a los siete diputados del PSC —Meritxell Batet, Manuel Cruz, Lídia Guinart, Pepe Zaragoza, Mercè Perea, Marc Lamuà y Joan Ruiz— que "respeten" la decisión del comité del PSOE. La gestora, por último, apela a la "sensatez, a la historia común de ambas formaciones y a la tarea común desarrollada entre PSC y PSOE, y demanda de estos parlamentarios que voten conforme a lo acordado de manera democrática y mayoritaria" el pasado domingo.

Miquel Iceta defiende el no a Mariano Rajoy consciente de que provocará un "problema" con el PSOE

Un instrumento "útil"

No es la primera vez que los parlamentarios catalanes rompen la disciplina de voto. Ya lo hicieron en 2013 en dos ocasiones (febrero y octubre de aquel año) a cuenta del derecho a decidir, que el PSC entonces defendía. Pero ambas veces desobedecieron una consigna emanada de la dirección del grupo, y no del máximo órgano de poder del PSOE, en el que el PSC sienta a sus representantes y vota.

La número dos de Iceta subraya que el PSC sale del 'consell' "cohesionado", en contraste con la división del PSOE

El líder del PSC admitió que nunca hubiera pensado que el "detonante de una crisis entre PSC y PSOE" hubiera sido el voto de investidura de un presidente del Gobierno del PP. Ni le gustaría dar "la satisfacción a los inmovilistas ni a los independentistas" propiciando una crisis con la formación hermana. Pero remarcó que para el PSC es vital preservar su apuesta por el no a Rajoy —que compartió su rival en las primarias internas, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Núria Parlon—, para "asegurar la utilidad del PSC como un instrumento político útil para los ciudadanos que se sienten progresistas y catalanistas". Iceta está convencido de que su partido no puede aparecer del lado "de una de las locomotoras [el presidente en funciones] que han decidido emprender un rumbo de colisión". "Una abstención en la investidura de Rajoy nos inhabilitaría para tender puentes y proponer soluciones en el momento que más falta hacen", argumentó.

Tras la reunión del 'consell', compareció la número dos de Iceta, Assumpta Escarp, que adelantó que la resolución se enviaría a Fernández. La secretaria de Organización del PSC subrayó que tras su cumbre de hoy —al órgano pertenecen más de 400 miembros y este martes se acreditaron unos 260—, sale "cohesionado". Un calificativo nada baladí, porque el comité del domingo fue justo la cara opuesta, pues se vio una división 60%-40%. La votación, desde luego, no dejaba lugar a dudas: 241 apoyos y solo una abstención, procedente de Eduard Valencia, miembro de la corriente Ágora Socialista.

Escarp añadió que el partido se mantiene además "coherente con sus planteamientos" ante los ciudadanos y reclamando "fraternidad socialista". Pero esa "coherencia" puede acarrear la tormenta total con el PSOE.

Crucial reunión de grupo antes de la investidura y un número de díscolos en aumento

En la cuenta del no a Mariano Rajoy ya hay fijos siete diputados del PSC. Pero previsiblemente no serán los únicos. Es más, la cuenta aumenta, porque las "provocaciones" de la gestora socialista están haciendo, para los críticos, que algunos parlamentarios se replanteen si merece la pena acatar o no el mandato del comité federal. Esperan aún que haya una reconsideración de la posición de la gestora, que este miércoles se reúne con el grupo en el Congreso antes del arranque del pleno de investidura de Mariano Rajoy. 

Hasta ahora, en el flanco del no seguían la independiente por Madrid Margarita Robles (número dos de Pedro Sánchez en las generales del 26-J), la zaragozana Susana Sumelzo, el vasco Odón Elorza. y la ourensana Rocío de Frutos. A ellos se sumó este martes la excomandante Zaida Cantera, seis por Madrid en las dos últimas generales. 

Además, quieren agotar los últimos cartuchos y tomar la decisión en el último minuto, a la espera de si la gestora accede a una abstención técnica (para nada posible a estas alturas) de varios parlamentarios. En este proceso de reflexión están los dos representantes socialistas de Baleares, Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, y las diputadas de Castilla y León Esther Peña (Burgos), Mar Rominguera (Zamora) y Luz Martínez Seijo (Palencia) y la coruñesa Pilar Cancela, presidenta de la gestora del PSdeG. También es duda el propio Pedro Sánchez, que en principio no tiene previsto abstenerse para conservar su capital de líder político opuesto a Rajoy hasta el final. 

Diputados sanchistas como el valenciano José Luis Ábalos o la murciana María González Veracruz, partidarios en principio de respetar la orden del comité federal, dudan ahora. "No me creo que vayan a llevar al PSOE a esta ruptura, porque sería una irresponsabilidad máxima. Tienen que pensar en el bien del partido, y la abstención técnica [de 11 diputados] es la única salida. No acatar no es mi forma de entender el PSOE, pero tampoco lo que están haciendo", subrayan desde el entorno de la dirigente murciana. "Están pasando la trituradora, tienen cultura de secta. Con tantas amenazas y advertencias, están consiguiendo que nos lo replanteemos. Nuestra fortaleza está en el crédito que nos queda", indican por su parte desde el círculo de Ábalos. En total, se trata de 21 nombres.

Si la indisciplina alcanza a 18 o más diputados, además de visualizarse un cisma en el partido, tendría otra consecuencia: en caso de que la gestora y el comité federal procediesen a expulsar a los díscolos del grupo y abrirles expediente, los socialistas correrían el riesgo de quedarse con menos parlamentarios que Unidos Podemos (67), brindando así a Pablo Iglesias el liderazgo de la oposición a Rajoy en el Congreso. 

El pulso seguirá este miércoles en la reunión del grupo, la primera tras el comité federal. Será a las cuatro de la tarde, dos horas antes del comienzo del pleno de investidura, y asistirá a ella el portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez

Cierre de filas aplastante del PSC con el "no es no". El 'consell nacional' de los socialistas catalanes aprobó este martes por la tarde la resolución planteada por la ejecutiva y su primer secretario para que sus siete diputados en el Congreso se desmarquen del PSOE y digan no a Mariano Rajoy. El texto recibió 241 apoyos y solo una abstención. Un apoyo prácticamente unánime a una decisión que agravará el desgarro interno, pese a que el PSC "reitera su voluntad de mantener" su relación con Ferraz. La gestora socialista, presidida por el asturiano Javier Fernández, no tardó en contestar: mediante un durísimo comunicado emitido pasadas las nueve de la noche, calificó la decisión del PSC de "ruptura unilateral" y conminó a los siete diputados catalanes a obedecer el mandato del comité federal del PSOE y abstenerse, por tanto, en la segunda votación de investidura de Rajoy, que tendrá lugar el sábado.

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